Cajón de sastre

Respuesta: Cajón de sastre

Pero, ¿Por qué empieza hablando de los ejemplos que encuentra en un libro y luego SE INVENTA UNO? :roto2
 
Respuesta: Cajón de sastre

Para no herir susceptibilidades, que tenemos la piel muy fina con esto de los regionalismos.
 
Respuesta: Cajón de sastre

Ya, pero decir que te sorprende la cantidad de ejemplos que encuentras y luego no poner ninguno... es como esos artículos donde cuenta cosas que le pasan a él y sólo a él. :pensativo
 
Respuesta: Cajón de sastre

Leo en Twitter que hoy ha estado un tal Bertín Osborne en Salvame Deluxe mostrando lo gran español que es, con esos mantras como que los extranjeros quitan el trabajo a los españoles y que si se monta en un taxi y el taxista es paquistaní, se baja.

Un gran patriota, de los de siempre. :yes Por eso me encanta este país.
 
Respuesta: Cajón de sastre

Leo en Twitter que hoy ha estado un tal Bertín Osborne en Salvame Deluxe mostrando lo gran español que es, con esos mantras como que los extranjeros quitan el trabajo a los españoles y que si se monta en un taxi y el taxista es paquistaní, se baja.

Un gran patriota, de los de siempre. :yes Por eso me encanta este país.

En este tipo de conflictos, siempre hay un taxista por en medio...
 
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Arturo Pérez - Reverte
Aquella Hispania cañí

Imposible no sonreír, al principio, y que luego se te vaya helando la sonrisa. Estás una tarde de lluvia dándole un repaso a la Historia Romana de Apiano; y cuando te metes en el libro Sobre Iberia empiezas, como digo, sonriendo al leer aquello de «a la que algunos llaman ahora Hispania en vez de Iberia», y piensas que no iría mal a ciertos oportunistas y analfabetos, los que sostienen que la palabra España es concepto discutido y discutible, leer al amigo Apiano y enterarse de que los romanos ya nos llamaban así en el siglo II, cuando los emperadores Trajano y Adriano; que, para más recochineo, nacieron en esa Hispania que ahora dicen que nunca existió. Y si algo queda claro leyendo a Apiano o a cualquiera de sus colegas, es que España ya era entonces cualquier cosa menos discutible. No sólo por razones geográficas y administrativas, sino por la peña que la poblaba: nuestros paisanos de entonces, que tanto recuerdan a los de ahora. Sus maneras familiares e inequívocas, a poco que te fijes. Si algo hemos sido aquí toda la vida es indiscutidos de pata negra. Indiscutibles hasta el disparate.

