Cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1999 trajo consigo el fin de todo un sistema político en Venezuela, un país con una larga tradición democrática. Para los que estudian la institucionalización de los sistemas de partidos este caso es relevante. Si no tenemos unos partidos institucionalizados (es decir, partidos que dentro de los parámetros de la incertidumbre sean previsibles), los votantes tienen más complicado participar en política y conseguir elecciones representativas, se vuelve más difícil el control electoral de los gobernantes y se abre la puerta a partidos anti-sistema. La victoria de Chávez, que entronca con esto último, supone la defunción de la vieja partitocracia que existió hasta la fecha en aquel país. Aunque en otro lado ya hemos intentado explicar por qué el líder bolivariano se consolidó en el poder, creo que puede ser interesante dar un paso atrás en el tiempo para intentar ver qué elementos hicieron saltar por los aires el sistema de partidos venezolano.
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