Three Billboards Outside Ebbing, Missouri - La nueva película de Martin McDonagh

El 2017 empezó arriba de todo gracias a Paterson, Silencio y Manchester frente al mar. Este año me veo que pasará lo mismo, porque después de Tres anuncios no creo que vuelva a ver una película mejor que ésta.

Me remito un poco a lo comentado por Ropit más arriba, y añado algunas cosas más: joder con los actores, ya no es solamente que no esperara ver tanto talento, sino es que además están todos maravillosas, desde Dinklage en un papel que podría ser continuación del de Vías Cruzadas, a un John Hawkes muy distinto a lo que estaba acostumbrado, y lo mismo digo de Landry Jones... Vaya cambios de registro, espectacular.

Dicho esto, está claro que la película es totalmente de McDormand y Rockwell. Rockwell es un poco el alma de la película y es normal que sea el que más destaque, en general, y por lo que voy leyendo/escuchando por ahí, porque con él empezamos y terminamos la película; pero es que todos los personajes están mimadísimos! Da igual el arquetipo al que sirva cada uno de ellos, McDonagh los humaniza y les da una profundidad con los que consiguen tener, al menos, un gran momento. Y para ello se sirve de los cambios de tono ya comentados:

El exmarido maltratador cuando se emociona al hablar de su hija, la discusión en la comisaría entre McDormand y Harrelson donde éste termina tosiéndole sangre en la cara, la cita de Dinklage y McDormand...

Ah, y que Sheridan tome nota, que esto me parece un western postmoderno, o como queráis llamarlo, mucho más logrado que su Comanchería o Wind River (sin desmerecerlas, sobretodo la segunda, para mi mejor que la otra).

Y carter burwell sobresaliendo como nos tiene acostumbrados.

Esperemos que la academia se quite la venda de los ojos por un año y le de lo que se merece.
 
Yo creo que la película está muy centrada en ellos dos, los demás son secundarios para explicar las historias de ellos dos, y Harrelson que lo vertebra todo, claro.

Me encanta como los personajes y la trama se dejan llevar, es un ejemplo de construcción narrativa.
 
la verdad es que vaya cojonazos en acabar la peli así, no me parece tan grande como a vosotros pero es muy recomanable, entre otras cosas por decisiones como ésa.

siempre me ha encantado Rockwell, no entiendo porqué le suelen dar papeles excéntricos cuando funciona igual de bien en roles normales.. tan normales como el suyo aquí.

yo apenas recuerdo 7 Psicópatas, ¿tan bien estaba, Rop?
 
También creo que Rockwell es un gran actor. A destacar moon, confesiones de una mente peligrosa e incluso mr right.
 
yo apenas recuerdo 7 Psicópatas, ¿tan bien estaba, Rop?

Es más irregular, es loquísima a lo Charlie Kaufman, el prota va escribiendo la película mientras la protagoniza. La recuerdo con mucho humor, con un personaje doble (Walken/Dean Stanton) memorable y con un sentido de la creación brillante. Puede que algún personaje sea demasiado caricaturesco (Harrelson), pero también tiene momentos dramáticos y otros con mucha ternura. Es más autoconsciente y, por ende, cínica con el devenir de sus protas.

Me llega esta semana en Bluray y la revisaré. Ya he estrenado el de Escondidos en Brujas, cojonuda, cómo maneja el humor y los tiempos.
 
Aviso de que puede haber ligeros SPOILERS

El McDonalds éste siempre ha sido un tipo a seguir, recuerdo Escondidos en Brujas como de lo mejor de la década, aunque la de los psicópatas la tengo muy olvidada. Lo suyo es el tarantinismo asumido, con sus propias raíces teatrales, aunque igualmente brutal, poco prolífico, obsesionado con los enanos y las muertes crueles de menores. Cineasta-escritor libérrimo y capaz de elaborados artefactos narrativos, aquí con un guión caprichoso en apariencia, digno de estudio, que evoluciona haciendo saltar chispas entre una galería de personajes bastante memorables, a veces tirando de la réplica epatante (lo del cura, de lo más demagógico, aunque gracioso), algunos, más bien chistes con patas (la novia del ex). Pero Martin equipara a todos ellos con su mirada próxima, dispuesto a atisbar la humanidad hasta del mayor pedazo de mierda humana; ella y los verdaderos motivos traumáticos tras la campaña justiciera, el colgado del policía y su camino de redención, los sentimientos de un maltratador (muy arriesgado ésto), la humanidad profunda de un hombre enfermo... en un mundo donde el amor y la paz parecen por momentos inalcanzables.

