Finiquitada. No está mal, pero le falta algo de gancho y, sobre todo, una narrativa bien estructurada, porque entre las líneas temporales no simultáneas y los diálogos inconexos con lo que hemos visto hasta ese momento, se pierden multitud de detalles que provocan bastante confusión en el espectador, el cual yo creo que o no se va a enterar de la mitad de las cosas, o se enterara cuando ya no haya posibilidad de impacto dramático. Es el mismo defecto que tenía la serie de Hernán Cortés: o ves la serie sabiendo algo de la historia de antemano, o te quedas con cara de panoli no pocas veces. Sinceramente, no entiendo esta moda televisiva de contar las cosas pasándose por el forro el orden cronológico, especialmente cuando la historia tiene multitud de personajes y matices. Para hacerlo bien hay que ser un narrador muy, muy bueno, prácticamente un maestro a la altura de un Scorsese o Leone, no un juntaplanos cualquiera de los que abundan por el medio televisivo.
Los actores están bastante bien y la factura técnica es impecable, se notan los buenos dineros que se han gastado. Curiosamente, de los juegos se quejaron de que no había casi personajes de color, en cambio aquí tenemos multitud de actores negros, mulatos e incluso hindúes. Ya puestos, que hubiesen metido a orientales y latinos...
En definitiva, una serie interesante, pero más pensada para fans que para el espectador no iniciado. A ver si en la segunda temporada corrigen el error y crean una trama más accesible y comprensible cuando debe serlo.
Un saludete.