Clásicos animados de la Disney

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(id, Norman Ferguson, Wilfred Jackson, Jack Kinney, Hamilton Luske, William Robert, 1942)​


CLASICO Nº 6

Una vez estrenado "Bambi" había que hacer algo pues Disney no estaba cosechando el éxito que esperaba con sus películas y las mieles de "Blancanieves y los siete enanitos" quedaban ya un poco lejos. Había que hacer algo y hacerlo ya. El siguiente proyecto después de la película del cervatillo fue "Saludos amigos". A pesar de encontrarse dentro del canon de clásicos Disney (es la película número 6) podríamos decir que es más bien un mediometraje (apenas 40 minutos de duración). La razón de su creación no es otra que una comisión de Estado por parte de Estados Unidos a Walt Disney. ¿Cuál era ese encargo? Nada más y nada menos que un tour de buena voluntad hacia América del Sur. La intención no era otra que realizar una película donde se ensalzara las bondades de la América Central y del Sur, un ejercicio político a fin de cuentas. Debido a que Disney estaba pasando por una crisis económica bastante patente debido a los fracasos en taquilla de sus películas anteriores (la huelga del 41 también hizo mucho daño en cuestiones financieras), "Saludos amigos" fue financiada con préstamos federales. La propuesta hizo embargar al propio Disney, su esposa y un equipo de 18 miembros, entre ellos compositores, artistas, etc. La película hace un recorrido por distintos parajes de América del Sur como es el caso de Perú, Chile, Argentina y Brasil, quizás la zona más destacable y recordada de toda la película precisamente por su sección final donde la música y canciones son más vistosas y memorables.

"Saludos amigos" ante todo es un amable documental, agradable en su narrativa pero poco interesante en su conjunto más allá de pinceladas de folklore y costumbrismo según el lugar expuesto. Podemos ver mercados, pesca, festivales, bailes, alimentación y todo lo que un documental ofrece cuando expone la vida de un país concreto. A día de hoy las imágenes se antojan añejas y poco atractivas por mucho que esté bajo la batuta del propio Walt Disney al cual veremos en más de una ocasión delante de la pantalla, disfrutando del entorno y sintiéndose complacido ante el descubrimiento de costumbres y pintorescas situaciones como el caso de los gauchos y su estilo de vida. Cada lugar cuenta con su propia idiosincrasia al igual que cada uno de ellos dará pie a un corto interpretado por Donald (al principio y al final), Goofy y un avión pequeñito llamado Pedro. El primer lugar a descubrir es Perú. El corto que representa este lugar es "Lago Titicaca". Donald se nos presenta como el turista que nos sirve como guía (involuntario) de lo que podemos encontrar en Perú, pasando por el folklore particular del lugar. Siendo el pato enfurecido el protagonista todo estará al servicio de sus torpezas y su carencia de paciencia, en este caso con una llama, la cual se mueve a ritmo de flauta y jazz. El momento más destacable es el que sucede en lo alto de un puente colgante, el que cuenta con los gags visuales más divertidos al ir desprendiéndose los peldaños ante los andares de la pareja desafortunada. Es un corto muy blando, un tanto aburrido en cuanto a narrativa y que no ofrece mucho más aparte de contar con el protagonista absoluto de aquellos momentos, el cual acabaría destronando al propio Mickey.


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La siguiente sección enfoca el objetivo en Chile con el cortometraje "Pedro, el avioncito". Su historia se basa en como nuestro protagonista, un pequeño avión, tiene que cruzar los Andes para recoger el correo de Mendoza hasta tener que enfrentarse con el Aconcagua, una montaña de la región. Este corto podría verse como una inspiración para dos casos concretos de los Special Cartoons como son "Little Susie" y "The little house" donde objetos inanimados cobrarían vida. Algo que mucho tiempo después servirían de base para el "Cars" de Pixar. En el caso que nos encontramos el avioncito es un personaje agradable, alegre y entregado, el cual se toma su comisión como algo vital a pesar de tener que luchar contra las inclemencias del tiempo, muy agresivas, las cuales también son provocadas por el propio Aconcagua. Es un cortometraje visualmente agradecido, el cual consigue con cuatro líneas visuales y argumentales todo un logro de la narrativa, consiguiendo que un simple vehículo como es un avión conste de rasgos físicos y faciales muy destacables. Lógicamente, Disney y sus dibujantes conseguirían dar a la historia esa sensibilidad y ternura con la cual contaban todos sus personajes pues consiguen transmitir esa sensación de blandura emotiva y ternura sensible con momentos algo tensos al enfrentar a un ser indefenso a las terribles acciones del enemigo. Lógicamente el enfoque está en darle énfasis a la bravura y el espíritu heroico y épico de los aviadores que arriesgaban sus vidas por tal de conseguir recoger la correspondencia a tiempo.

La tercera sección corre a cargo de Goofy para presentar Argentina. En este caso son los gauchos, cuya pose, forma de ser e indumentaria recuerda mucho a los cowboys del oeste. Walt Disney quedaba impresionado ante el folklore de esa cultura, sus bailes y sus costumbres tanto a la hora de montar el caballo como a la hora de portar ciertos elementos decorativos. El corto en sí podría encajar perfectamente dentro de los míticos "How to..." que formaban parte de su repertorio. En este caso todo versa y gira en las diferentes costumbres en el mundo del gaucho. Desde la indumentaria que lleva, los distintos complementos, cómo se monta el caballo, qué lleva el caballo, cómo se lanzan las boleadoras (esa famosa herramienta de bolas atadas a una cuerda y que son lanzadas para atrapar a su captura), los distintos tipos de baile y todo lo que haga referencia a ellos. Cargado de un humor descacharrante, siendo puro slapstick en más de una ocasión, sobre todo en el momento de las boleadoras, junto a un ritmo adecuado para la ocasión. Goofy siempre ha sido un personaje simple, bobo, contento de sí mismo, carente de maldad pero un tanto encantado de conocerse a pesar de ser un tonto sin remedio. Ese carácter infantil casa perfectamente con la idiosincrasia particular del personaje, el cual nunca duda ni un momento a la hora de realizar cualquier acción a pesar de que pueda salirle el tiro por la culata. Claro que en este caso no se acentúa tanto ciertos aspectos pues lo que aquí se trata es de dar una clase de cultura aunque lleve el sello distintivo de la casa Disney.


