Había un cine en barcelona, cine peques, que abría los domingos, y daba sesión doble en la que ponían siempre una película nueva y una de tarzán. Y en el intermedio sorteaban juguetes. Los padres dejaban a sus hijos en el cine al cuidado de muchos vigilantes.
Las palículas de tarzán eran mágicas y las tengo casi todas.
Las palículas de tarzán eran mágicas y las tengo casi todas.