ALAN MOORE: This dude, this hippy, this british, this genious

No está tan mal como me imaginaba, es un color bastante sutíl. Pero claro...al mismo tiempo, ¿para qué hacerlo?
 
Para sacar más pasta.

Yo tengo ésa obra tan asociada al B&N que añadirle color, sea el que sea, me parece :pota

Anyway, el que aún no lo tenga ahora tiene más donde elegir.
 
Parece que Jerusalen saldrá en edición tres tomos con estuche (como la inglesa) el 27 de noviembre a un precio de 57 euros.
 
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Alan Moore y Dave Gibbons celebrando la publicación de Watchmen (1987)
 
Refloto este post porque hoy me ha dado por recuperar/completar lo que me falta de La liga de los hombres extraordinarios. Tengo los dos primeros volúmenes en tapa dura. El caso es que le perdí la pista a la serie y luego por aquie enteré de la existencia de "El dossier negro". La compra se quedó en intención como tantas otras cosas.
Total que miro en Amazon y me veo que supongo en plan reedición (edición trazado pone), que hay 3 volúmenes. Supongo que el tercero será una continuación y aparte el ya mencionado Dossier negro.
Aparte habrá que esperar a que el volumen 4 salga por estos lares, no?.
Muchas gracias de antemano por la ayuda.
 
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Todo gran artista tiene una obra que funciona como compendio de su labor, reunión de sus obsesiones, su obra de genio desatado, sobrado, frente a la que sólo podemos venerarle cual putitas y dedicar el resto de nuestras míseras vidas a descifrar los mil guiños y significados ocultos en el apretado texto literario y visual con el que Moore nos acribilla la mente. Le sirve como base una historia, cómo no, de superhéroes, aunque ésto desde luego es quedarse corto porque su Promethea, una especie de amazona guerrera que también es musa y semi-divinidad, es sobre todo un mito o arquetipo puro, una “historia viviente” originada en la antigüedad pero reinterpretada a lo largo de las diversas épocas, asumiendo las más variadas encarnaciones y siempre ligada a la inspiración, la invención artística, o la liberación de las mentes frente a cierta rigidez de esquemas, como los de algunas religiones, como la de un mundo moderno hiper-tecnificado y defendido por “héroes científicos”, mismamente.

La edición en castellano se divide en tres tomos y no sin razón, pues la serie consta de unas etapas bien diferenciadas, siendo la primera la que nos presenta a los personajes y pone las bases de un argumento abundante en ramificaciones, muy deudora del amigo Neil Gaiman en su afán cuentístico, mitológico y en erudición tan british. La segunda, como cuerpo central del cómic, es nada menos que un viaje espiritual a través de las esferas de la cábala, una especie de buddy movie mística y en clave femenina hacia el núcleo de la existencia, por entornos imposibles y conceptos de una grado cada vez mayor de abstracción, que puede recordar a la “divina comedia” de Dante, al tiempo que seguimos el proceso de formación y entrada en la madurez de nuestra heroína y su múltiple identidad. El último volumen se parece más a Watchmen, con una trama más trepidante, con los habituales y audaces recursos narrativos, más héroes, villanos y planes malévolos, con dosis de sátira y juego con los estereotipos comiqueros superheroicos (anda por ahí otra creación de Moore como es la de Tom Strong).

En mitad de todo esto, y aunque no soy el más adecuado para apreciarlo, hay que valorar el trabajo sobrehumano de un dibujante cuyo estilo cambia continuamente. Y es que, como narración gráfica, los autores tantean constantemente los límites del medio y lo hacen con una imaginación desbordada; una locura en cuando a disposición de viñetas, sobredosis de detallismo e información por página, continuas alusiones simbólicas… nos tiran a la cara un polvazo tántrico muy peculiar, o un recorrido por la historia de la humanidad y del cosmos tomando como base los arcanos del tarot, episodios muy experimentales que funcionan cual monólogo o incluso como fuga musical insertada en el relato principal. A todo esto, no escasea el sentido del humor, unos running gags que recuerdan a los actuales memes de internet… se nota que es una obra muy imbricada en aquellos principios de los 2000, el cambio de milenio y sensación de “fin de la historia”; siempre una idea de apocalipsis en Moore, o cataclismo que de algún modo va a cambiar a la humanidad para lo bueno y para lo malo.

Al final, tras las grandes dosis de misticismo, filosofía, conocimientos religiosos y científicos (para nota el capítulo puramente ensayístico a modo de conclusión) que vuelca el barbudo hippiesco, permanece una idea que evita que todo el tinglado caiga en el magufismo descarado o en la cuñadez. Esto es, en sus formas y en el fondo, una oda a la imaginación, entendida como la capacidad humana de percibir la realidad mediante conceptos mentales, imágenes y lenguaje; un universo sin límites y con entidad propia más allá de lo que entendemos por “mundo real”, en el que se encuentra la base del arte, de las ficciones ideológicas, del progreso técnico-científico también. Todo es verdad, todo es invención, nuestra forma de entender el tiempo, el espacio, la memoria… así como la creatividad del artista, todo puede decirse que es “mágico” en su raíz última.

Entre el material complementario de la edición me quedaría con las historietillas de “La pequeña Margie en la tierra mágica y vaporosa”, una especie de entrañable y melancólico homenaje carroliano a la etapa más ingenua y primitiva del cómic, otra pequeña genialidad del Alan.
 
El enésimo ejemplo de que ser un buen autor no te hace buen crítico. Pero estamos habituados a sobrevalorar las opiniones de cualquier "artista" como si fuera la palabra de Dios, cuando la cantidad de rebuznos que sueltan pueden estar a la par de sus obras maestras. Y encima, que ideologicamente hablando, Moore es un rojo idiota.
 
Prefiero los rebuznos de un anarquista (no rojo) idiota capaz de escribir From Hell que los de cualquier forero con aires de grandeza.
 
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