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Es el último tercio el que se torna el más atractivo tanto visual como sonoro. Se centra en Brasil, en todo su esplendor. Presenta lo desenfadado y florido del lugar, con la fiesta del carnaval en todo su esplendor (aunque las imágenes documentales, como sucede en todos los apartados, resultan pintorescas por lo añejo de la época). Aqui vuelve a ser Donald nuestro guía pero se presenta a José Carioca, un loro pintoresco, trajeado y con andares finos, el cual acabaría convirtiéndose en todo un icono (temporal) de la propia compañía siendo compañero de aventuras del propio Donald en "Los Tres caballeros", siguiente película de la compañía, título díptico o bisagra, donde también se presenta las virtudes, bondades y atractivos de América del Sur, esta vez con Brasil de nuevo y también Méjico entre otros. Aquí hay mayor despliegue de medios (aunque no tan importantes como en títulos anteriores) donde la animación va acorde con la música, cuyos movimientos son patentes tanto en el propio Carioca como en Donald y en los elementos naturales como el agua. El corto lleva como título "Aquarela do Brasil". Tuvo tanta fama dicho corto que acabó convirtiéndose en un corto más. Dirigido por Wilfred Jackson, todo comienza con un pincel dando vida al lienzo convirtiendo en protagonistas a la flora y fauna del lugar. Se puede decir que el tono del corto es bastante semejante en intenciones a "Fantasía" (no así en resultado, pues es muchísimo menor, aunque ya digo, es el corto más interesante y llamativo de todos). Todo es muy colorista, muy llamativo, aparte de contar con dos temas atemporales como son el caso de "Aquarela do Brasil" (canción del propio título) o el mítico "Tico Tico".

"Saludos amigos" sería un éxito bastante importante en la compañía. Tal fue el caso que sería el inicio de una serie de títulos menores, los cuales acabarían conformando lo que se conocería más adelante como "los títulos paquete": películas compuestas de cortos o mediometrajes sin tener nada en común entre sí pero con un tono y unas intenciones muy concretas. No sería hasta unos cuantos años después que no volveríamos a ver un título donde se expusiera el Disney que todos añoraban y que demostrara que seguía siendo el narrador absoluto con la perfección por bandera. Cierto es que no se volvería a recuperar las fastuosas producciones de perfeccionismo inabarcable, señal de que el fracaso económico en taquilla hizo mella en el propio Walt y sus intereses artísticos. Aún así, estos títulos menores, que distan mucho de ser perfectos, no dejan de ser vehículos de lucimiento en menor escala y que demostraban que estábamos ante una compañía de constante movimiento e inquietud artística. Tan sólo por eso, piezas menores como esta, que no forman parte de lo mejorcito de Walt Disney, eran necesarias y resultan divertidas, entretenidas desde un punto de vista animado y que no desmerecen su visionado aunque deje una sensación de "nostalgia por lo grande".


TRAILER:

 
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jejeje, parece que seamos expertos titulados en carpas para circos.
:mparto Si, estoy por ponerlo en el curriculum.

¿Seré el próximo Leonard Maltin? jejeje.
jaja, me mola el concepto de Dumbo, peli para abuelos. Pues nada, con 70 años en lo alto del top.

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Menudo manantial de información lo de Fantasía. :hail
 
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jajaja, qué buena esa foto de los abuelos. Si es que... "Disney es para niños". Quien dijo eso no sabía ni lo que decía.

Exacto. Has dado con la palabra: manantial. Y eso que sólo he visto la primera mitad. Queda la otra. Uf, es que lo estoy disfrutando como nunca.

Por lo demás, muchas gracias a todos los que me están siguiendo y dejan sus agradecimientos. Eso me ayuda a seguir adelante y a hacerlo lo mejor posible. Esto no ha hecho más que empezar. Porque estoy "onfire" y tengo planes para con Disney en este foro pero poquito a poco (como ahora estoy haciendo) y creo poder conseguir, con la ayuda de los que aquí estamos participando (y los lectores que dejan el agradecimiento como señal de que siguen lo que aquí se escribe), lo que siempre había tenido en mente y por vagancia o por falta de decisión nunca me ponía.

Gracias también a todos vosotros por ello.
 
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Como se hizo...

Fantasía (bloque 3)


Walt Disney quería terminar “Fantasía” con “La consagración de la primavera”. La razón es que el impacto hubiese sido mucho mayor y todo lo que viniese a continuación sería un fracaso. Al final se decidió ponerla en el final de la primera parte con el interludio o el descanso de los músicos levantándose para continuar minutos después. Una de las innovaciones para la película fue el Fantasound, un sistema de audio que se diseñó expresamente para “Fantasía”. Lo diseñó el ingeniero de sonido William Garity y el mezclador John N. A. Hawkins. Esta película fue la primera en utilizar un sistema de sonido multipistas, lo que llevó al desarrollo del mítico sistema surround. El problema del Fantasound es que era un sistema innovador y casi ninguna sala de cine tenía el equipo adecuado para reproducirlo. La razón es que la película tenía mucha más variedad de sonidos, efectos y música que una película convencional. Aparte que este sistema hacía que el sonido fuese más fuerte y nítido. RKO se negó a distribuirla por la razón de que no estaba dispuesto a desembolsar el capital necesario para que se adecuara cada sala al sistema. Fue el propio Disney quien se vio obligado a distribuirla por sí mismo. El desembolso, implicaciones, normativas y demás fueron tan grandes que la película no pudo distribuirse como les hubiese gustado con el sistema Fantasound. Aún así eso llevó a que Irving Ludwig fundara la distribuidora de Disney: Buena Vista.

