Atreyub
En busca y captura
Otro que no tiene hilo... ya va siendo hora, me imagino. Ya sólo por Ben-Hur se lo merece por derecho propio.
Un director que sólo he visto, hasta ahora, "Vacaciones en Roma", un clásico magnífico, donde Roma es más que una ciudad y una pareja de actores (Hepburn - Peck) en una romanticada maravillosa.
¿Qué me contais de él?
Pero lo más importante es que, hoy, que tenía 4 horas disponibles me he sacado de encima no una espina sino un tronco, por fin. Sorel, tendrás que buscar otro clásico con el qué chincharme.
- Ben-Hur (id, 1959)
Hacer una crítica sin decir lo obvio y no parecer reiterativo es trabajo arduo pero... ¡leñe, que clásico más mastodóntico!. Una auténtica obra maestra sin lugar a dudas y sin paliativos. Película basada en la novela "Ben-Hur" de Lew Wallace que ya fue llevada en 1925 a la gran pantalla pero que 34 años más tarde William Wyler tuvo a bien volverla a llevar a la gran pantalla con el Technicolor y el formato panorámico, cuando la MGM estaba en gravísimos apuros económicos.
El resultado fue la salvación de un gran estudio, la recaudación de 11 premios de la Academia (no volvería a suceder algo igual hasta 1997 con Titanic) y que es todo una odisea. El viaje de Judá Ben-Hur (un Charlton Heston impresionante, con un registro de matices y emociones digna de aplauso: su forma de mirar con odio, de transmitir tristeza o decepción), un príncipe judío condenado injustamente a las galeras y que tendrá todo el tiempo del mundo para planear su venganza contra su enemigo Messala.
Una película que cuenta con casi 4 horas para exponer la épica de una época y el intimismo de la amistad, el amor, junto con la plasmación de valores y registros emocionales como el perdón, el amor o la venganza. La película acaba conjuntada paulatinamente con el género religioso (se presenta a Ben-Hur en varios momentos importanes de la vida de Jesús) o el cine espectáculo (toda la carrera de cuádrigas: clásico entre los clásicos que no ha perdido ni un ápice de su fuerza y garra visual. George Lucas copiaría y homenajearía toda esta parte en su ep. I).
Una película perfecta en la gran mayoría de sus apartados: mención aparte a su reparto, perfectamente elegido al igual que la fotografía que es de una magnicidad asombrosa, dando un significado completo a lo que la palabra cine (con mayúsculas) se refiere. Imprescindible toda la historia de amistad rota entre Messala y Ben-Hur, o como éste es enviado a galeras (una escena portentosa y agobiante a partes iguales) dando paso a esa batalla naval de una fuerza narrativa portentosa. Un clásico imprescindible y que ha acabado convirtiéndose por derecho propio en uno de los títulos más magistrales a los que me haya podido enfrentar.
Un director que sólo he visto, hasta ahora, "Vacaciones en Roma", un clásico magnífico, donde Roma es más que una ciudad y una pareja de actores (Hepburn - Peck) en una romanticada maravillosa.
¿Qué me contais de él?
Pero lo más importante es que, hoy, que tenía 4 horas disponibles me he sacado de encima no una espina sino un tronco, por fin. Sorel, tendrás que buscar otro clásico con el qué chincharme.
- Ben-Hur (id, 1959)
Hacer una crítica sin decir lo obvio y no parecer reiterativo es trabajo arduo pero... ¡leñe, que clásico más mastodóntico!. Una auténtica obra maestra sin lugar a dudas y sin paliativos. Película basada en la novela "Ben-Hur" de Lew Wallace que ya fue llevada en 1925 a la gran pantalla pero que 34 años más tarde William Wyler tuvo a bien volverla a llevar a la gran pantalla con el Technicolor y el formato panorámico, cuando la MGM estaba en gravísimos apuros económicos.
El resultado fue la salvación de un gran estudio, la recaudación de 11 premios de la Academia (no volvería a suceder algo igual hasta 1997 con Titanic) y que es todo una odisea. El viaje de Judá Ben-Hur (un Charlton Heston impresionante, con un registro de matices y emociones digna de aplauso: su forma de mirar con odio, de transmitir tristeza o decepción), un príncipe judío condenado injustamente a las galeras y que tendrá todo el tiempo del mundo para planear su venganza contra su enemigo Messala.
Una película que cuenta con casi 4 horas para exponer la épica de una época y el intimismo de la amistad, el amor, junto con la plasmación de valores y registros emocionales como el perdón, el amor o la venganza. La película acaba conjuntada paulatinamente con el género religioso (se presenta a Ben-Hur en varios momentos importanes de la vida de Jesús) o el cine espectáculo (toda la carrera de cuádrigas: clásico entre los clásicos que no ha perdido ni un ápice de su fuerza y garra visual. George Lucas copiaría y homenajearía toda esta parte en su ep. I).
Una película perfecta en la gran mayoría de sus apartados: mención aparte a su reparto, perfectamente elegido al igual que la fotografía que es de una magnicidad asombrosa, dando un significado completo a lo que la palabra cine (con mayúsculas) se refiere. Imprescindible toda la historia de amistad rota entre Messala y Ben-Hur, o como éste es enviado a galeras (una escena portentosa y agobiante a partes iguales) dando paso a esa batalla naval de una fuerza narrativa portentosa. Un clásico imprescindible y que ha acabado convirtiéndose por derecho propio en uno de los títulos más magistrales a los que me haya podido enfrentar.