Perduravo
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Respuesta: "The Human Centipede". Más torture porn
Sobre Philosophy of a Knife, he de declarar que yo fui una de las personas afortundadísimas que pudo verla en Sitges 2008. Y os digo directamente y de entrada que ME ENCANTÓ.
Entiendo a colación de qué sale, pero mucho ojo: "The Human Centipede" y "Philosophy of a Knife" no tienen nada que ver, ni en género ni en intenciones.
A lo largo de mi vida me he tragado mucha mierda explotation: sexplotations, pelis de campos de concentración, de cárceles de mujeres, nunsplotation (pelis de monjas en conventos), violación y venganza, gore porque sí, misoginia gratuita y burradas varias, etc, etc... Hechas por y para alimentar el morbo del espectador (lo que es el explotation, vaya). Es decir, reconozco esas películas y tengo en mi colección privada cientos de ellas. Pero cuidado, porque Philosophy of a Knife no es una de ellas. Para empezar no es explotation, ni está hecha por morbo. Y por supuesto sé lo que es el torture porn, y tampoco es torture porn.
Philosophy of a Knife es una película de arte y ensayo. ¿Extrema? Sí. Pero de arte y ensayo. He visto más películas de su autor, Andrey Iskanov, concretamente Visions of Suffering y Nails, y me parece un director muy influenciado por el video-arte, el surrealismo, la música industrial y el power-electronic, la experimentación y por supuesto lo extremo (sus temáticas siempre: el dolor, la muerte, la carne, etc). Pero por muy underground que sean esas movidas, no dejan de ser movidas artísticas. En su película no es muy difícil apreciar una intencionalidad estética, te guste esa estética o no, la soporte tu estómago o no. En la fotografía totalmente tratada, en el montaje más que premeditado, en la elección de la música (una banda sonora dolorosa pero excelente) o ya tan sólo en las intenciones nada valadíes de mezclar documentación real con recreaciones docudrama.
Philosophy of a Knife es como la música industrial noise que suena obsesivamente durante su metraje. ¿Se podría decir que la música noise está dirigida a un público con ganas de alimentar su "sed de violencia extrema y curiosidad"? Eso no parece tener mucho sentido, ya que es una música demasiado abstracta y exigente con la experiencia previa del oyente como para serlo. Haced la prueba: cuando os apetezca oir algo "cañero", poneos Sutcliffe Jugend a ver qué tal. No tardaréis en pensar que para "caña" es mejor quedarse con los Fear Factory de toda la vida, que para eso están. No, el industrial no ofrece caña, ni violencia, ni emociones extremas: ofrece una forma sonora de expresión de ambientes casi abstracta. Philosophy of a Knife es también así. No es abstracta, no es eso lo que quiero decir, pero sí que pretende, por medio de la música noise extrema, de su foto, de su planificación videoartística o de lo extremo de sus imágenes de muerte, miseria humana, dolor, tortura, monstruosidad y delirio, funcionar a unos niveles muy íntimos. Y es tan-tan-tan fuerte, que no da ni morbo, simplemente DUELE, sin más. Aguanté las 4 horas de película, casi muda, en blanco y negro, de 1 a 5 de la madrugada y habiéndo visto aquel día otras 7 películas más... y no necesité ni Red Bull. Me dolía, me sentía fatal, zarandeado, arrollado por la unión de imagen y sonido. Y eso tampoco es una cerdada explotation, eso para mí es algo más.
Es Arte. Como Sutcliffe Jugend, como Whitehouse, Merzbow, Brighter Death Now y el resto de músicos de la discográfica Cold Meat Industry, Vagina Dentata Organ, etc, etc. Gente que no hace sus ruidos "atroces" para divertir, y para mí que Andrey Iskanov tampoco busca que nadie se divierta con sus películas una mierda.
Respecto a lo primero que dije: que había sido uno de los afortunados por ver esta película. Sí, lo reafirmo. Porque para mí uno de los (varios) sentidos que le veo a un Festival como Sitges, es poder ver títulos que normalmetne no vas a poder ver en ninguna puta parte más, y en pantalla grande. "Philosophy" ya la quería ver desde antes de ir al festival, y cuando me enteré de que la ponían aluciné. Renuncié a la jornada grande de "Maratón zombie" y dejé a mis amigos allí para irme yo solito las 4 horas "a sufrir". Y ojalá que Sitges ponga también Ingression, lo nuevo de Iskanov.
