Aquí otro que por el temido factor WAT ha visto este despropósito de película. Estuve tentado de decirle que las valoraciones eran más bien negativas, pero por una vez que le hacía ilusión una película, no quise decepcionarla. Además, ella es otra enamorada de esa gran isla/pequeño continente.
(algún spoiler moderado)
Al final, ella misma tuvo que rendirse a la evidencia: la película es mala con avaricia. Intenta ser muchas otras películas clásicas, como "Lo que el viento se llevó" o "Memorias de África" pero fracasa de pleno. Aparte del problema de que parece una miniserie en cuatro capítulos, lo que hunde absolutamente a la película es su incoherencia de guión.
En primer lugar, en cuanto al tono. Al principio, cuando llega la Kidman a Australia, parece la Kate Capshaw en el templo maldito (¡mi ropa interior! ¡mi sombrerera! ¡me he roto una uña!), o con ese grupo de vaqueros medio de coña que parece sacado de Piratas del Caribe. Si fuese a ser así (decía la Kidman que el personaje era como el de Katharine Hepburn en la reina de Africa -¡herejía!), entonces escenas tan dramáticas como la del depósito de agua chirrían por completo. Es una película que empieza como Cocodrilo Dundee y termina como Pearl Harbor.
En segundo lugar, el propio personaje de la Kidman. Mi hermano decía que una de las características de las novelas de Alberto Vázquez-Figueroa es que los personajes cambiaban totalmente de personalidad según conviniese a la trama. Pues lo mismo pasa con la lady inglesa: ahora no quiero el rancho, ahora sí, ahora lo voy a vender al malo que sé que es muy malo, huy no, que aparece Lobezno y entonces no vendo, ahora lo vuelvo a vender... Dios santo.
Por no hablar de la misión para los niños mestizos en algo parecido a la isla de Papillon, con un cura que hace horas extras en un puesto avanzado del ejército para informar de movimientos japoneses. Claro que así le va.
Y el malo... ¿qué decir del malo? Yo me puedo creer que el malo de Once upon a Time in the West necesite las tierras de Claudia Cardinale, porque sabe su importancia. Pero este malo lo hace sólo de puro malo que es. Ya sólo me faltaba oírle decir "¡Viva el mal! ¡Viva el capital! Pero qué mala soooy!"
La fotografía, un auténtico despropósito. Claro que en el fondo puede tener sentido: una actriz ultraoperada, filmada sobre unos fondos absolutamente sintéticos. El signo de los tiempos.
Y tendría que caérseles la cara de vergüenza de reciclar Over the Rainbow para uno de los clímax de la película. Es como si nos estuviesen dando un codazo y diciendo "eh, que el mago de Oz fue una obra maestra, y esto también es una obra maestra, ¿que no?".
Sobre el tema de la "generación robada", ya hay una película mucho más válida sobre el rapto de niños medio aborígenes. Se llama Rabbit-Proof Fence. El "malo" es un sólido Kenneth Branagh. Y dentro de su bajo presupuesto, es mucho más digna que este quiero y no puedo.
Poca cosa se salva de este desastre. Bueno, sí, admito que la escena de Jackman exhibiendo torso será francamente sensual para aquellas/os que sientan atracción por ello, pero ni aun así compensa.
Ahora que la acaban de anunciar en DVD y Blu-ray, no perdáis la ocasión de no verla.