Una de las razones por las cuales se empleó la sección “Banda sonora” durante el intermedio era para dar tiempo a los espectadores a que no se perdiesen la segunda parte si habían salido de la sala pero también para que regresasen pronto y pudiesen disfrutar de este pequeño fragmento. Esta sección fue idea del propio Walt al creer oportuno crearla para que la gente pudiese valorar aún más el tema de la banda sonora. Se planteó hacerla en blanco y negro pero al darle color jugaba perfectamente en la liga de Fantasía pues le daba un tono mucho más llamativo, colorista y de esta forma la música entraba mejor y se quedaba más en la memoria colectiva. Joshua Meador fue el encargado de darle forma y personalidad a la banda sonora consiguiendo que una simple línea musical tuviese carácter representando una gran infinidad de emociones.

La Pastoral (La sexta sinfonía de Beethoven) era la siguiente pieza pero a Stravinski no le parecía bien utilizarla por la razón de que al público le parecería arriesgado debido a que lo considerarían como una trivialización de una pieza consagrada y de un compositor tan atemporal. Pero Walt insistió al indicar que lo que tenían pensado encumbraría aún más a Beethoven. Stravinski aceptó finalmente. Todo comienza por la mañana y el estilo art déco fue notable y decidido, al igual que los tonos pastel. En este caso los dibujantes de Disney se sentían cómodos con los personajes pues eran acordes al estilo que ellos dominaban (como bien puede verse en los pequeños faunos y unicornios). El vuelo del Pegaso y su familia fue notable pues era la primera película donde se veía un caballo volando y que serviría de modelo para futuros filmes pues este elemento era muy complejo desde muchos puntos de vista.

Sin ir más lejos Ray Harryhausen se basó en “Fantasía” y estaba en deuda con ella para sus caballos alados de “Furia de titanes” (1981). Harryhausen tenía pensado hacer un proyecto titulado “Evolution of the world” que trataba sobre la reacción del mundo hasta el fin de los dinosaurios pero una vez vio Fantasía y “La consagración de la primavera” abandonó el proyecto de inmediato. Eric Larson, uno de los nueve ancianos, fue el animador supervisor de los caballos alados. Su labor en la compañía fue imprescindible pues muchos de sus personajes acabaron siendo iconos. Acabó formando parte de los maestros que enseñaban a las nuevas juventudes en el arte de la animación. Walt dio la idea de que las alas de los caballos se replegaran como las de un cisne cuando se posan sobre el agua. Las flores y las cascadas recuerdan a la parte de “El cascanueces”.

En la segunda parte aparecen las centauras (o centáurides como se les llamaba en Disney). Aparecen con los pechos al aire pero debido a la censura se les obligó a que fueran cubiertas con hojas o flores oportunamente colocadas. Pero Disney utilizó la censura para otro apartado y es que en el comienzo aparecía Girasol, una centaura negra que era la criada de las demás, la cual tenía el diseño característico de los afroamericanos de aquella época y se consideraba ofensivo. A lo largo de los años se fue eliminando de ciertas formas como cambios y cortes bruscos en la banda sonora o ampliando ciertas escenas para eliminar su aparición. Freddy Moore fue el encargado de supervisar a las centauras. Fue conocido también por su forma de dibujar a las mujeres. Tal era su calidad en el diseño femenino que sus dibujos acabarían siendo modelo para otras mujeres en Disney como es el caso de Ariel. Otro de los aspectos más destacados es la coquetería con la que juegan los animadores al representar el romance pasional de los centauros y las centáurides, algo muy típico en el estilo de la compañía.

Aquí surgió la duda de si emplear en su totalidad la fantasía del Olimpo o de lo contrario exponer la naturalidad de la fauna. De ahí que a pesar de dar la sensación de estar contemplando ese mundo fantástico también podría dar la casualidad de que pudiera estar sucediendo en cualquier parte del mundo real. En este caso lo que inspiró más a Walt fue el diseño de personajes más que el diseño de los lugares. Otro de los personajes que vemos en esta sección son los querubines cuyo diseño ya vimos anteriormente en muchos cortos de las Silly Symphonies.

El tercer y último acto comienza con la aparición de Baco, el cual es obra de Ward Kimball, uno de los dibujantes en quien más confiaba Walt. En esta sección los fondos están muy estilizados y 6 dibujantes se encargaron de ello. Uno de los artistas más consagrados que tuvo participación en esta sección fue Claude Coats, muy recordado por trabajar en la gran mayoría de títulos de la época y porque su estilo se nota en los fondos tanto de Fantasía como de Pinocho y otras tantas películas. Una de las inspiraciones para el momento de las centáurides ocultándose de la tormenta es “La Tormenta” de Pierre-Auguste Cot. Art Babbitt fue el encargado de Zeus y Vulcano, al igual que Josh Meador fue el encargado de los rayos. Una de las particularidades de “Fantasía” es los puntos de cámara. Otro de los referentes previos para la sección de la tormenta es el corto “El viejo molino” pues siguen el mismo patrón de animación e iluminación para los querubines ocultándose en el interior para luego verse sólo sus ojos en la oscuridad, algo que sucede con los animales en dicho corto.

Don Towsley es el encargado de la parte en la que la madre Pegaso intenta rescatar a su hijo en la tormenta. Towsley estuvo a cargo de Donald durante 10 años. Cornet Wood se encargó de las dos deidades que soplan el viento. El uso de una gama de colores brillantes y llamativos en el momento donde la tormenta desaparece para que el sol (y la mañana) aparezca es patente. Ken Anderson es el encargado de la dirección artística de esta sección. Jack Campbell es el encargado de dibujar a la diosa Iris. Walt Disney siempre estaba jugando con los colores buscando la mejor forma de exponerlos y experimentar con ellos. Fue gracias al Technicolor cuando por fin quedó satisfecho de la gran variedad y oportunidad que podían conseguir. Gordon Legg fue el encargado del concept art donde Apolos sale surcando el cielo con su carro envuelto en llamas. Jack Campbell se encarga de la figura de Morfeo. La sección termina con el Monte Olimpo, el mismo que más tarde aparecerá de forma mucho más retorcida y siniestra como el Monte Pelado.