Y es que lees y te tronchas. Con risa más bien desesperada, claro. Horrorizándote al mismo tiempo. Sobre Iberia abunda en ejemplos. Ese romano que llega muy sobrado con la toga, las legiones y los planos del acueducto bajo el brazo y pregunta: oigan, ¿con quién hay que hablar aquí? Pero no se aclara mucho, así que pacta con la tribu de los moragos -vamos a inventar nombres-, que son los primeros que se topa. Pero resulta que los moragos son vecinos de los berrendos, que odian a los moragos porque les pisan los sembrados y sus mujeres son más guapas. Así que los berrendos se niegan a pactar con Roma, más que nada por joder a los moragos. Mientras tanto, los castucios, cuyas minas de plata son codiciadas por todos, se llevan mal con los berrendos y los moragos. Y en vez de unirse los tres y darle de hostias al cónsul Flavio Vitorio y a sus legionarios, cada uno va a su aire, con lo que al final allí no manda nadie y todo es un carajal. Así que el tal Vitorio se cabrea; y como no hay modo de ponerlos de acuerdo, pasa a cuchillo a los castucios y a los berrendos, de momento, y vende a sus mujeres y niños como esclavos, para gran gozo de los moragos; que a su vez, secretamente, negocian con los cartagineses por si acaso. Pero resulta que de la anterior matanza escaparon unos cuantos, que se echan al monte mandados por un jefe llamado Turulato. Y el tal Turulato se dedica a sabotear acueductos y cosas así, de manera que destituyen en Roma a Flavio Vitorio y mandan al nuevo cónsul Marco Luchino, que pacta con Turulato. Entonces los moragos, mosqueados por el éxito de Turulato, se sublevan contra Roma y resisten en la ciudad de Cojoncia, donde antes que rendirse se suicidan todos heroicamente. El compadre Luchino se las promete felices y sigue con el acueducto, pero hete aquí que otro pueblo de allende el Betis, los lepencios, se subleva porque ese año no llueve y culpa de eso a Roma. El cónsul Luchino, que va conociendo el percal, convoca a los lepencios para negociar, prometiéndoles todo, y cuando están juntos los degüella a mansalva y vende como esclavos, etcétera. A ver si acabamos el acueducto de una puta vez, dice. Pero de la matanza escapan varios lepencios con sus familias, así que vuelta a empezar. Y cuando a éstos rebeldes los acorralan en la ciudad de Ayamontesia y se suicidan todos y parece que al fin la cosa funciona, Turulato, que se aburre de pactar y quiere un estatuto asimétrico para Lusitania, se subleva otra vez. Y al agotado Luchino le da un ataque de nervios horroroso y lo sustituye el cónsul Voreno Claro, que soborna a los fieles capitanes de Turulato; y éstos le dan a su jefe setenta y ocho puñaladas mientras asiste a una corrida de toros en Rondis. Después, el cónsul Claro, que cada vez lo tiene más claro, convoca a los fieles capitanes que se cargaron a Turulato, los pasa a cuchillo y a sus familias las vende, etcétera. Pero en ésas se le sublevan los quelonios, tribu de aquende el Miño. Así que el cónsul los extermina, se suicidan, los vende y tal. Y justo cuando acaba, se amotinan los malagones, en la otra punta de Hispania. Y al cónsul Claro lo sustituyen por el cónsul Cayo Siniestro. Y entonces...

¿Discutida y discutible? Venga ya. España es tan añeja y auténtica como esta cita de Sobre Iberia referida a un rebelde hispano vencido por Pompeyo y enviado a Roma como esclavo con su gente: «La arrogancia de estos bandidos era tan grande, que ninguno soportó la esclavitud, sino que unos se dieron muerte a sí mismos, otros mataron a sus compradores y otros perforaron las naves durante la travesía».

Y es que llevamos dos mil años siendo los mismos. O casi. Con el acueducto sin terminar.

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/725/aquella-hispania-cani/
:cuniao

La revertada de la semana :facepalm

Pero que mal está de lo suyo -presuntamente- el señor Arturo Pérez Inverter :facepalm
 
Respuesta: Cajón de sastre

Leo en Twitter que hoy ha estado un tal Bertín Osborne en Salvame Deluxe mostrando lo gran español que es, con esos mantras como que los extranjeros quitan el trabajo a los españoles y que si se monta en un taxi y el taxista es paquistaní, se baja.

Un gran patriota, de los de siempre. :yes Por eso me encanta este país.
Bertín Osborne: "Eso es lo indecente, que sólo vayan a las manifestaciones que les interesan ideológicamente". "Durante los últimos ocho años que hemos tenido en este país una catástrofe en el empleo no les he visto piar en algun momento, y por eso no tienen credibilidad para mí y lo considero una indecencia".

Fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/so...solo-cuando-les-interesa-ideologicamente.html

El seguidismo le puede más que la razón, no serían 8 sino 4, y el anterior gobierno también tuvo que sufrir una huelga general y manifestaciones.

Por un lado, profundamente lamentable. Por otro, se le ve el cartón.

Bertín, dos comentarios que le convierten en uno de los personajes más patéticos del año. Enhorabuena.
 
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Respuesta: Cajón de sastre

Antes de hablar de Don Arturo, te lavas la boca con jabón.

Por cierto, sobre el artículo... más razón que un santo. Como siempre, todo sea dicho de paso.
 
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Para la ensalada será necesario. 'Amukina' y jamón forever.
 