Sobre Philosophy of a Knife, he de declarar que yo fui una de las personas afortundadísimas que pudo verla en Sitges 2008. Y os digo directamente y de entrada que ME ENCANTÓ.
Entiendo a colación de qué sale, pero mucho ojo: "The Human Centipede" y "Philosophy of a Knife" no tienen nada que ver, ni en género ni en intenciones.
A lo largo de mi vida me he tragado mucha mierda explotation: sexplotations, pelis de campos de concentración, de cárceles de mujeres, nunsplotation (pelis de monjas en conventos), violación y venganza, gore porque sí, misoginia gratuita y burradas varias, etc, etc... Hechas por y para alimentar el morbo del espectador (lo que es el explotation, vaya). Es decir, reconozco esas películas y tengo en mi colección privada cientos de ellas. Pero cuidado, porque Philosophy of a Knife no es una de ellas. Para empezar no es explotation, ni está hecha por morbo. Y por supuesto sé lo que es el torture porn, y tampoco es torture porn.
Philosophy of a Knife es una película de arte y ensayo. ¿Extrema? Sí. Pero de arte y ensayo. He visto más películas de su autor, Andrey Iskanov, concretamente Visions of Suffering y Nails, y me parece un director muy influenciado por el video-arte, el surrealismo, la música industrial y el power-electronic, la experimentación y por supuesto lo extremo (sus temáticas siempre: el dolor, la muerte, la carne, etc). Pero por muy underground que sean esas movidas, no dejan de ser movidas artísticas. En su película no es muy difícil apreciar una intencionalidad estética, te guste esa estética o no, la soporte tu estómago o no. En la fotografía totalmente tratada, en el montaje más que premeditado, en la elección de la música (una banda sonora dolorosa pero excelente) o ya tan sólo en las intenciones nada valadíes de mezclar documentación real con recreaciones docudrama.
Philosophy of a Knife es como la música industrial noise que suena obsesivamente durante su metraje. ¿Se podría decir que la música noise está dirigida a un público con ganas de alimentar su "sed de violencia extrema y curiosidad"? Eso no parece tener mucho sentido, ya que es una música demasiado abstracta y exigente con la experiencia previa del oyente como para serlo. Haced la prueba: cuando os apetezca oir algo "cañero", poneos Sutcliffe Jugend a ver qué tal. No tardaréis en pensar que para "caña" es mejor quedarse con los Fear Factory de toda la vida, que para eso están. No, el industrial no ofrece caña, ni violencia, ni emociones extremas: ofrece una forma sonora de expresión de ambientes casi abstracta. Philosophy of a Knife es también así. No es abstracta, no es eso lo que quiero decir, pero sí que pretende, por medio de la música noise extrema, de su foto, de su planificación videoartística o de lo extremo de sus imágenes de muerte, miseria humana, dolor, tortura, monstruosidad y delirio, funcionar a unos niveles muy íntimos. Y es tan-tan-tan fuerte, que no da ni morbo, simplemente DUELE, sin más. Aguanté las 4 horas de película, casi muda, en blanco y negro, de 1 a 5 de la madrugada y habiéndo visto aquel día otras 7 películas más... y no necesité ni Red Bull. Me dolía, me sentía fatal, zarandeado, arrollado por la unión de imagen y sonido. Y eso tampoco es una cerdada explotation, eso para mí es algo más.
Es Arte. Como Sutcliffe Jugend, como Whitehouse, Merzbow, Brighter Death Now y el resto de músicos de la discográfica Cold Meat Industry, Vagina Dentata Organ, etc, etc. Gente que no hace sus ruidos "atroces" para divertir, y para mí que Andrey Iskanov tampoco busca que nadie se divierta con sus películas una mierda.
Respecto a lo primero que dije: que había sido uno de los afortunados por ver esta película. Sí, lo reafirmo. Porque para mí uno de los (varios) sentidos que le veo a un Festival como Sitges, es poder ver títulos que normalmetne no vas a poder ver en ninguna puta parte más, y en pantalla grande. "Philosophy" ya la quería ver desde antes de ir al festival, y cuando me enteré de que la ponían aluciné. Renuncié a la jornada grande de "Maratón zombie" y dejé a mis amigos allí para irme yo solito las 4 horas "a sufrir". Y ojalá que Sitges ponga también Ingression, lo nuevo de Iskanov.