Respuesta: 25 años sin el sordo de Calanda (Luís Buñuel)
Susana
Una joven huida del reformatorio va a parar a una hacienda donde es acogida como sirvienta. Cuando comienza a seducir a los hombres, el idílico orden del lugar se tambalea peligrosamente… Perteneciente a la etapa mexicana de Buñuel y realizada poco después de la magistral Los olvidados, esto es básicamente un melodrama de pasiones exacerbadas, del cual se sirve inteligentemente el aragonés para hacer de las suyas y reflejar de nuevo sus obsesiones y sus contradicciones. Susana, aparentemente inocente y desvalida, es en realidad una “femme fatale” que hace brotar en los hombres los más bajos instintos, pues el sexo forma parte de la verdadera naturaleza humana y es capaz de hacer añicos la mentira de la razón y de la civilización.
Lo exagerado y poco creíble de los acontecimientos realmente viene a acentuar el discurso, es decir, cómo algo tan simple es capaz de echar por tierra un orden social entero. Lo peor es el empalagoso final impuesto a fuerza, que posiblemente habría sido más cabrón si hubiera dependido de Buñuel. Pero aunque tiene una historia muy folletinesca entre manos, mantiene presente su fetichismo y su erotismo disimulado, que convierten a Susana en un personaje demoníaco, la evidente “mala” de la película, a la que sin embargo le acabamos dando la razón… Tiran más dos tetas que dos carretas.