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Me lo había perdido.
Arturo Pérez - Reverte
Aquella Hispania cañí

Imposible no sonreír, al principio, y que luego se te vaya helando la sonrisa. Estás una tarde de lluvia dándole un repaso a la Historia Romana de Apiano; y cuando te metes en el libro Sobre Iberia empiezas, como digo, sonriendo al leer aquello de «a la que algunos llaman ahora Hispania en vez de Iberia», y piensas que no iría mal a ciertos oportunistas y analfabetos, los que sostienen que la palabra España es concepto discutido y discutible, leer al amigo Apiano y enterarse de que los romanos ya nos llamaban así en el siglo II, cuando los emperadores Trajano y Adriano; que, para más recochineo, nacieron en esa Hispania que ahora dicen que nunca existió. Y si algo queda claro leyendo a Apiano o a cualquiera de sus colegas, es que España ya era entonces cualquier cosa menos discutible. No sólo por razones geográficas y administrativas, sino por la peña que la poblaba: nuestros paisanos de entonces, que tanto recuerdan a los de ahora. Sus maneras familiares e inequívocas, a poco que te fijes. Si algo hemos sido aquí toda la vida es indiscutidos de pata negra. Indiscutibles hasta el disparate.

Y es que lees y te tronchas. Con risa más bien desesperada, claro. Horrorizándote al mismo tiempo. Sobre Iberia abunda en ejemplos. Ese romano que llega muy sobrado con la toga, las legiones y los planos del acueducto bajo el brazo y pregunta: oigan, ¿con quién hay que hablar aquí? Pero no se aclara mucho, así que pacta con la tribu de los moragos -vamos a inventar nombres-, que son los primeros que se topa. Pero resulta que los moragos son vecinos de los berrendos, que odian a los moragos porque les pisan los sembrados y sus mujeres son más guapas. Así que los berrendos se niegan a pactar con Roma, más que nada por joder a los moragos. Mientras tanto, los castucios, cuyas minas de plata son codiciadas por todos, se llevan mal con los berrendos y los moragos. Y en vez de unirse los tres y darle de hostias al cónsul Flavio Vitorio y a sus legionarios, cada uno va a su aire, con lo que al final allí no manda nadie y todo es un carajal. Así que el tal Vitorio se cabrea; y como no hay modo de ponerlos de acuerdo, pasa a cuchillo a los castucios y a los berrendos, de momento, y vende a sus mujeres y niños como esclavos, para gran gozo de los moragos; que a su vez, secretamente, negocian con los cartagineses por si acaso. Pero resulta que de la anterior matanza escaparon unos cuantos, que se echan al monte mandados por un jefe llamado Turulato. Y el tal Turulato se dedica a sabotear acueductos y cosas así, de manera que destituyen en Roma a Flavio Vitorio y mandan al nuevo cónsul Marco Luchino, que pacta con Turulato. Entonces los moragos, mosqueados por el éxito de Turulato, se sublevan contra Roma y resisten en la ciudad de Cojoncia, donde antes que rendirse se suicidan todos heroicamente. El compadre Luchino se las promete felices y sigue con el acueducto, pero hete aquí que otro pueblo de allende el Betis, los lepencios, se subleva porque ese año no llueve y culpa de eso a Roma. El cónsul Luchino, que va conociendo el percal, convoca a los lepencios para negociar, prometiéndoles todo, y cuando están juntos los degüella a mansalva y vende como esclavos, etcétera. A ver si acabamos el acueducto de una puta vez, dice. Pero de la matanza escapan varios lepencios con sus familias, así que vuelta a empezar. Y cuando a éstos rebeldes los acorralan en la ciudad de Ayamontesia y se suicidan todos y parece que al fin la cosa funciona, Turulato, que se aburre de pactar y quiere un estatuto asimétrico para Lusitania, se subleva otra vez. Y al agotado Luchino le da un ataque de nervios horroroso y lo sustituye el cónsul Voreno Claro, que soborna a los fieles capitanes de Turulato; y éstos le dan a su jefe setenta y ocho puñaladas mientras asiste a una corrida de toros en Rondis. Después, el cónsul Claro, que cada vez lo tiene más claro, convoca a los fieles capitanes que se cargaron a Turulato, los pasa a cuchillo y a sus familias las vende, etcétera. Pero en ésas se le sublevan los quelonios, tribu de aquende el Miño. Así que el cónsul los extermina, se suicidan, los vende y tal. Y justo cuando acaba, se amotinan los malagones, en la otra punta de Hispania. Y al cónsul Claro lo sustituyen por el cónsul Cayo Siniestro. Y entonces...

