SPOILERS
Vista en blu-ray (benditas rebajas):
Resulta muy curiosa (y significativa) la irrupción tan próxima en el tiempo de varios westerns que, aun siendo completamente diferentes, comparten un especial énfasis en la utilización de la simbología religiosa y que, además, esconden un comentario más o menos sutil sobre el sexo femenino (y, por lo tanto, también del masculino): Bone Tomahawk, The Hateful Eight, The Homesman, Dark Valley... En cualquier caso creo que la forma que tiene Zahler de ingeniar su discurso es especialmente destacable (reminescente de Signs, pero plasmado de forma muy diferente... casi invisible); veamos:
El elemento femenino de la película (Mrs. O' Dwyer; la mujer del alcalde interpretada por Sean Young; incluso la difunta esposa de Chicory, como él bien se encarga de recordar) se queja siempre de la estupidez masculina; pero es esa supuesta estupidez la que salva, en último término, la situación. Y todo orquestado, además, por el patriarca supremo: Dios. Cuando ese par de desgraciados salteadores de caminos irrumpe en el territorio infernal de los trogloditas ("el sol cambia de dirección"; "estamos en el infierno") se desencadena un mal que sólo el Altísimo puede contrarrestar. La tormenta que desata a continuación sobre Bright Hope (me gusta mucho como se remarca su presencia omnisciente mediante el plano del sol) hace que Mr. O' Dwyer se suba al tejado de su casa para arreglarlo (dada su testarudez) y se rompa la pierna (aquí está la clave de todo). Gracias a ello estará presente cuando secuestren a su esposa y, además, llegará el último al valle, lo que hará que pueda triunfar a la hora de rescatarla (que los otros dejaran un rastro de piedras que él pudiera seguir le parece una estupidez a su señora... pero resulta que no era tal). En cada giro inesperado en la situación del grupo, que ayuda a que el esposo herido no llegue al valle junto a los demás, aparece esa presencia divina (el crucifijo del mejicano cuando se quedan sin los caballos; el que asoma convenientemente de la camisa de O' Dwyer cuando se pelea con Brooder, cae malamente y están a punto de cortarle la pierna, etc.).
Mr. O' Dwyer resulta ser el verdadero protagonista de la película y, con él, una conservadora y (ya) inusual forma de ver el mundo (fe, defensa de la familia, modales exquisitos, nada de excusas, nada de quejarse ni de lloriquear aunque estés pasándolas putas, arrojo para hacer lo que se considera correcto, etc.) que contrasta con el cinismo más actual de Brooder (lo del precio de las canciones deja claro desde el principio que no es tan listo como se cree). Ya en la presentación del matrimonio llama poderosamente la atención la escena de cama: ella adoptando el rol activo, cabalgando encima, debido a la herida sufrida por su esposo; él sintiéndose manifiestamente incómodo ante un hecho que considera contranatura por lo que finalmente le espeta "Vamos a hacerlo correctamente (the RIGHT way)" y cambian de posición. Durante el viaje lo vemos bendecir la comida de campaña (es el único que se persigna al final), aplastar con saña una serpiente (tentación, debilidad) mientras vaga alejado del resto para rumiar en soledad su dolor (durante una parada del grupo), pide perdón a los demás (al perder los nervios) e incluso a Dios (por maldecir) en varias ocasiones (y finalmente solicita su ayuda una vez más antes del desenlace: "para esto he rezado toda mi vida"). La influencia post 11S (consciente o no) de todo el asunto (que responde a cierto imaginario del americano medio: cuevas donde se ocultan gentes extrañas que secuestran a los nuestros para lastimar su carne de forma aterradora y que tratan a las mujeres como ganado) da que pensar... Y no hay respuestas obvias en la película. Una escena tan ambigua como la del circo de pulgas podría utilizarse para darle la vuelta a la tortilla: lo que parece una loa a los viejos valores para afrontar esa nueva y brutal amenaza podría no ser más que otra reflexión postmoderna sobre ficciones balsámicas que, en último término, resultan ser sólo humo; inútiles; inocuas (o tal vez no...). En ese sentido también destaca el plano aéreo del final donde los tres supervivientes atraviesan el ¿cementerio? (más bien Signs, otra vez...), que está volteado horizontalmente para que el tipo parezca que cojea de la pierna izquierda y no de la derecha (el único en toda la cinta; alguno por otros lares ha dicho que es un fallo de continuidad... no es así... está volteado... además la geografía parece cambiada para que tengamos la impresión de que regresan a la cueva... el sol cambia de dirección; la herida también...). En fin... hay cosillas por ahí que dan para debate.
la cueva de los caníbales, de largo la peor parte del film.
