La película, apenas aguanta media hora, cuyo inicio hace albergar alguna que otra esperanza, sin embargo, cuando el bombardeo de efectos visuales y sonoros hacen un punto y seguido comienza el popurrí de dialogos rimbombantes y grotescos de la pareja protagonista, se derrumba lo inicialmente construido. El ritmo se diluye y se eternizan las situaciones conduciendo al espectador a un soporífero espectáculo anecdotario que hace del resultado final, algo penosamente acabado.
Adaptación malograda, eso de ópera espacial me hace gracia, sinceramente, y en fin, es una pena porque de esto podría haber salido algo maravilloso de no haber caído en manos del chapucero megalómano de Besson.
No hablo de la parejita, a la que se le atribuye más protagonismo a Cara, que es como un producto muy preparado al estilo whopper, con muy buena pinta, sabor adictivo y de contenido muy pero que muy vacio de lo que poco se puede aprovechar. Del otro, del que casi ni me acuerdo no digo nada porque nada aporta a esta cosa llamada película "blockbuster".
Otra estafa veraniega, que se gana a pulso junto con la apestosa "Rey Arturo", el premio a la basura estival 2017