La danza de las horas (ballet de la ópera “La Gioconda” de Amilcare Ponchielli) es transformada, según una propuesta de Disney, de cómo las horas van pasando y son representadas por distintos animales. Todo sucede en un teatro. Thornton Hee y Norm Ferguson se encargan de la sección de la mañana, con los avestruces despertando y calentando. Se grabaron imágenes reales de la bailarina de ballet Irina Baronova para intentar trasladarlo a los avestruces, de ahí que la plasmación de la realidad sea tan fiel. El estanque y los soportes que salen al fondo son una parodia de “Así nace una fantasía”, estrenada dos años antes. El ballet de las ninfas que sale en la película, coreografiado por George Balanchine, mostraba a su esposa, Vera Zorina, saliendo de una piscina y eso es lo que se ve en el siguiente tercio con una hipopótama saliendo del agua (Marge Champion fue la modelo de referencia tanto para ella como para las avestruces). Walt quería, ante todo, que no se parodiase en demasía a los animales pues tenían que parecer reales, que no fuesen impertinentes. También quiso que se yuxtapusiese la cámara tanto con planos centrales como con primeros planos.

Hattie Noel fue la modelo para el momento donde la hipopótama camina y gira sobre las dos patas. Para que los animadores pudieran plasmar la situación de la luz y como afectaba ésta sobre los personajes se creó una maqueta. Heinrich Kley es el encargado del diseño de los cocodrilos y los elefantes así como los hipopótamos y avestruces se basan en la obra de T. S. Sullivant. Walt era fanático de estos dos artistas y eran citas constantes en las reuniones con él. Fueron los ejemplos claros para “La danza de las horas”. Walt quería que el movimiento de las patas de las elefantas fuese como si llevasen pantalones anchos. Thornton Hee fue el encargado de esas secuencias en concreto.

La última parte se nota con la panorámica que indica el cambio de sección, enfocando a los cocodrilos pero a su vez acentuando la iluminación, alargando las sombras y el empleo de ángulos contrapicados. También se amplía, magnifica y mengua la cámara para darle mayor cantidad de formas a los cocodrilos mientras descienden por las columnas. Marjorie Belcher y Louis Hightower son los encargados de la sección entre la hipopótama y el cocodrilo. También se hizo una maqueta de esta sección (modelos previos para Blancanieves y el príncipe). La idea de presentar a los bailarines nocturnos como cocodrilos fue del propio Walt, algo que pasaría a la historia posteriormente. En “La danza de las horas” se trabajó con un gran equipo de directores artísticos entre ellos Kendall O’Connor, Harold Dougthy y Ernest Nordli, consiguiendo ese aspecto sobrio y cómico al mismo tiempo.
 
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Como se hizo...

Fantasía (bloque 4)


La parte final de la película quería ser dos partes musicales completamente opuestas: Noche en el Monte Pelado de Mussorgsky y la versión del Ave María de Schubert. La intención de estas dos partes era yuxtaponer un contraste entre el bien contra el mal. Es patente que la parte negativa, la más oscura y tétrica tiene los personajes más llamativos e interesantes, algo muy común en la factoría Disney. Kay Nielsen, un ilustrador danés que no trabajaba para Disney, fue el modelo a seguir, influyendo en toda la parte de “Noche en el Monte Pelado”, tanto para el diseño de decorados como para el de los personajes quien acabó contratado para esta sección. A su vez Nielsen se inspiraba en la obra de del artista inglés Aubrey Beardsley. Wilfred Jackson fue el director de estas dos partes. Vladimir Tytla, el animador encargado de esta sección, al ser ucraniano, estaba familiarizado con los cuentos populares. Se usó cristal ondulado para el efecto de los fantasmas retorciéndose en el viento. El efecto de los movimientos se hizo reflejando las siluetas en un trozo de hojalata curvada. También se utilizaron dibujos al carboncillo.

Para poder dibujar a Chernabog, el protagonista de esta sección, y tener un referente visual Bela Lugosi fue grabado como si desdoblara dos alas y haciendo muecas. Pero Tytla rechazó las imágenes. Prefirió utilizar al director Wilfred Jackson desnudo de pecho para arriba para conseguir los movimientos que tenía pensados. Daniel McManus es el encargado de dibujar el fuego, uno de los apartados más difíciles pues requería mucha animación, muchos cambios y muchos efectos visuales. Otra de las referencias visuales para esta parte es el corto “La danza de los esqueletos” de las Silly Symphonies. Algo que comentó Walt es que habían conseguido, en lo que a tétrico se refiere, representarlo todo pero que con esta sección de “Fantasía” querían ir más allá, conseguir el ejemplo más radical, el antes y el después. Sin ir más lejos, la labor de Tytla fue la más encomiada de todas. El final de “Noche en elMonte Pelado” fue eliminado en pos de la siguiente (y última) sección “Ave María”.

Una de las discusiones que tuvo esta parte es qué nivel de religiosidad debía a tener. Walt dijo que no era sectaria. Y que si se tenía que eliminar por las quejas de gente no cristiana sólo se perderían 4 minutos de película. Chaplin le aconsejó a Walt que no tuviese miedo en que la gente se quedase esperando cosas de una película. Que no le importase ralentizar el ritmo de ciertos pasajes. Kay Nielsen fue la inspiración con sus bocetos del storyboard para esta sección donde unos peregrinos pasan a través de un bosque que forma una catedral natural. Esta sección recuerda a la parte final de “Tocata y fuga”. La última escena del “Ave María” medía 66 metros, la escena más larga en una película de animación en aquella época. Para poder fotografiarla, se montó una grúa para una cámara horizontal que fotografió los árboles pintados sobre cristales. Esos cristales se montaron sobre bases móviles, de tal forma que pudiesen desacoplarse una vez la cámara hubiese pasado.