¿Discutida y discutible? Venga ya. España es tan añeja y auténtica como esta cita de Sobre Iberia referida a un rebelde hispano vencido por Pompeyo y enviado a Roma como esclavo con su gente: «La arrogancia de estos bandidos era tan grande, que ninguno soportó la esclavitud, sino que unos se dieron muerte a sí mismos, otros mataron a sus compradores y otros perforaron las naves durante la travesía».

Y es que llevamos dos mil años siendo los mismos. O casi. Con el acueducto sin terminar.

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/725/aquella-hispania-cani/
:cuniao
Pensar que el mundo antiguo es como los cómics de Astérix y venderse como intelectual, ese concepto.

Anécdotas como esa inventada se pueden rastrear no solo en obras de romanos "ambientadas" en Hispania, sino también entre tribus galas, polis griegas, en Asia Menor, Mauritania (actual Magreb, léase la Guerra de Yugurta), Palestina (oh Dios, mucho mejores), y sobre todo, entre los propios pueblos itálicos (entonces no se llamaban italianos ni eran un pueblo, piensen lo que piensen analfabetos y oportunistas). Eso sí, todo casi siempre bajo el filtro de la visión romanocéntrica de las cosas (sobre todo en el caso de hispanos, itálicos y galos), que por supuesto no aplicaba ninguna distorsión.

Así que sí, básicamente sus maneras familiares e inequívocas, a poco que te fijes, eran aplicadas de forma bastante generalizada por los romanos a todos los que no fueran romanos. Sospechoso, cuanto menos (¿la "superioridad moral de la romanidad?"). Luego resulta que cuando los romanos hablaban de sí mismos, contaban cosas que no eran muy distintas, pero bueno.

Por cierto, del artículo se extraen dos ideas que a la vez son la misma y son contradictorias:

1: España ya existía y es evidente porque sus habitantes ya eran como ahora (resumen somero del artículo).

2: "En vez de unirse los tres y darle de hostias al cónsul Flavio Vitorio y a sus legionarios, cada uno va a su aire, con lo que al final allí no manda nadie y todo es un carajal." Vamos, que igual no se unen porque no se consideran "compatriotas", ¿no?. Pero claro, qué sabrán ellos, lo sé mejor yo, Arturito, que escribo desde el siglo XXI y además me los he inventado.
España ya era y era una, pero los españoles no lo sabían, porque siempre han sido unos tontos; suerte que algunos somos más listos (moraleja real del artículo).
 
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Respuesta: Cajón de sastre

Te equivocas. Somos todos gilipollas. Sin excepción.
 
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Patente de corso
Un asunto sospechoso
XLSemanal - 07/1/2013

Han caído en mis manos algunos libros de texto escolares para niños de diez a trece años. Sólo fueron media docena, aclaro. Ignoro si todos tocan el mismo registro, o por una siniestra casualidad cayeron en mis manos sólo raras bazofias. El detalle es que con ellas se forman escolares en España. No sé si muchos o demasiados, pero da igual: con los que he visto estudian miles de niños. Todo lleva mucho dibujito, mucha estampita, mucho colorín. Como envoltorio. Y dentro, unos textos escritos con desgana, sin criterio. Superficiales y sin sentido. Hasta el punto de que su atenta lectura me deja en la tecla varias preguntas. ¿Quién los hace?, es la primera. ¿Nadie es responsable de su contenido?... Porque, aunque figuran nombres y editoriales, este aspecto parece más bien difuso. No queda claro si se trata de autores con implicación directa o de comités de lectura, supervisores apresurados de textos que redactan otros: mano de obra barata que debe cumplir plazos urgentes, negros sin cualificación y sin motivaciones. Porque dudo que gente solvente, seria, con autoridad docente, sea responsable de algunas de las cosas que he visto.