Lo de la cueva no me molesta en absoluto (no veo que haya tanto cambio) y, de hecho, creo que los diálogos mantienen un gran nivel: el circo de pulgas; la pausa significativa de la mujer cuando le preguntan el número de salvajes que hay en la tribu (dando elegantemente a entender que la han violado); lo de "Habla con mi mujer... yo saludaré a la tuya" a modo de lacónica despedida por parte del sheriff (hermosa, emocionante... pero nada sentimentaloide). Me cargan mucho más otras cosas, como la cansina cámara temblorosa... Está muy bien cuando la usa, por ejemplo, para que caminemos al lado del herido mientras observamos a los demás perdiéndose en la distancia (sientes su angustia) pero me parece absurdo utilizarla durante una simple conversación (sin que su contenido lo demande). Comprendo, por ejemplo, a Elliot cuando comenta lo del look digital y yo, personalmente, echo en falta además otro tratamiento del color (más expresivo y arriesgado) que huya de la monotonía imperante en la mayoría de westerns actuales. También me chirría la planificación en interiores: hablas de la cueva, pero en mi opinión es mucho peor el poco partido que le saca, por ejemplo, al saloon del pueblo durante la escena nocturna (totalmente telefílmica). Se insiste mucho en lo de clasicismo... y lo hay; pero más en cuanto a construcción de personajes o narración que en lo que se refiere a puesta en escena (por muy sobria que ésta sea).
La suspensión de incredulidad se hace patente y cuando se sale del western y entramos en el relato de terror con decisiones rápidas y poco convincentes.
En cuanto a la suspensión de incredulidad final... a mí no me chirría tanto, la verdad. Incluso obviando que la mera intervención divina ya lo justificaría todo, yo no veo que los trogloditas fueran siempre infalibles en sus ataques anteriores (de hecho, sus flechas nunca alcanzan puntos vitales), aparte de que no todos tienen por qué ser igual de habilidosos (recordemos que uno de los que mata Arthur es casi un niño). En fin, que no veo nada que sea especialmente poco realista. Los fallos existen, más aún si Jesucristo está de tu parte (parafraseando al Cid, lo que hacen va contra la ley de Dios; aunque fueran doce veces doce, Arthur no estaría solo). Tampoco creo que haya un cambio brusco final hacia otra tonalidad o hacia el terror o el gore; desde el inicio ya hay ramalazos de eso: cuellos cortados, lo del mozo con los higadillos fuera... Es un western fuertecito, un Ulzana más explícito si se quiere, pero yo no lo definiría como un híbrido con el género de terror (recuerdo alguna película de Tarzán donde se hacía algo muy parecido con un par de árboles doblados, aunque se veía desde muy lejos... y no dejaba de ser un simple film de aventuras).
Cuando matan al ayudante del sheriff, hay un momento en el que entabla una conversación con éste, mientras los salvajes ya lo han desnudado y esperan pacientemente a que terminen de hablar antes de descuartizarlo!
Hay dos que lo despelotan y lo sujetan... pero no están esperando a que acabe la conversación, sino a un tercero en discordia (y su tomahawk); en cuanto aparece en el cuadro por detrás, empieza el escabeche sin miramientos.
El tipo no entra por el desfiladero sospechando una trampa, da un rodeo (que no vemos) y se echa a dormitar.
El tipo no se desvía antes de dormitar sino después de matar a los dos primeros y arrancarle el señuelo de la garganta al arquero. Sube por un lateral en vez de penetrar por la abertura, usa el señuelo, mata al troglodita joven, observa el "cementerio" y... ya no lo vemos hasta que entra en la cueva.