Y lo mejor es que recuerda al cine genuinamente clásico yanki, cediendo el testigo a los intérpretes y al espacio, cual combinado de western y cine negro sin ápice de modernez... eso sí, sin el menor reparo a la hora de introducir el humor negro y la crueldad (lo del dedo perforado, como para taparse la cara) en medio de un drama de lo más jodido, con un poso triste; lo cómico hasta en lo peor y más sórdido, tal es la poco complaciente paradoja con la cual es golpeado el espectador. Entrevemos un fondo de racismo, homofobia (el personaje del Rockwell, en el armario), incluso el espinoso tema de Iraq... y curiosamente, aunque pudiera no venir a cuento, cobra su sentido. El final, por otra parte, no podía más que ser abierto, dejando al espectador decidir si harán lo que van a hacer o no lo harán. Finalmente, destacar los momentos de absoluta locura con base en unos muy bien puestos clímax musicales; el incendio de la comisaría, el clásico lío en la taberna, y muy especialmente, el Rockwell yéndosele la pinza y tirando al otro gilipollas por la ventana en plano-secuencia, magistral. En resumen, que me ha dejado con ganas de nuevo visionado.
 
Pues vengo de verla, y aún pareciéndome una buena película, incluso una gran película, me esperaba algo más leyendo comentarios y el éxtasis generalizado en todas partes desde hace un tiempo. Guión sólido en lo narrativo, creo que salvo en los personajes principales (Harrelson y Mcdormand) los otros me parece bastante desdibujados, especialmente Rockwell. Y digo desdibujado porque me parece un poco pillado con pinzas el arco dramático que sufre. Y sobre todo cierto tufillo maniqueo en los alivios cómicos de cara al espectador con la ridiculización de personajes, (el propio Rockwell o la novia del marido). Hay mucha inteligencia en los diálogos pero también mucha construcción de cara al espectador para que respire. Tampoco en la dirección me ha parecido que brille especialmente salvo momentos puntuales, y sí, me gusta mucho la ambigüedad del final. En fin una buena película pero de la que esperaba mucho más...
 
SPOILERS


Yo lo de Rockwell no lo veo pillado porque si algo sabemos de él al principio, al margen de su impulsividad psicópata y sus prejuicios, es que idolatra a Harrelson. El as en la manga de la(s) carta(s) está muy bien jugado para justificar un cambio tan radical pero, a la vez, como digo, coherente. A mí me gusta por arriesgado ese giro y mezclar el gag puro en una trama de racismo, abusos y violaciones también, pero entiendo que pueda descolocar e incluso indigestar.

Lo que no me gusta de cierta crítica con esta película es que la pongan de ejemplo contra los Coen por su no cinismo, los puteadísimos protas coenianos siempre me parecen tratados con amor.
 
El problema es que lo han tratado en un tono paródico para contentar al respetable. Se abusa de la ridiculización para obtener una risa fácil, y eso es típico de peli de Hollywood estándar; no me lo espero en algo como esto. Claro que la carta funciona, es el deux ex machina para justificar su posterior comportamiento. Es decir que cuando conviene es un completo retrasado para que la peña respire, y cuando no interesa sacamos la carta y lo adaptamos a esta nueva necesidad narrativa. No me parece coherente. A años luz de los personajes coenianos tontos de remate pero perfectamente construidos, véase Quemar después de leer. Otro ejemplo es la novia del marido. En la escena final en el restaurante es puro panfleto, de un indigno trazo grueso dentro de toda esta construcción narrativa; casi parece una escena de American Pie...
 
