Con
300 millones de dólares (285 millones de euros) de presupuesto estimado,
Spectre promete ser la entrega más cara de la saga de
James Bond, cuando no una de las películas más costosas de la historia. Ahora bien: los productores del filme, que dirige
Sam Mendes y protagonizan
Daniel Craig, Christoph Waltz y
Monica Bellucci, han encontrado una forma de paliar tamaño desembolso:
poner a 007 al servicio del gobierno mexicano. De acuerdo con la web de información fiscal
Taxanalysts (vía
The Hollywood Reporter), las autoridades aztecas han ofrecido
19 millones de euros en incentivos al filme a cambio de que éste
“ofrezca una imagen positiva del país”, alejadas de los usuales tópicos sobre la corrupción y el narco.
Citando uno de los correos electrónicos
hackeados durante el ataque cibernético a
Sony, Taxanalists ofrece una lista de las condiciones a las que
Spectre habría debido avenirse para recibir la subvención. Entre ellas está la de
presentar a la primera ‘chica Bond’ mexicana, un papel que finalmente ha correspondido a la actriz
Stephanie Sigman (Miss Bala). Además, Sony habría aceptado
realizar cambios en el guión: si el libreto original de
Neal Purvis y
Robert Wade mostraba un complot para asesinar al alcalde de la capital mexicana, dicha conspiración tendría ahora como víctima al embajador de un país extranjero. Además, las condiciones obligan a los productores a mostrar áreas modernas de la ciudad y, finalmente,
a retratar positivamente a sus fuerzas de seguridad, que deberían ser descritas como “una fuerza especial”.
Si bien la saga de James Bond se caracteriza últimamente por ingentes cantidades de
‘product placement’, Taxanalists señala que estos cambios en la película van mucho más allá de lo usual cuando se trata de cazar incentivos fiscales. El periodista
Ioan Grillo, por su parte, tiene dudas sobre este lavado de cara:
“Si el gobierno quiere dar una buena imagen de México, haría bien en cambiar primero la realidad, deteniendo las desapariciones y las masacres”.