Los indios le ven y le atacan... un blanco inmóvil a 5 metros y fallan el tiro cuando minutos antes hemos comprobado la precisión de sus ataques... El tipo se despierta, dispara al aire casi y un indio muere dando un mortal.
Yo no creo que estuviera dormido; parece más bien que les tiende una trampa: ya no tiene el sombrero sobre la cara, sino convenientemente colocado para que, con la ayuda de los matojos, se confundan y disparen sobre él (como así hacen; el arquero no falla).
Además, con el primer pistoletazo la caga... acierta el segundo (la pirueta se supone que es porque el tipo está tomando impulso hacia delante y al retorcerse de dolor pasa lo que pasa; vamos, que no lo veo comparable al vuelo propulsado sin motor de la hermana de Candie en Django Unchained, por ejemplo). La muerte del arquero ya es mucho más sobria y realista.
Poco más adelante mata a otro y le arranca el hueso injertado en la garganta con el que se comunican un poco porque sí, del mismo modo que lo hace soplar. Hubiera estado bien algún tipo de escena en que veamos cómo llega a estas conclusiones.
En lo que respecta al hueso insertado en la garganta hay que decir que el sonido sobrenatural que emiten los fulanos es algo que le llama la atención de inmediato (a él y a todos); algo distintivo que los identifica. En el rural, donde se caza, hablar de reclamos es el pan nuestro de cada día; más aún en esa época y lugar donde es imprescindible para sobrevivir. Cuando el tipo observa el cadáver, esa cosa le llama la atención al momento (por inusual) e inmediatamente suma dos más dos.
No sabemos cuantos indios hay, aparecen unos, otros salen a por los agresores pero los que se quedan nunca salen cuando oyen disparos? O es que no los oyen? porque entonces porque no salen a "cazar" la comida si obviamente llega gente? Al contrario que cuando los protas la abandonan, que se oyen claramente los disparos desde dentro de Russel... Y a mucha más distancia...
La mujer de Arthur lo dice: doce. Todo eso que comentas yo no lo veo tan caprichoso; nunca atacan todos juntos en tropel en cuanto escuchan algo. Son cazadores, se distribuyen por ciertas zonas, se avisan con esos sonidos suyos si ven algo, y acechan antes de iniciar las hostilidades. Algunos pueden haber salido a hacer razzias por ahí, a explorar o lo que sea... y aunque oyeran los disparos tardarían en volver (de hecho regresan los tres últimos al final... para que el sheriff se los cepille).
Gran cameo de Sid Haig al principio.
A mí me ha sorprendido gratamente ver a Hanzee (el extraordinario personaje nativo americano de la no menos extraordinaria segunda temporada de Fargo) haciendo de indio integrado y civilizado.
La música (escasa) es otra clave de la película. Inquieta bastante. Y el contundente sonido.
El desagradable sonido de las moscas sobre los créditos iniciales es toda una declaración de intenciones... ya intuye uno de qué va a ir la cosa (y eso que aún no hemos visto nada). Lo de las pisadas acercándose, espectacular.
Y cómo resuelve enfrentamientos en un visto y no visto, de un hachazo, de un ataque vertiginoso que no te ves venir. Todo, hecho con poquito dinero y mucha ilusión (el Q&A del bluray es encantador, con el dire y los actores pasándoselo pipa).
A mí me remitían constantemente a algo muy concreto que, durante el visionado, no era capaz de ubicar mentalmente. Cuando escuché a Zahler mentar a Kitano (casi de pasada) en el Q&A, canté bingo.
A mí es que ese look se me hace tan tan cuesta arriba...
A mí no me gustó nada el tráiler por ese motivo. Pero la película, en su conjunto, es muy recomendable. Incluso creo que a Elliot le subirá en una posible revisión. The Hateful Eight es muchísimo mejor en cien mil aspectos pero, personalmente, conecto más con esta modesta propuesta de presupuesto paupérrimo.