Si la de Superman era un engendro aborrecible desde el primer minuto, ésto es esa película pretendidamente cool que te tragas con cierto agrado, que visualmente tiene buena pinta (con una estética comiquera muy atractiva además), que tiene unos personajes que llaman la atención... pero que se desmorona como un castillo de naipes en cuanto te das cuenta, a poco que empiezas a pensar en ella una vez ha quedado atrás tanto ruido y furia de cancioncitas, poses y diálogos pretendidamente memorables, de que nada tiene sentido, de que no existe un tono definido, una mínima coherencia interna, de que no hay nada que justifique el tinglado y haga salir a la película de la más absoluta arbitrariedad. Me remito a la crítica de Loulogio sobre semejante desaguisado.
El Joker, ese personaje del que habla todo el mundo, esa caracterización supuestamente brillante de Jared Leto, no aporta un carajo. Las presentaciones de cada miembro del escuadrón, en plan fichita unas, en plan atropellado y “nos la pela todo e incrustamos a este personaje como nos sale del orto” de otros, son el putísimo colmo del cutrismo más absoluto. Las relaciones y las historias personales de cada uno oscilan entre la cursilería de un telefilm de sobremesa y las gracietas más inocuas que imaginarse puedan. Agujeros de guión del tamaño de cráteres marcianos. ¿Tan complicado era escribir un buen guión, a partir de algo tan aparamente falto de pretensiones? Pues va a ser que sí, y sin encima los lumbreras del estudio meten sus narices donde no deben, el cagarro está servido.
Está claro que hacer una película de superhéroes coral, con personajes bien definidos en cuanto a psicología, motivaciones, interacciones, cada uno con su importancia, con un argumento sólido y no fundamentado únicamente en el mira cómo molo, con diálogos verdaderamente ocurrentes y con un buen equilibrio entre lo cómico, lo dramático y la pura acción... no es tarea fácil, y desde luego los responsables de DC apenas han conseguido hacer bien un carajo.
Margot Robbie está muy buena, seguro que hay acuerdo con eso. Y al menos aquí no está el infecto Zack Snyder y nos enteramos de algo; gracias, David Ayer.