Mamoneo a raudales en el mejor sentido de la palabra.
Harmony Korine se olvida por un día de los cuerpos deformados, la suciedad, los enfermos mentales y la pobreza de suburbio que tanto caracteriza su obra para pegarse una abrumadora astracanada en el que la fiesta de la teta mojada llega a su cima para tomar el cuerpo de una trangresora odisea noir que carece de mensaje y rebosa diversión a la hora de retratar la nueva y temeraria generacion Youtube en la piel de las protagonistas de "Hannah Montana", "High School Musical" y "A por todas". Y que nadie se confunda,
"Spring Breakers" explota al máximo el exhibicionismo pero no así el sexo que todos podríamos augurar, provocando que esta sorprendente contención se eriga en otra de las grandes novedades que el nuevo Harmony Korine nos depara. ¿Más? olvídense del trash y den la bienvenida a un cuidadísimo y vigoroso dispositivo formal cuyo adrenalítico montaje se sustenta en una omnipresente banda sonora en el que el inconfundible toque de
Cliff Martínez y el neón que envuelve toda la película puede, incluso, empaparnos en algún momento con la atmósfera de
"Drive" hasta que el agresivo y fracturado dubstep de
Skrillex recupera todo el protagonismo, dotándole así de una vida propia que acerca "Spring Breakers" de forma estimulante al voraz mundo del videoclip.
Pero cuidado, con semejante desmelene, que nadie se imagine un "Project X", ya que a pesar de que entre teta y teta, el primer y segundo acto de "Spring Breakers" se encapsula en el bucle narrativo que tanto distingue los guiones de Korine, su tercer y definitivo acto se sumerge, sin concesión alguna, en las entrañas del cine negro para brindarnos una suerte de homenaje a "Scarface" y "Miami Vice" que nunca acaba de tomarse en serio, pero que tampoco deja de cautivar en ningún momento. Normal tratándose de un enfant terrible como Harmony Korine, que no contento con tener el descaro de poner a James Franco interpretando el "Everyday" de Britney Spears, también tiene el mérito de convertir la escena en la estrella de la película, así como en uno de los grandes momentazos vividos durante el festival. Algo que precisamente, no está al alcance de cualquiera.
Dicho lo visto, no hay otra. "Spring Breakers" es un desbocado divertimento destinado a reventar el Auditorio con una memorable traca final para Sitges 2012.
Nota: 8.5 / 10