El país... de los mediocres (así nos va).
Lo malo no es que a Boyero le parezca mejor o peor (personalmente creo un buen crítico debería ser capaz de sobreponerse a sus propias fobias y hacer una lectura desde parámetros más amplios); lo realmente terrible es darte cuenta de que solo es capaz de analizar las películas de una determinada narrativa lineal y desde lo puramente sentimental, es decir, que gran parte del cine que denosta, cuyas lecturas no resultan obvias o requieren de cierto grado de prospección mental, no es que no le agraden, es que no las entiende. Resumiendo, que lleva más de 30 años en la profesión y al menos 1 de cada 2 películas que ha visto no la ha entendido en absoluto; aún peor... no ha hecho ningún esfuerzo por comprenderla; y de forma despectiva y con una soberbia que a mi, a día de hoy todavía me asombra, la tilda de patraña, memez, pedante o plomiza. Resulta bastante descorazonador, por que luego te encuentra a cientos de boyeritos por el mundo condenado a bergmans o tarkovskis entre risas como gafapastadas. Tontosdebaba que no distinguirían la cultura ni aunque les mordiera un cojón.