Respuesta: The tree of life (El árbol de la vida) de Terrence Malick
Pues mucho ruido y tal vez menos nueces de las que podíamos esperar. No creo, la verdad, que le haya hecho ningún favor la etiqueta de obra maestra revolucionaria que se la colgó incluso antes de estrenarse. Reunir tan enormes expectativas suele ser bastante contraproducente en casi todos los casos.
La vi la semana pasada y la verdad es que aún no tengo una opinión demasiado clara de lo que he visto. No sé... A mí me gustó mucho todo lo concerniente a la relación del personaje de Pitt con sus hijos. Esa mezcla de dulzura y autoritarismo extremo. Esa conexión de amor-odio entre el padre y su hijo mayor. Esa captura de instantes aterradores (el padre bajo el coche y el hijo rondando... los arrebatos de furia del padre en la mesa ante la "indisciplina" de sus hijos...). Esa sucesión de escenas estéticamente arrebatadoras que reflejan la visión de Malick de la naturaleza. Esa narración fragmentada, a base de momentos dispares, que desafía la narración convencional y que contribuye a que seamos testigos inmediatos. Incluso también me ha gustado la sensación de opresión que causa la plasmación de la urbe fría, gris, enjaulada, cuadriculada, en la que vive el personaje de Penn.
Pero es cierto que a veces Malick peca de reiterativo, repitiendo sus mensajes en boca de los personajes de manera excesiva. Creo que la película habría resultado más sugerente y menos saturante si se hubiese ahorrado buena parte de las reflexiones que hace explícitas mediante los monólogos. Da la impresión de que hay cierto carácter "sermoneador", incluso aleccionador...
Respecto a cómo se conecta la parte "cosmos" y orígenes del mundo con la historia íntima de estos personajes, pues las teorías e interpretaciones son variadas. Ahí no entraré, porque me parece un terreno resbaladizo que no sé si lleva a alguna parte. En lugar de encontrar explicaciones, prefiero vivir la película como una experiencia sensorial atrevida, fallida en parte, pero ambiciosa y retadora. Una propuesta que se desmarca de los cauces habituales, que anda por encima de la cuerda y que ha irrumpido como un elefante en la cacharrería de los multicines, repletitos de no pocos espectadores descolocados e irritados ante "la última del Pitt". Vamos, que se agradece.