Resulta menos evidente en matemáticas, por ejemplo. En disciplinas donde dos y dos suman cuatro. Pero cuando se refieren a lengua, conocimiento del medio y cosas así, el desorden y la aparente improvisación saltan a la cara en cada página. Las ideas básicas se pierden en detalles accesorios, lugares comunes, vaguedades facilonas. La Historia se plantea sin cronología, con absurdos y confusos saltos adelante y hacia atrás que nada establecen. Tampoco hay lecturas, o muy pocas. Ni criterio. Sólo ideas simples sin contexto intelectual, ni contrastes. Los textos se limitan a cumplir, supongo, con programas generales; pero no ahondan en nada. Todo es falto de rigor, sin plan último. Sin establecer qué conocimientos debe tener un niño para entender el mundo en el que vive. Sin estrategia para determinar qué interesa que los niños sepan, y cómo lograr que lo sepan: sólo tácticas oportunistas que buscan hacerlo todo fácil y asumible. Hojeando esas páginas comprendo perfectamente por qué hay niños de trece años que conocen los ríos de Valencia o de Extremadura y no los de España. Por qué ignoran qué es una preposición o un adverbio, para qué sirven y cómo deben usarse. Por qué hemos quitado a los chicos la posibilidad de comprender, y de pensar usando lo que han comprendido.

Nadie lo dice porque suena retrógrado; pero cualquier educador serio lo reconoce por lo bajini: ¿cómo es posible que la ley de Educación de 1957, pese a su paternidad franquista, siga siendo -en el país de los ciegos, el tuerto es rey- la más seria y eficaz? ¿La que mejor preparaba a los niños en materias generales como lengua, historia, lectura, redacción, literatura, ciencias naturales?... ¿Cómo es posible que en todos estos años de democracia, con dos partidos alternándose en el poder, no se haya llegado a un pacto de Estado en materia de Educación? ¿Que cada intento de consenso nacional se haya abortado por la vileza política, la cobardía moral, la foto en prensa y el telediario? ¿Que todavía, en este país desmemoriado, absurdo y ruin, haya tontos que sostengan, sin despeinarse, que la actual generación es la más culta y mejor formada de nuestra historia?

¿Quieren saber mi conclusión, con esos libros en la mano? ¿Lo que pienso al considerar que el conocimiento se renueva cada década, pero nuestros textos escolares cambian de año en año?... Pues que a ciertos editores y a quienes eligen esos libros para sus alumnos les importa un carajo la calidad. Todo es banalidad y nada es cultura. Para beneficio, naturalmente, de oportunistas y de golfos. De la educación se ha hecho ideología; y de la ideología, negocio. Vivimos un presente absurdo, sin pasado ni futuro: hemos rebajado la calidad de la enseñanza, y cada comunidad, cada colegio, cada taifa, hace lo que quiere. Nadie combate las faltas de ortografía, la incapacidad expresiva. No se trabaja la lengua, la expresión, la sintaxis, la gramática. Los padres son los primeros en protestar si se aprieta a los chicos en eso. Nadie quiere enfrentarse, comprometerse. En la universidad aprueban exámenes que hace veinte años habrían suspendido en bachillerato. Y así, los chicos llegan a los quince años sin saber nada. Y sin querer saber. Lo que lleva a una última pregunta: los consejeros de Educación, los maestros que eligen esos textos, los colegios, las asociaciones de padres, madres y perritos que les ladren, ¿saben lo que hacen? ¿Tienen un método riguroso, o también en eso, como en tantas cosas, hay cajones que no convendría abrir, por si salen moscas?

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/735/un-asunto-sospechoso/
 
Respuesta: Cajón de sastre

Menos con la idea de que "con Franco se enseñaba" mejor, de acuerdo en todo (luego se extraña la gente de que tarde o temprano salga el temita)

Hojeando los libros de mis hijas veo que es cierto el desorden, el caos, la mezcla y el batiburrillo de temas con los que estudian. No se si al final, la totalidad de conocimiento sirve de algo o no, pero desde luego es bastante descorcertante cómo se mezclan las cosas y como van para adelante y atrás sin conservan un "hilo argumental". Pero claro, dado mi nulo conocimiento en estos temas igual es que si que les facilitar la ingestión de datos.. no se.. pero desde luego a mi, y a Pérez Reverte por lo que veo, te deja un tanto desorientado. Espero que a mis hijas no :sudor
 
Respuesta: Cajón de sastre

Yo es que algunas cosas que he visto, creo que tratan a los niños como incapaces intelectuales mediante el proceso de aprendizaje "mi mama me mima".
 
Patente de corso
Un asunto sospechoso
XLSemanal - 07/1/2013

Hojeando esas páginas comprendo perfectamente por qué hay niños de trece años que conocen los ríos de Valencia o de Extremadura y no los de España.
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/735/un-asunto-sospechoso/

Querrá decir en todo caso que conocen los ríos de Valencia o de Extremadura y no los de el resto de España.