El problema es que lo han tratado en un tono paródico para contentar al respetable.

Yo no lo creo, menos en este tipo, en la de Brujas pasa lo mismo con Farrell, juega con los tonos, el gag, el drama y la tragedia de una forma muy brusca, es su manera de reirse y digerir las putadas de la vida. Te entiendo que pueda parecer concesión pero yo lo veo como rasgo muy típico de McDonagh, pasa incluso en 7 psicópatas.
 
En su día no me gustó demasiado En Brujas... Entiendo las intenciones, pero el rollo de guiño cómplice al espectador en base a convertir en tontos de baba a ciertos personajes sólo para dotar de fuerza al personaje de McDormand y no hacerla sufrir, es de trazo grueso. O la necesidad catártica después del arranque de psicopatía del poli de introducir a un Freamon justiciero (y negro), que anule la terrible injusticia que se acaba de cometer. Hay mucho maniqueismo en la idea de bien y de mal... Por eso lo interesante de verdad era la relación entre Harrelson y ella. Pero una vez fuera Woody...
 
Entrevemos un fondo de racismo, homofobia (el personaje del Rockwell, en el armario), incluso el espinoso tema de Iraq... y curiosamente, aunque pudiera no venir a cuento, cobra su sentido. El final, por otra parte, no podía más que ser abierto, dejando al espectador decidir si harán lo que van a hacer o no lo harán. Finalmente, destacar los momentos de absoluta locura con base en unos muy bien puestos clímax musicales; el incendio de la comisaría, el clásico lío en la taberna, y muy especialmente, el Rockwell yéndosele la pinza y tirando al otro gilipollas por la ventana en plano-secuencia, magistral. En resumen, que me ha dejado con ganas de nuevo visionado.


Hmm, interesante, puedes ampliar eso de Irak?

En cuanto al final, lo verdaderamente revelador no es tanto quedarnos con la duda de si lo matarán o no, sino la certeza de que los dos personajes conservan una meta, una razón para seguir viviendo y tirar para adelante. Que lo hagan juntos ademas abre la puerta a una posible relación entre ambos, y con Harrelson como referente moral es probable que esa absurda cruzada ( ignoramos si el tío en cuestión es un tocahuevos , un fanfarrón, un voyeur o un violador en serie ) termine como el resto de la película, a mitad entre la tragedia y el splastick.


SPOILERS


Lo que no me gusta de cierta crítica con esta película es que la pongan de ejemplo contra los Coen por su no cinismo, los puteadísimos protas coenianos siempre me parecen tratados con amor.




Lo de los Coen yo también lo pensé a raíz de esa entrevista que linkeastéis paginas atrás.
Yo si veo cinismo en los hermanos Coen, pero selectivo; suele ser mas con los actos y situaciones que con los personajes, y aún así no retratan del mismo modo a Frances McDormand que a William H. Macy en Fargo, o al Nota Bridges que al Josh Brolin de No country. No veo un ápice de cariño en los segundos ejemplos. Y son muy muy muy cabrones a la hora de trazar el arco dramático de un personaje como el de Oscar Isaac en Llewyn Davies; directamente se ensañan con él. Si eso no es ser cínico...

El problema es que lo han tratado en un tono paródico para contentar al respetable. Se abusa de la ridiculización para obtener una risa fácil, y eso es típico de peli de Hollywood estándar; no me lo espero en algo como esto. Claro que la carta funciona, es el deux ex machina para justificar su posterior comportamiento. Es decir que cuando conviene es un completo retrasado para que la peña respire, y cuando no interesa sacamos la carta y lo adaptamos a esta nueva necesidad narrativa. No me parece coherente. A años luz de los personajes coenianos tontos de remate pero perfectamente construidos, véase Quemar después de leer. Otro ejemplo es la novia del marido. En la escena final en el restaurante es puro panfleto, de un indigno trazo grueso dentro de toda esta construcción narrativa; casi parece una escena de American Pie...