Este proceso duró 6 días y 6 noches. Cuando se terminó de grabar se dieron cuenta que el objetivo empleado era incorrecto. Faltaban pocos días para el estreno así que volvieron a montarlo todo, empezar de cero. Tres días después de rodaje hubo un terremoto que se cargó parte de esos cristales y de las bases. Como no tenían tiempo para ver si estaba bien grabado o si faltaba algo volvieron a empezar otra vez de cero acabando un día antes del estreno. Nielsen quería acabar la secuencia con la virgen María en lo alto del cielo en contraposición a las imágenes siniestras y oscuras que habían representado Chernabog. Pero en el positivado la última imagen fue sustituida por un amanecer. “Fantasía” se estrenó en la misma sala donde 12 años antes había debutado Mickey con “El botero Willie”. En 1942 se le concedió un Oscar a Walt y su equipo por el avance y empleo del sonido en el cine. La crítica negativa y el recelo de los productores hizo que se estrenase en una sesión doble con un western y recortando el metraje de 131 minutos a 80. Walt tuvo siempre palabras positivas para “Fantasía” pero admitió que aunque la volvería a hacer de la misma forma reconoce que sería imposible. Aún así, a pesar de que el tiempo la ha colocado en el pedestal que merece, la crítica negativa hizo mella en sus ambiciones futuras.


Documentales al respecto (aunque me han servido para complementar en este caso diré que el grueso de los bloques que he escrito proceden del audiocomentario del DVD):



Este es un popurrí tanto de Fantasía, Fantasía 2000 como Musicana (lo que iba a ser una entrega más pero que ya hablaré de ella en su momento):

 
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Bambi es la vida. Ya casi ni recordaba lo buenísima que es. :amor

La secuencia multiplano inicial nos va presentando poco a poco ese bosque idílico en el que transcurrirá toda la película. Un bosque que está vivo y en continuo cambio, siendo como dice Atreyub, un personaje en sí mismo. La influencia de Tyrus Wong en el diseño de arte da como resultado unos fondos impresionistas bellísimos que muchas veces sugieren más que muestran, envolviendo a los personajes y permitiéndoles al mismo tiempo destacar.

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Tenemos un bosque en el que continuamente somos conscientes del avance imparable del tiempo y de su naturaleza cíclica reflejado a través del paso de las estaciones. La primavera es la que más peso va a tener en la historia como símbolo del amor y la creación de vida, coincidiendo además con el comienzo de cada ciclo importante (el nacimiento de Bambi, su madurez y el nacimiento de sus hijos). Por el contrario en el otoño-invierno ocurren los sucesos más duros (ataque de lo humanos, incendio y muerte de la madre de Bambi).

La elección de los colores contribuye en todo momento a transmitirnos estas sensaciones. Así tenemos unos colores verdes muy alegres para la primavera, naranjas-marrones para el otoño y los momentos de tensión más calientes (la lucha por Faline y el incendio), y blancos-azules para el invierno y los momentos tristes, llegando casi al blanco y negro en las situaciones más difíciles. También se utilizan colores dorados para remarcar escenas de poder y triunfo:

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Tal y como nos lo muestran, la única amenaza capaz de perturbar la vida en ese paraíso es el ser humano, que se presenta siempre fuera de cámara, casi como un ser todopoderoso. Además de los cazadores, amenazas externas como la lluvia (con voces) y el viento (con cantos gregorianos) poseen también cualidades humanas. En este contexto los humanos simbolizan todos los elementos o fuerzas incontrolables de la vida a las que uno debe enfrentarse para sobrevivir y a cuyas consecuencias debe ser capaz de reponerse.

En relación a este tema y uniéndolo también al carácter ecologista de la película, hay una escena cuando la madre de Bambi está asegurando la pradera tratando de detectar a los humanos y en un momento dado, bajo un silencio absoluto, se queda mirando al espectador. De forma paralela, más avanzada la película, es el propio Bambi, que ya ha aprendido como su madre a presentir el peligro, el que nos mira directamente a los ojos:

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La película está concebida casi como si perteneciera al cine mudo (menos de 1000 palabras de diálogo), tratando en todo momento de evitar las frases y contar las cosas con acciones. En este sentido la música tiene un papel importantísimo haciendo uso de un Mickey Mousing que no se limita tan sólo a acompañar los movimientos de los personajes, sino a ilustrar sus pensamientos o su estado de ánimo.



También se utiliza eficazmente la música como elemento de construcción de peligro. De forma similar a como harían Spielberg y Williams años más tarde en Jaws, se recurre a un tema inquietante y repetitivo que aprovecha la ausencia del enemigo en pantalla para generar una enorme tensión en el espectador.



Por último, la escena de la muerte de la madre de Bambi a mitad de la película crea un impacto en el primer visionado parecido al que conseguiría Hitchcock con el asesinato de Janet Leigh en Psicosis, dejando al espectador con una sensación de inseguridad a partir de entonces que contribuye a la tensión en las escenas finales.
 
Chapó, amigo mío, chapó. En serio.

¿Sabes una cosa que me encanta de tus posteos y textos, Sros, en este hilo Disney? que eres único para encontrar planos y capturas que consiguen aumentar aún más la calidad de tus escritos. Esperaba como agua de mayo el que correspondía a Bambi porque sabía que lo volverías a lograr. Y es que Bambi son palabras mayores.

Qué pena que las películas donde mayor caudal de arte y perfección animada hay fueron las que menos éxito tuvieron en taquilla (hablo de Pinocho y Fantasía, sólo Blancanieves fue la arrasante en el terreno del éxito mientras que Bambi fue un éxito muuuuuuuuuy moderado, porque unos dicen que lo fue y otros dicen que fue un fracaso pero no lo dejan muy claro).

