Es más o menos oficialista el documental, pero ahí deja de fondo en realidad, y todo el rato, la teoría alternativa a través de pistas, locuras o indicios. El caso Alcasser parece un mcguffin para lo que verdaderamente importa: el PADRE, de coraje a usurpador de cuentas de Banesto "es mi dinero y si quiero una fiesta pues la hago." Tampoco creo que lo quieran desprestigar, simplemente se expone lo que pasó y dan voz prácticamente a todo el mundo. Aunque entiendo que la gente pueda pensar lo contrario. Los docus de episodios ocupándose de un caso real, al final, siempre están sesgados, sino mirad, Making a Murderer.
La cosa decae algo cuando se tiran dos episodios con el juicio y a mi esto me aburre sinceramente, aunque hay momentos gloriosos como el abogado de la acusación popular recitando las mil y una preguntas que no contesta Ricart o la lucha de forenses. Escalofriante el saludo entre el padre y el hermano quinqui Anglés. Para quedarse a cuadros. Y luego van al Missisipi. Delirio. O el otro hermano zumbado diciendo "yo soy experto en falsificar voces.", "esa no es mi voz" ante las risotadas del público.
El primer episodio es glorioso. Lobatón tiene la dignidad de dar la cara y lavar su imagen. La Susanna Griso/Ana Rosa de la época, la desvergonzada y ultra pendona víbora Nieves Herrero nos da momentos absolutamente de terror: cortes a publicidad en medio de la tragedia televisada con cientos de familiares ahí sentados en Asamblea, coacciones a menores "pero a ver, dime la verdad, pensábais fugaros?", Olga Viza apareciendo como el que anuncia un fichaje en el deporte: "atención, la policia nos informa de que han detenido..." mientras el público aplaudía. LA FRASE de Campo Vidal para justificar ponerse en contacto con una de las madres en medio del puto telediario: "Nos da apuro llamar, pero nuestro obligación profesional es llamar." Qué canallas. No hay profesión más repugnante que la de periodista.
Sobre la teoría conspirativa, como decía está ahí en el ambiente, pero no hacen una radiografía de cómo era la sociedad española de la época. No les interesa, pero esto es vital si quieres hacer valer la hipótesis B: era la época postmovida madrileña, y estaba en pleno auge la ruta del bakalao, movimiento clubbing absolutamente icónico no sólo en España, sino en Europa. Valencia, Alicante, Murcia, y si, aquí también en Albacete había cierta discoteca en un pueblo -Casas Ibañez- que formaba parte del fenómeno. Pero claro, Valencia era el eje central, donde había ingentes cantidades de dinero ahí metido, y empresarios y políticos estaban de lleno en esto. De echo, el documental de Francino famoso de Canal plus -se habla de que el Gobierno estaba detrás- paró todo esto dándolo a conocer a la opinión pública porque estaba absolutamente desmadrado. Yo era un crío aquí pero a mitad de los 90, hermanos de amigos, conocidos que son un poco mayores que yo me han contado lo que se cocía allí: era una pequeña Colombia en su acto final permitido por las élites valencianas, absolutamente hedonistas en esos tiempos. Esto de verdad, era el caldo de cultivo perfecto en el caso de que creas en esta especulación tan real como irreal.
Ahora, esto quiere decir que había orgías, yellows kings de true detective, asesinatos en 8 mm, bar España y demás? Ni de coña. Bulazo todo esto. Lo tengo clarísimo. Otra cosa es que la investigación fuera en parte un tanto chapucera con escenarios casi fabricados -lo del papel encontrado de Anglés con la cepa de SIDA puesto ahí canta por soleares-, el pésimo dispositivo policial para encontrarlo, el chanchullete de los forenses, tanto de unos como del Frontela, y una y mil cosas que te pueden hacer dudar: la Guardia Civil no permitiendo asaltar una serie de chalets al principio de la investigación cuando uno de los porteros de la discoteca había hablado de que estaban allí.... pero vamos, que si, que puedes llegar a pensar que un ricachón se divirtiera -esa tercera persona que falta- y hubiera contratado a los Sawyer/Anglés, recién salidos de la América paleta profunda. Es que a saber, como que hubiera más raptos en aquella zona y si tenían o no algo que ver -caso Bar España.-
Lo de las cintas de J.I. Blanco, farolazo del bueno. Es el puto Ben Kingsley apareciendo en películas del inframundo.
Ni hablo del final porque en cuanto ha salido una tipa vestida de morado, y sabiendo lo que pasaba, ahí me he quedado.