El as de la carta es magistral no solo por Rockwell ( que tampoco pasa a ser un Marlowe; sigue siendo un patán que por ejemplo casi se vuelve a quemar al encender un cigarrillo :lol ) sino por el cambio que produce en McDormand. Su reaccion ante su ex-marido en el restaurante es un ejemplo de madurez.
 
Que las cosas que comentéis no sean tan redondas como en el cine de los Coen tampoco significa que estén mal aquí. La carta para Rockwell es un deus ex machina, pero funciona.
 
El as de la carta es magistral no solo por Rockwell ( que tampoco pasa a ser un Marlowe; sigue siendo un patán que por ejemplo casi se vuelve a quemar al encender un cigarrillo :lol ) sino por el cambio que produce en McDormand. Su reaccion ante su ex-marido en el restaurante es un ejemplo de madurez.

Claro, pero ese acto de madurez viene precedido de la victoria moral que supone desacreditar al marido en base a humillar al personaje de la novia veinteañera (¿lo de los caballos es polo o polio?) de una forma burda, muy de trazo grueso, como sucede a lo largo de toda la peli. Ese maniqueísmo moral me rechina muchísimo.
 
Lo de los Coen yo también lo pensé a raíz de esa entrevista que linkeastéis paginas atrás.
Yo si veo cinismo en los hermanos Coen, pero selectivo; suele ser mas con los actos y situaciones que con los personajes, y aún así no retratan del mismo modo a Frances McDormand que a William H. Macy en Fargo, o al Nota Bridges que al Josh Brolin de No country. No veo un ápice de cariño en los segundos ejemplos. Y son muy muy muy cabrones a la hora de trazar el arco dramático de un personaje como el de Oscar Isaac en Llewyn Davies; directamente se ensañan con él. Si eso no es ser cínico...

Pero el eje moral de Fargo es ella, no Macy, por lo que no la veo una película cínica a lo Haneke.

En No Country, literalmente, hacen lo que pueden por Brolin pero el eje es Tommy Lee y se impone su pesimismo de la realidad.

Llewyn la veo muy cercana a su protagonista, muy puteado, pero que nos muestran muy cercano, con sus virtudes y defectos. Creo que es un mantra a derribar el cinismo de los Coen.

Por ejemplo, recuerdo pocas cosas más tiernas que la secuencia final de amistad entre Gabriel Byrne y Albert Finney en Miller's.
 
El as de la carta es magistral no solo por Rockwell ( que tampoco pasa a ser un Marlowe; sigue siendo un patán que por ejemplo casi se vuelve a quemar al encender un cigarrillo :lol ) sino por el cambio que produce en McDormand. Su reaccion ante su ex-marido en el restaurante es un ejemplo de madurez.

Claro, pero ese acto de madurez viene precedido de la victoria moral que supone desacreditar al marido en base a humillar al personaje de la novia veinteañera (¿lo de los caballos es polo o polio?) de una forma burda, muy de trazo grueso, como sucede a lo largo de toda la peli. Ese maniqueísmo moral me rechina muchísimo.

Pero las hostias morales son cíclicas y ahí está la genialidad! La hostia más brutal de la escena del restaurante es la que recibe McDormand del enano, y la novia del ex yo la veo tratada con delicadeza, trata, desde su simpleza, de no interferir en el drama. Y ahí está la victoria de la comprensión en McDormand, respetar la relación.
 
¿Pero cómo va a ser cínica Inside Llewyn Davis? Si es uno de los mejores retratos de perdedores del cine americano reciente, en gran parte porque los Coen entienden al personaje y adaptan la narrativa a esa vida cíclica y desafortunada. El plano final es muy elocuente al respecto. No hay que confundir el descreimiento con el cinismo.

Y esta de McDonagh consigue algo muy complicado, que es mantener una mirada humanista que ni cae en el cinismo ni en el sentimentalismo. Me gusta mucho que se mencione a Whedon en relación a esta película. Ambos autores consiguen derribar, en gran parte, tópicos y arquetipos narrativos inertes, dando una necesaria vuelta de tuerca a cada personaje y situación. A veces basta un diálogo o un gesto para dignificar a un personaje.