El bosque es el escenario cambiante que impresiona por el nivel de detalle. Es que cada plano podrías imprimirlo y llenar tu habitación de cuadros con esos planos y conseguirías un museo de arte atemporal. Además, como bien dices, sugieren más que muestran. Es que a veces parece que es imposible abarcar todo lo que encierra el bosque, es imposible contener toooooooda la vegetación que da forma a un todo.

En cuanto a lo que comentas de las estaciones: totalmente de acuerdo. Es que me encanta como cada estación conlleva una emoción. La primavera/verano es la época del descubrimiento en todos los sentidos (cuando es pequeño descubre la vida, cuando es joven descubre el amor) mientras que el otoño/invierno es época de muerte en todos los sentidos (siendo lo de la madre el apoteosis de la desgracia absoluta).

La elección de los colores contribuye en todo momento a transmitirnos estas sensaciones. Así tenemos unos colores verdes muy alegres para la primavera, naranjas-marrones para el otoño y los momentos de tensión más calientes (la lucha por Faline y el incendio), y blancos-azules para el invierno y los momentos tristes, llegando casi al blanco y negro en las situaciones más difíciles. También se utilizan colores dorados para remarcar escenas de poder y triunfo:

No ase falta disir más.

Me encanta por ejemplo (creo que ya lo comenté en la crítica pero no me importa, hablo tanto, jejeje) los colores secos y duros cuando Bambi se enfrenta al oponente que se convierten en siluetas negras, rotos por los impactos pasando del rojo al azul. Me sobrecoge el negro glaciar cuando Bambi se encuentra con su padre y descubre que su madre no vuelve. O cuando cuando la madre va por el bosque con Bambi y está entre neblinas. El difuminado ahí es perfecto. No había reparado en el dorado.

Tal y como nos lo muestran, la única amenaza capaz de perturbar la vida en ese paraíso es el ser humano, que se presenta siempre fuera de cámara, casi como un ser todopoderoso.

Creo que fue criticada un poco la película por presentarnos como la amenaza y el malo. Entiendo esa crítica pero también entiendo lo que Disney quería transmitir. En sí el humano es el que invade ese macro/micro universo acabando con la vida de esos animales y de ahí se desprende que seamos el monstruo amenazante.

Además de los cazadores, amenazas externas como la lluvia (con voces) y el viento (con cantos gregorianos) poseen también cualidades humanas. En este contexto los humanos simbolizan todos los elementos o fuerzas incontrolables de la vida a las que uno debe enfrentarse para sobrevivir y a cuyas consecuencias debe ser capaz de reponerse.

Siempre me ha encantado como en Disney al viento le dan ese toque fantástico siniestro (la música influye muchísimo). En el corto de "El viejo molino" ya pasaba (pero también en los cortos Silly), al igual que en Fantasía ocurre e incluso en el mediometraje de Sleepy Hollow, acompañado de esos coros entre siniestros y épicos al mismo tiempo.

Cantos gregorianos, me gusta esa definición. Muy buena.

Luego, claro está, los platillos a tutti plen también servían mucho (como en la escena del fuego o en Fantasía cuando Yensid controla el agua).

No había reparado para nada en el detalle de que la madre y Bambi nos miran a nosotros. Puntazo y descubrimiento. Gracias mil, tío. Chapó.

Película está concebida casi como si perteneciera al cine mudo (menos de 1000 palabras de diálogo), tratando en todo momento de evitar las frases y contar las cosas con acciones. En este sentido la música tiene un papel importantísimo haciendo uso de un Mickey Mousing que no se limita tan sólo a acompañar los movimientos de los personajes, sino a ilustrar sus pensamientos o su estado de ánimo.

Es otro de esos casos donde los personajes no cantan las canciones sino que éstas son narrativas en el más estricto sentido de la palabra. No es como Pinocho o Blancanieves que son interpretadas por los personajes (o como sucediera en Dumbo también pues son los cuervos los únicos que cantan). Aquí las canciones van a coro, son casi otro personaje como el bosque.

Cierto, la música que daba sentido al movimiento o que acompañaba a ciertas acciones.

A ver si Williams se inspiró en este caso para su particular Jaws, muahahaha.

La muerte de Bambi es otro de esos momentos impactanctes pocas veces logrados en el cine. Y es que Disney llevaba una ristra que ríete tú (la muerte de Blancanieves, casi todo Pinocho, Dumbo separado de su madre, la muerte de la madre de Bambi). Tardaría mucho tiempo hasta volver a impactar tanto.

En la era Reitherman también hay casos concretos pero hay que buscarlos y descubrirlos (que ya los iré mencionando poco a poco en cada caso, jejeje).
 
¿Sabes una cosa que me encanta de tus posteos y textos, Sros, en este hilo Disney? que eres único para encontrar planos y capturas que consiguen aumentar aún más la calidad de tus escritos.
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Bale ya, eh

Qué pena que las películas donde mayor caudal de arte y perfección animada hay fueron las que menos éxito tuvieron en taquilla (hablo de Pinocho y Fantasía, sólo Blancanieves fue la arrasante en el terreno del éxito mientras que Bambi fue un éxito muuuuuuuuuy moderado, porque unos dicen que lo fue y otros dicen que fue un fracaso pero no lo dejan muy claro).
Yo siempre he oido que no consiguio beneficios en el estreno, pero en posteriores años si llegó a ser rentable.

Es que cada plano podrías imprimirlo y llenar tu habitación de cuadros con esos planos y conseguirías un museo de arte atemporal.
De hecho, no entiendo como no hay un museo que tenga una tele colgada de la pared dando en bucle la película continuamente. :P

Me encanta por ejemplo (creo que ya lo comenté en la crítica pero no me importa, hablo tanto, jejeje) los colores secos y duros cuando Bambi se enfrenta al oponente que se convierten en siluetas negras, rotos por los impactos pasando del rojo al azul.
Exacto, esa escena luce perfecta, mostrando casi exclusivamente los lomos de los ciervos y jugando con los colores. Puede ser que la hicieran así para ahorrar presupuesto y, si es el caso, sería un ejemplo del buen uso de recursos (lo que le pedíamos a Dumbo). Si la hubieran animado con el estilo normal seguramente no habría resultado tan potente.