Ahí, ahí, Arturo, dando muestras de precisión a las nuevas generaciones.

Only in Spain. Manda cojones.
 
Respuesta: Cajón de sastre

¿cómo es posible que la ley de Educación de 1957, pese a su paternidad franquista, siga siendo -en el país de los ciegos, el tuerto es rey- la más seria y eficaz? ¿La que mejor preparaba a los niños en materias generales como lengua, historia, lectura, redacción, literatura, ciencias naturales?
¡Qué casualidad que fuera bajo la que él se formó! Y es que la educación es como la música, la mejor es la de cuando eras chaval.

PD: por cierto, no existe la ley de Educación de 1957 (en todo caso puede referirse a la "ley Ruiz Jiménez" de 1953, que regulaba solo la enseñanza media). Si se refiere al sistema educativo vigente antes de la reforma de 1970 (esa sí que fue una ley integral del sistema educativo), pues era un sistema que podía vetar el acceso a la enseñanza media (y a la universidad) a niños con 11/12 años. Ejemplar.
 
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Respuesta: Cajón de sastre

Yo insisto en que desconozco la educación anterior, pero la actual trata a las tiernas mentes con condescendencia.
 
Respuesta: Cajón de sastre

Un amigo de mi hijo vino ayer a clase. Está en primero de carrera. Nos dijo que ya no tienen más clases hasta finales de Febrero por que (palabras textuales), "como no han perdido muchos días de clase con huelgas y eso, ya han dado el cupo de clases que tenían que dar, y hasta los exámenes semestrales ya pueden quedarse en casa, que los profes estarán en tutoría si quieren preguntar algo si les avisan con dos o tres días de antelación". :inaudito Esto, en no se qué filología.

El mio, está en ingeniería. De cada tres dias de clase, uno lo pasan de huelga, protesta, manifestación o sentada. Quieras o no, por que los alborotadores los echan de clase. Y otro, se presenta de vuelta a casa por que "el profesor no ha ido". El restante, se va a las nueve y raro es el día que dan más de cuatro horas de clase en total. En ingeniería. Carrera por la que yo he pasado, y era de ocho a dos y de cinco a siete, a piñón fijo, todos los días si o si, y sin tener tiempo a final de curso de ver todo el temario (el famoso "esto se da por explicado" campaba a sus anchas).

Flipo. Mucho. Y en colores.

Manu1oo1
 
Respuesta: Cajón de sastre

Hombre... realmente habría que mirar con que nivel salen los ingenieros... o si se las tienen que apañar por su cuenta para llegar al nivel deseado.
 
Respuesta: Cajón de sastre

Con lo que están haciendo, y si siguen así, no salen con nivel ni para diseñar un mondadientes. :facepalm

Manu1oo1
 
Respuesta: Cajón de sastre

Yo cuando estudiaba y había huelga, luego en el examen caía justo lo que no habíamos dado :sudor
 
Respuesta: Cajón de sastre

Yo es que alucino con esto. Mucho. Que "no han perdido muchas clases con huelgas y eso". O sea, que se induce de la frase:

1) Que dan por hecho que va a haber huelgas.

2) Que las ha habido, pero "pocas".

Y del acto en su conjunto se infiere que si se termina el "cupo", los profes a su casita (les tienes que avisar si quieres tutoría), y los alumnos a buscarse la vida. Hasta dentro de mes y medio mínimo. Es atroz. Y da vergüenza y pena a partes iguales. Seré un carca, pero yo pensaba que la universidad era un sitio donde se preocupaban de tu formación, no de cubrir cupos. Cuando yo estudié, raramente se terminaba el temario (más bien nunca), dando el triple de clases que ahora. Pero es que si se acababa, te montaban un taller, te repasaban conceptos, avanzaban materia, hacían controles voluntarios, grupos de estudio... No dejabas de ir un solo minuto. ¿Qué ha sido de eso? ¿Qué formación van a tener estos cuando salgan, teniendo en cuenta que ya el bagaje que traen de la escuela y el bachillerato es lamentabilísimo? :no

Manu1oo1
 
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