Todo esto me ha hecho pensar en que estas películas, tan de dramaturgo, son una especie de manantial en el Hollywood moderno. Otra obra que a mí me parece más que interesante en este sentido es Manchester by the Sea, que también juega con estructuras e intercambios con un evidente origen teatral. Partiendo del teatro, estas películas adquieren una forma muy específica, que posee más capas que la gran mayoría de largometrajes americanos recientes. Quizá haya que volver a insistir en filmar conversaciones y espacios muy concretos para devolver algo de dignidad al cine americano.
 
Última edición:
Yo tampoco veo cinismo alguno en los Coen. Es más si hay cineastas que sepan manejar todo el amplio espectro de la condición humana en su doble condición tragicómica (el topos artístico de Demócrito y Heráclito, el filósofo que ríe y el que llora observando la locura del mundo) son ellos. Es más, podría incluso especificarse en -para mi- el mejor fragmento de su obra y que resume toda la filosofía de su cine. Creo que estas simples palabras concretan de manera desgarradora la visión de la humanidad coeniana, con todas sus luces y sombras.
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Pero las hostias morales son cíclicas y ahí está la genialidad! La hostia más brutal de la escena del restaurante es la que recibe McDormand del enano, y la novia del ex yo la veo tratada con delicadeza, trata, desde su simpleza, de no interferir en el drama. Y ahí está la victoria de la comprensión en McDormand, respetar la relación.

Pero esa victoria obedece a la ridiculización innecesaria del personaje, que en el fondo está construida para confortar al espectador. Las hostias morales me parecen perfectas y necesarias, pero nada tienen que ver las del enano que es un duelo entre personajes a la misma altura, que cuando habla el poli o la novia a los que humilla.

¿ Partiendo del teatro, estas películas adquieren una forma específica, que posee más capas que la gran mayoría de películas americanas recientes. Quizá haya que volver a insistir en filmar conversaciones y espacios muy concretos para devolver algo de dignidad al cine americano.

Por eso precisamente me molesta en esta película, que precisamente escapa a los códigos del cine de Hollywood habitual, ver detalles tan poco matizados. Otro ejemplo es como he dicho el personaje Lester Freamon. Aparece para dar una paliza moral a un tipo que acabamos de ver cometer una auténtica barbaridad. Es una venganza del autor para contentar al espectador, algo básico en el cine americano comercial que necesita de alivios como este. La peli es muy buena, pero detalles como estos no me la hacen sobresaliente.
 
No veo como la aparicion de lester freamon esta hecha de cara al espectador. Si viene de fuera es normal q tenga unos codigos morales distintos, no? A parte que el acto del rockwell con el chaval no necesita subrayados morales.
 
Pero las hostias morales son cíclicas y ahí está la genialidad! La hostia más brutal de la escena del restaurante es la que recibe McDormand del enano, y la novia del ex yo la veo tratada con delicadeza, trata, desde su simpleza, de no interferir en el drama. Y ahí está la victoria de la comprensión en McDormand, respetar la relación.

Pero esa victoria obedece a la ridiculización innecesaria del personaje, que en el fondo está construida para confortar al espectador. Las hostias morales me parecen perfectas y necesarias, pero nada tienen que ver las del enano que es un duelo entre personajes a la misma altura, que cuando habla el poli o la novia a los que humilla.

¿ Partiendo del teatro, estas películas adquieren una forma específica, que posee más capas que la gran mayoría de películas americanas recientes. Quizá haya que volver a insistir en filmar conversaciones y espacios muy concretos para devolver algo de dignidad al cine americano.

Por eso precisamente me molesta en esta película, que precisamente escapa a los códigos del cine de Hollywood habitual, ver detalles tan poco matizados. Otro ejemplo es como he dicho el personaje Lester Freamon. Aparece para dar una paliza moral a un tipo que acabamos de ver cometer una auténtica barbaridad. Es una venganza del autor para contentar al espectador, algo básico en el cine americano comercial que necesita de alivios como este. La peli es muy buena, pero detalles como estos no me la hacen sobresaliente.

