Es que pasa. Y de demagogia tiene poco, es una realidad. He estado mucho tiempo con los ingresos suficientes como para poder pedir la ayuda familiar. No es que pudiese, es que la necesitaba. Pero por una cuestión de ética (pensar que siempre hay alguien que la necesita más que tu y mal que bien, tu vas tirando), pues nunca la pedí. Gilipollas de mi. En el bloque de un familiar, hace un par de años vino a vivir una familia inmigrante. No trabaja ninguno de los dos. Ambos cobran subsidios, y no sé qué harán de tapadillo, pero acaban de comprarse un BMW. Y no lo digo por decir, es que ellos mismos presumen de ello.
Más. En el instituto de mi hija hay una ayuda (beca) para niñas con expedientes sobresalientes. El de mi hija es el más destacado de todo el centro, y nuestros ingresos eran mínimos en el momento de solicitarla. Contábamos con una de ellas. No nos la dieron. Había "otras prioridades" (palabras textuales).
Es lo mismo que con los menas. Queda muy progresista y muy concienciado decir que son "niños solos" y que VoX es fascista. Hasta que una pandilla de ellos acosa y asusta de muerte a tu hija camino a casa (me ha pasado). O una amiga de tu mujer, trabajadora social, te cuenta que intentó violarla uno de ellos, que les tiene auténtico pánico, que se lo tienen que consentir todo porque son muy violentos, y que le han confesado su verdadera edad en más de una ocasión. Ni uno solo es menor de edad en el piso que le han destinado. NI UNO.
O con la violencia de género. A un compañero de EGB, la zorra de su mujer (no es un insulto, es una descripción) le ha arruinado la vida hasta el punto de tener que abandonar su ciudad (Madrid) y su trabajo para tenerse que ir a casa de sus padres en Cádiz y cenar todas las noches en el mismo bar para que el dueño pueda testificar que estaba allí y no pegando a su mujer. Todo ello amparado por la ley de violencia de género y su asquerosa destrucción de la presunción de inocencia.
Y claro, cada vez hay más gente dándose de bruces con esas realidades. Realidades que quedan muy lejos de la burbuja de Galapagar, desde donde es muy sencillo dar lecciones de moral. Y por eso cada vez más gente vota a VoX. No por que sean fascistas, sino porque están (estamos) HARTOS. Y cansados de que los partidos que nos representaban se hayan arrojado en brazos del giliprogresismo y lo políticamente correcto. Aunque no compartamos todos las propuestas de VoX, al menos vemos que van de cara y dicen lo que piensan, sin plegarse a las hordas del izquierdismo y sus postulados de moralidad absolutos. VoX es total y absolutamente NECESARIO como contrapeso al machaque contínuo al que nos someten, y por eso les apoyo.