Llevo tiempo escuchando entrevistas de Juan Ignacio Blanco (muchos detalles interesantes, pero también le echa mucho morro), leyendo el sumario, opiniones de todas las fuentes posibles. Y la verdad es que el asunto huele mal.
No me creo NADA.
Este ha sido siempre un país de chanchullos, cagadas y encubrimientos (y lo sigue siendo, por desgracia). De amiguismos y de cadenas de favores, corporativismo a saco; lo es con los chanchullos económicos, ¿porqué no en cosas?
No sé el porqué. Apenas estoy empezando a empaparme sobre el asunto; el móvil es lo más importante, y no está nada claro. Las teorías que hay por ahí son muy locas, igual que mucha gente que estudia este tema, que raya la enfermedad mental (a mi me llegaron a llamar "encubridor de pedófilos y asesinos de niños" por avisar a un gilipollas en un blog de que acusar públicamente al emérito de este tema le podía meter en un lío).
Niñas secuestradas, torturadas, violadas, muertas. Terrorismo aparte, estamos hablando del peor crimen cometido en este país en el siglo XX. Me imagino a los teléfonos "rojos" de los despachos echando humo. E independientemente de dónde llegara la culpabilidad, me imagino algo en lo que todos se pondrían de acuerdo: Algún pringao tiene que ir a la cárcel.
Que hubo culpables, es evidente. Pero, ¿Ricart y Anglés? ¿De verdad? Porque lo que hicieron con Anglés fue de juzgado de guardia: nos lo vendieron como una mezcla de Charles Manson y Lupin III, por un lado un delincuente sexual pirado capaz de las mayores maldades, por otra, una especie de agente secreto que fue capaz de hacer quedar en ridículo a toda clase de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en su fabulosa huída... falsificación de documentos, evasión, capacidad para moverse entre países, disfraces... me parece mucha tarta para alguien que era, a todas luces, un camello y un chorizo y poco más.
Más allá de exageraciones y maguferías varias, hay unas cuantos datos que dan qué pensar, y que son hechos, o cuanto menos dudas razonables: el intento de secuestro de una de las niñas tiempo antes de la desaparición (se encontró con un encapuchado en el portal de su casa y solo se salvó de aquello por la aparición de un vecino). Aunque se han dado tantas versiones de esta historia que la pongo en duda.
¿Como es posible que la primera autopsia realizada fuera tan someramente CHAPUCERA? Estamos hablando del crimen no político más importante cometido en nuestro país en mucho tiempo, joder, ¿como no llamaron a un equipo de expertos, y se lo dejaron a forenses "de pueblo"? Ni siquiera encontraron la cruz de Caravaca que el profesor Frontela encontró en un cadáver durante la segunda autopsia. Y el descubrimiento de los cuerpos... ¡es un chiste! Pruebas que se perdieron por el camino, gestiones que no se hicieron, chapuzas... las diferencias horarias de algunos testimonios son bastante curiosas.