Cantos gregorianos, me gusta esa definición.
Bueno, aqui se me ha podido ir un poco la pinza porque creo que no son cantos gregorianos exactamente, dejémoslo en coros.

La muerte de Bambi es otro de esos momentos impactanctes pocas veces logrados en el cine. Y es que Disney llevaba una ristra que ríete tú (la muerte de Blancanieves, casi todo Pinocho, Dumbo separado de su madre, la muerte de la madre de Bambi). Tardaría mucho tiempo hasta volver a impactar tanto.
Si, viéndola junta, esta primera época tiene muchos momentos bastante crueles.
 
jajaja, peloteo. Que grande.

Exacto, no sabemos bien bien si fue por ahorrar costos o fue deliberado pero de no serlo (lo de la silueta Bambi) el tiro les salió certero.

En cuanto a la taquilla de Bambi yo también tenía esa idea, que fue un fracaso, pero ya sabes, empiezas a leer, escuchar y ver y unos dicen una cosa y otros otra y acaba uno por no saber qué creer.
 
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(The three caballeros, Norman Ferguson, 1942)​


CLASICO Nº 7

Al igual que ya sucediera con "Saludos amigos", "Los tres caballeros" fue realizado bajo el membrete de buena voluntad por parte de Estados Unidos hacia América del Sur. La Segunda Guerra Mundial había cerrado el negocio del espectáculo a Europa, lógicamente, y había que ampliar miras hacia otro lugar. Sin ir más lejos "Saludos amigos" fue todo un éxito rotundo. Las ganancias fueron impresionantes y eso dejó claro al propio Walt de que no hacía falta una gran inversión ni una producción fastuosa para poder tener una buena taquilla. Eso conllevó a que el siguiente proyecto fuese una continuación / secuela. Tiene una estructura muy similar pero esta vez se centra el objetivo en Brasil por segunda vez y en uno de los lugares que se habían quedado fuera del metraje: Méjico, la frontera colindante, algo que no podían dejar escapar ni dejar en el aire. Se volvía a recurrir a la animación y a la imagen real sólo que esta vez las dos serán un todo completo, participando los dos estilos de una forma conjunta en cada lugar representado. Otra de las novedades es que se contrató a estrellas internacionales que formarían parte del elenco como el caso de Aurora Miranda (hermana de la archi conocida Carmen Miranda) para la parte de Brasil y Dora Luz junto con la bailarina Carmen Molina para representar a Méjico. Como ya sucediera en el clásico anterior, aquí todo está formado por segmentos o cortos que aún sin hilo conductor todos estarán relacionados en presentar las bondades y el folklore del lugar representado. Sería Norman Ferguson el que ocuparía la silla de director, sólo que esta vez en solitario pues en "Saludos amigos" compartió la batuta con Wilfred Jackson.

Todo comienza con el cumpleaños de Donald será simplemente el punto de partida. El personaje recibirá una caja enorme y en el interior una serie de regalos. Cada uno de ellos dará pié a la sección correspondiente al lugar que desea presentar la película. Dicho de otra forma, cada paquete (o cada historia) será auto conclusiva. Podríamos decir que el escenario es una habitación sin detalle alguno. Es como si estuviésemos en un escenario de un teatro cualquiera pues los espectadores somos nosotros. La primera parte de las tres que conforma este escueto título, pues apenas dura una hora de metraje, expone a través de una película de 16 mm en un proyector la película "Aves raras", una especie de documental animado de corte un tanto pedagógico sólo que bajo el corte y tono jocoso, diáfano y desenfadado de la casa Disney presentando la geografía de América del Sur dentro de los propios cortos que veremos a continuación. Una vez Donald le da al play se nos presentan 3 cortos. El primero, "El pingüino de sangre fría", nos presenta a Polo, un pingüino muy friolero cuyo único deseo en la vida es abandonar su lugar de origen (el polo sur) para ir a un lugar donde el sol le de calor todo el día. Es un corto muy blando tanto en intenciones como en resultado. Podría pasar por un corto de los Special Cartoons sin mucho alarde más allá de contar con un personaje carismático y más por su razón de ser que por su diseño. En sí la propuesta es cómica (un pingüino que no tolera el frío) pero más allá de eso no aporta mucho más. La escena de la bañera propulsada por la presión del agua es lo más divertido.


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Después de esto el corto sigue presentando a las distintas aves autóctonas de América del Sur. Algo que servirá para presentar uno de los personajes más pintorescos, divertidos y descacharrantes de toda la factoría Disney y que es el mejor personaje secundario en mucho tiempo: El aracuan. Una especie de pájaro loco cuyos andares alocados, su ritmo frenético, su carácter enajenado y su constante cancioncilla hipnótica hacen de él todo un personaje y su presencia más que imprescindible (irá apareciendo a lo largo de la primera parte simplemente como secundario cómico y para forzar situaciones divertidas). Su recurso narrativo sirve también para traspasar la pared entre lo ficticio que es la película que está proyectándose y la realidad que es el lugar que ocupa Donald. Un elemento bastante inventivo demostrando que en Disney no tenían límites. El segundo corto, "El gauchito volador", es una leyenda o cuento argentino. Como sucedería en otros cortos o mediometrajes los personajes son silentes y será el narrador quien dará los diálogos y las explicaciones. Es la clásica leyenda del burro volador sólo que esta vez situado en Los Andes. El niño protagonista, un gaucho que quiere ir a cazar para pasar de ser un niño a un hombre, se encontrará con un burrito que vuela. Acabarán convirtiéndose en amigos inseparables para acabar viviendo una aventura conjunta. El diseño de personajes es muy blandito, tierno y acorde a los nuevos trazos que representaría a la compañía a lo largo de toda la década de los 40.

