Stanley Kubrick's Post

¿Cuál es la mejor película de Stanley Kubrick?


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Jordi Costa presenta la reedición de 'Una nueva risa'

Es una pena...
 
¿Qué es esto? ¿El Jordi Costa´s post? ¿Qué tenemos aquí? ¿Un bromista? ¿Un bufón? ¡Admiro tu honradez!
 
Lolita

Adaptación polémica de la gran novela polémica del siglo XX, aunque poco importa y poco queda de ello a estas alturas. Humbert y Lolita, entre la inocencia y la perversidad ambos: una adolescente necesitada de afecto y reconocimiento, en una época difícil de la vida, un ser ambiguo y un tanto interesado también, con sus instintos y deseos de libertad, frente al maduro profesor (sólo en apariencia), manipulador y obsesivo en su control, aunque también un pobre diablo enamorado, conducido a la infelicidad (incluso al crimen) por la pureza de un amor sublime y estúpido que roza el masoquismo. Astuto y carente de escrúpulos en un principio, acaba dando pena, mientras que su femme fatale en miniatura termina por madurar y rechazar esa falta de ataduras que tanto ansiaba, en favor de algo más sólido… en realidad es una historia de amor imposible y desdichado, un tanto moralizante, aunque igual se está cachondeando fuerte el Stan. Conviven el drama, la comedia, el género negro, pues ahí tenemos al Sellers haciendo de esperpento humano; un villano que adopta diversas identidades cual mortadelo, que parece la némesis de Humbert, incluso compartiendo su destino trágico (destino en forma de casualidades, como una muerte tragicómica que facilita las cosas a nuestro amigo).

Humbert es la alta cultura, la distinguida fachada de lo europeo, Quilty es más bien la contracultura que empezaba entonces, un remedo grotesco de las figuras de autoridad (el médico, el policía), compitiendo los dos por el afecto de la joven e ingenua sociedad estadounidense que es Lolita. Genial secuencia inicial, con el encuentro de ambos en una mansión decadente y el posterior asesinato “artístico”, con un envolvente dominio del espacio; los perfectos encuadres tan característicos parecen no destacar tanto (pesa más el diálogo), en cambio se opta por la profundidad de campo, la disposición de objetos y actores a diferentes niveles dentro el plano, como reflejando unas relaciones tortuosas que funcionan como motor de la narración. El episodio de la cama plegable, muy revelador de la preferencia por lo burlesco y el patetismo de todo y todos. Especialmente el primer tercio de peli es un retrato malicioso de cierta aristocracia social americana de la costa este, su pretenciosidad y amor por unas apariencias que apenas ocultan unos deseos frustrados, o reprimidos (porque lo erótico, con unas elipsis que hablan por sí mismas, lucha por abrirse paso)... en una empanada mental de nuevos aires liberales y culpa judeocristiana de toda la vida.


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Última edición:
Muy al contrario de lo que tipejos como @WRC puedan pensar, en mi casa hay de todo, tecnológicamente hablando, desde viejas versiones pirata de la Atari 2600 que van con un enchufe que necesita adaptador, a un completo equipo para cacharrear con Arduino Uno, y desde podridas y anaranjadas copias de películas en Súper 8, hasta... ¡Blu Rays!

Y ayer me compré el pack de Stanley Kubrick en Blu Ray, que recoge las 7 pelis que hizo con Warner. Tenía 3 películas de ese pack en DVD que he regalado a un amigo, y me quedo, a pesar del salto tecnológico, con mi edición especial de 2001 con fotograma, librito y banda sonora, no me desprendo de ella, es uno de los DVD que más he disfrutado.

Han caído 2 glorias en menos de 24 horas:

La naranja mecánica

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Resulta absurdo pretender decir algo nuevo, o tan siquiera algo no muy trillado, de una de las películas sobre las que más tinta se ha vertido jamás, y una de las películas más controvertidas de los años 70. No sé que elogio puede hacérsele, como no sea que, a pesar de que la he visto no menos de 20 veces, desde aquel lejano pase nocturno... ¡en La2! aún cuando me pongo delante de ella, me es imposible apartar la mirada, y ciertos momentos duelen y escuecen igual aunque estén lejos de pillarte por sorpresa.

La primera parte es un carrusel donde asistimos a todas las herejías posibles contra la seguridad del urbanita medio, y en ese sentido, la película no ha cambiado un ápice (bueno, no lo han hecho nuestros miedos), agresión a ancianos indefensos, irrupción violenta en el hogar, violación, destrucción de la propiedad privada, palizas a hostias... quizás cuando eres joven lo ves todo diferente. A mis ya más de 40 años, la idea de esos jóvenes tan bien dispuestos acercándose, con nocturnidad, a la casa aislada de un anciano y su mujer me pone de los nervios.

