Aburrida, televisiva, excesivamente didáctica, arrítmica, insípidamente rodada (las escenas de batalla son de risa), con una absoluta ausencia de dirección de actores (a Soderbergh le ha pasado factura no hablar español), y con un Benicio Del Toro correcto pero que interpreta al Che con el piloto automático y sin disimular un ápice su acento portorriqueño.
Lo mejor sin duda la interpretación/imitación que Demián Bichir hace de Castro.
Lo mejor sin duda la interpretación/imitación que Demián Bichir hace de Castro.