Pero la ridiculización de la mujer del ex (lo del policía no sé a qué te refieres) la hace McDormand, no es objetiva, y si hasta ese punto se podía confundir el eje moral de la película con ella, precisamente, la escena inmediatamente anterior con el enano nos la "deslegitima", por lo que ese desprecio está sesgado y lo que sabemos de la novia es que es bastante decente, de hecho, con 10 minutos más de metraje seguro que nos gana con ella, es lo que hace con todos.

Lo de Lester Freamon lo veo más como un gag que como una recompensa, un gag por su primera aparición "tú qué estás mirando"; porque la falsa recompensa para el espectador la desmonta acto seguido, es decir, McDonagh se sirve de ese tópico de la recompensa moral contra un acto horrible para darle la vuelta, después de eso Rockwell pasa a ser casi el eje moral, lo que sería un final tipicote con un castigo y el confort del espectador, sólo es un reinicio (y Freamon no tiene nada que ver con ello!).
 
No veo como la aparicion de lester freamon esta hecha de cara al espectador. Si viene de fuera es normal q tenga unos codigos morales distintos, no? A parte que el acto del rockwell con el chaval no necesita subrayados morales.

Todo el arco dramático del personaje de Rockwell podría haber sido el mismo después de su acto horrible, es decir, expulsión, lectura de la carta, contrición y deseo de cambio, sin necesidad de una escena como la de Freamon, que es una píldora de justicia externa a la narración en la figura de Freamon. Durante todo este rato hemos visto u oído a un tipo sin escrúpulos cometer todo tipo de tropelías. Y llega Freamon, le canta las 40 y lo pisotea delante de todos. Es exactamente lo que el espectador medio espera y desea. Y el autor te lo concede...

Pero la ridiculización de la mujer del ex (lo del policía no sé a qué te refieres) la hace McDormand, no es objetiva, y si hasta ese punto se podía confundir el eje moral de la película con ella, precisamente, la escena inmediatamente anterior con el enano nos la "deslegitima", por lo que ese desprecio está sesgado y lo que sabemos de la novia es que es bastante decente, de hecho, con 10 minutos más de metraje seguro que nos gana con ella, es lo que hace con todos.

Lo de Lester Freamon lo veo más como un gag que como una recompensa, un gag por su primera aparición "tú qué estás mirando"; porque la falsa recompensa para el espectador la desmonta acto seguido, es decir, McDonagh se sirve de ese tópico de la recompensa moral contra un acto horrible para darle la vuelta, después de eso Rockwell pasa a ser casi el eje moral, lo que sería un final tipicote con un castigo y el confort del espectador, sólo es un reinicio (y Freamon no tiene nada que ver con ello!).

La ridiculización es constante en un personaje estereotipadamente estúpido, que sirve para que McDormand se encuentre mejor consigo misma (y por ende el espectador). Una victoria a pesar de todo. Y es la escena del restaurante es el enano el que se acerca a la mesa y les pregunta a la chica y al ex si de verdad ella ha sido capaz de escribir eso... Está claro que el faro moral lo marca Harrelson, que es de largo el personaje más interesante y que es el único que ve lo que hay en cada uno de ellos. McDormand no puede serlo nunca. Por eso me fastidian los vaivenes y los chistes tópico para desarrollar los personajes. Me molestan con Rockwell, que tiene momentos payasiles absurdos, y me joden con esta chica. Hay recursos de cine grueso, que en algo tan sólido tan refrescante, me la afean
 
Nogales, yo entendí que el sospechoso había estado en Iraq y lo que cuenta en el bar al amigo suyo era algo que habían hecho allí (cosa que recuerda a las tropelías de los soldados Abu Ghraib). Lo insinúa el jefe de policía al Rockwell (un país con "mucha arena") y éste no se cosca.
 
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