Que por cierto, que alguien me explique que, cómo o porqué se había casado semejante monumento de mujer con el Sr. Alexander, no dudo de la potencia narrativa del escritor, y se le veía vigoroso apretando teclas en esa máquina de escribir, pero es un matrimonio tan francamente descompensado, ¿a nadie más le llama la atención?

En realidad, me acaba causando más angustia la segunda mitad de la película, que la primera. Si la primera mitad nos presenta a un monstruo, amoral y vicioso, que no duda en hablar directamente al espectador y tratarlo de forma cercana y amistosa, haciéndonos cómplices de todo lo que él hace y nosotros vemos, la segunda mitad de La naranja... nos constata que Alex no es más que un individuo podrido más, en una sociedad podrida.

La visita de Alex a la casa de sus padres tras su "curación" (momento que casi me hace llorar la primera vez que lo vi) donde es rechazado y echado de casa de forma cobarde, la paliza a manos de sus viejos drugos (escena larguísima, todo el paseo por el bosque hasta el abrevadero es un ejercicio de angustia extraordinario), son momentos que nos hacen sentir pena por Alex, aunque pareciese imposible, un Alex que pasa de verdugo a víctima.

Así, Alex no es tanto una amenaza para una sociedad organizada en torno a la ley, la justicia, la estabilidad, sino el producto de una sociedad enferma, carente de valores, con un gobierno que no duda en aprovechar cualquier coyuntura, por trágica o desgraciada que sea, para ganar popularidad. Eso hoy nosotros ya lo tenemos totalmente superado, ¡menos mal!

El resplandor

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Más que una película, es un mecanismo de relojería, quizás una de sus películas más redondas junto con 2001, El resplandor supuso a pesar de eso, un fracaso (46 millones recaudados en todo el mundo, frente a 19 millones de presupuesto) y recogió una acogida bastante tibia, algunos criticaron sus excesos (la escena del ascensor y la sangre, Nicholson con la vieja llena de llagas) otros la encontraron demasiado tibia... no sé hasta qué punto ayudó a todo esto la extrema dureza con la que Stephen King criticó la adaptación.

Leído el libro, constituyen dos historias esencialmente distintas, con un armazón muy parecido. El libro nos muestra una familia en riesgo de romperse, pero todavía unida. Jack es un tipo cabal, pero con una veta de mal genio, que sufrió abusos en su infancia por parte de su padre, que ha abandonado el alcohol... siente deseos verdaderos y hace un verdadero esfuerzo, por mantener unida a su familia y sacar lo mejor de sí. Su deterioro nos es mostrado de forma gradual.

La película en cambio, habla de una familia mucho más fragmentada, él está neurótico y agresivo desde prácticamente el principio, mientras que la que hace esfuerzos por integrarlo todo, es Wendy. En la novela hay más detalles (así sabemos, por ejemplo, que la vieja de la bañera era una mujer que tuvo un lío con un hombre mucho más joven que ella, y que se suicidó cuando él la abandona). En general, la falta de información se agradece. En el libro sabemos que el hotel fue propiedad de un millonario excéntrico con conexiones mafiosas, escenario de matanzas varias, fiestas extravagantes y demás. En la película, no sabemos prácticamente nada, excepto el origen de las gemelas. Ese no saber hace que todo sea mucho más inquietante.

Hay algunos cambios interesantes que no me hubiera importado saber a que obedecieron, fundamentalmente el personaje del director del hotel. En el libro, Ullman es un tipo presuntuoso, hostil y pedante. Jack ha obtenido el cargo por enchufe y Ullman está obligado a contratarle, pero le humilla echándole en cara su alcoholismo y le dice bien claro que no lo considera capacitado para el cargo y que, si por él fuera, no estaba contratado. En la película, es un tipo majo y abierto, no quedan rastro alguno de hostilidad hacia Jack. Quizás se pretendía conseguir un efecto agradable del hotel durante su presentación, un sitio luminoso y amplio, con gente amable, y luego, zasca, vienen las sorpresas.

Ver hoy El resplandor inquieta, o causa desasosiego, aunque no asusta, seguramente por conocer cada truco y cada momentazo que viene. La vi de noche, en condiciones propicias, con su 5.1 y su sala oscura. Me dio más miedo en ciertos momentos puntuales (la conversación entre Jack y su hijo donde el niño le pregunta si les hará daño, los paseos de Wendy por el hotel cuando Jack ya ha perdido la chaveta, el momento-laberinto)...


La semana que viene, Barry Lyndon y Eyes Wide Shut.
 
Hay un vídeo, perdido por el hilo de fotografía cinematográfica, sobre el uso del zoom en Barry Lindon. Échale un vistazo para disfrutar, aún más si es que es posible, de semejante obra de arte.

El uso que hace la banda sonora de piezas clásicas poco menos que en bucle, es bestial. Creo que ganó un Oscar cuando había la categoría de música adaptada.
 
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