La segunda parte está enfocada en Brasil. Esta sección cuenta con menos metraje puesto que a dicho lugar se le dio protagonismo en "Saludos amigos" en la parte final pero está claro que es un sitio que tiene mucho atractivo y que da mucho juego para lo que es baile, color, folklore y atracción turística. Se vuelve a recurrir al personaje de José Carioca, quien tenía el carisma y la energía necesarias para llevar el peso narrativo convirtiéndose, por unos instantes, en el protagonista y relegando a Donald a un segundo término sin resultar forzado en ningún momento. "Donald, ¿has estado en Bahía?" es una de las frases más recurrentes durante todo el comienzo. En escena aparecerá un cuento troquelado y como si de un viaje de ensueño se tratase la historia nos zambulle en sus páginas, como si de un cuento se tratase. Es curioso que uno de los detalles de la película es que el tren que cogen tanto Donald como José Carioca para ir a Bahía tiene una rueda cuadrada, haciendo su viaje un tanto incómodo. Este detalle insignificante se comenta que posiblemente la razón es que intentaban de forma subliminal presentar lo rudimentario y en cierto modo atrasados, tecnológicamente hablando, en comparación con los Estados Unidos. Una vez llegamos a Bahía (la que en su momento fue la primera capital de Brasil) la música no tarda en llegar. Aurora Miranda viene cantando "Os quindins de yayá" el tema principal de toda la sección y empezará una interacción con José Carioca y Donald. Aquí es donde la animación y la imagen real se fusionan y aunque al principio, lógicamente por el paso de los años, se nota el doble fondo es cuando aparecen los hombres cuando todo acaba fusionándose de una forma, hasta la fecha, nunca antes visto (la escena donde dos hombres se convierten en gallos de pelea para luego volver a su estado original es, quizás, el plano más impactante e interesante de toda la película). Todo terminará en un mundo de baile, alegría y diversión convirtiendo a la propia ciudad en un auténtico dibujo animado.


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Algo realmente cómico y que sirve como inciso es ver cómo se comporta Donald frente a Aurora Miranda, pasando de ser un romántico empedernido a ser un personaje que podría llegar a considerarse un auténtico acosador (algo que no dejará de ser cada vez que aparece una fémina ante él). Tan sólo hay que contemplar la escena introductoria de Méjico con las mujeres del baile regional o en la escena de la playa donde no parará de perseguir a las féminas sin ningún rubor o tapujo e incluso el sueño onírico del final, del cual hablaré en breves instantes, tan sólo sirve para cortejar, enamorarse y perseguir de forma persistente a Carmen Molina y Dora Luz sólo que en un tono más fantástico y más etéreo. De esta forma reafirman, acentúan y exageran el carácter enamoradizo rallando lo obsesivo compulsivo y magnifican lo obsesivo del personaje. Es por otra parte que Donald cada vez tenía mayor éxito entre las masas. Iba relegando al propio Mickey a un plano mucho más secundario y se estaba convirtiendo en toda una estrella mediática. De ahí se desprende que "Los tres caballeros" podría verse de forma sutil como un corto alargado de los que protagonizaba Donald. Sin ir más lejos momentos cada sección cuenta con momentos muy parecidos, casi idénticos, a los que ya empezábamos a estar acostumbrados como el caso de la comedia física cuando tiene que montar el proyector, la deformación de su cuerpo en el truco de magia, la aparatosa y bufa situación ante la piñata o la escena final donde Donald juega al despiste disfrazado de toro. Son pequeñas píldoras que siguen perfectamente el patrón establecido para el estereotipo marcado a fuego en la memoria colectiva al respecto del personaje.

La tercera y última parte sirve como carta de presentación a Pancho Pistolas, un gallo peleón, bravo y aguerrido que sirve como representación de Méjico. Uno de los claros ejemplos que expone en todo momento "Los tres caballeros" es exponer los estereotipos representativos de cada lugar sin importar caer en el cliché cultural y quedándose simplemente en la superficie siendo, quizás, Méjico la parte que más hace inciso en esto al presentar a las personas como aldeanos de camisa blanca y sombrero de paja. Pero dejando este aspecto crítico a un lado se vuelve a recurrir al hilo narrativo de "Saludos amigos" y somos acompañados a través de las hojas de un libro a las costumbres, bailes, fiestas y diversión del otro lado de la frontera. Aquí se nos presenta la canción oficial de la película que entremezcla el título de la película con el atemporal tema musical "Jalisco no te rajes" de una forma muy colorida y animada. Se volvería a recurrir a dibujar la canción como una línea en movimiento como ya sucediera en "Fantasía" con la sección "Banda sonora" sólo que esta vez se le añadiría la comicidad de fusionarla con el personaje de Donald y darle así un tono más bufo. De eso pasamos a "Las posadas" que a través de ilustraciones y acuarelas se nos expone la historia de niños mexicanos que en la víspera de Navidad van en procesión cantando villancicos en las puertas de las casas y que sirve como preludio a una festividad. Después de este pequeño episodio se hará introducción al meollo y punto fuerte de esta sección. Aquí se añadiría un elemento totalmente fantástico: un sarape volador, nada menos que una alfombra mágica que los trasportará a través de las imágenes por lugares característicos y turísticos de Méjico como son Pátzcuaro, Veracruz y Acapulco presentando las costumbres, el estilo de vida y las vivencias del lugar.


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Cierto es que se nota el empeño por superar el título anterior en todos los aspectos. Se nota que hay un despliegue de medios mucho mayor tanto en forma como en fondo pero en cierto sentido artístico no acaba de redondear el conjunto. Se comprende que sus intenciones es mezclar animación con música a la par que ofrecer un punto de vista atractivo y bien intencionado de los lugares escogidos. Pero como cortometrajes independientes pueden tener (o no) mayor o menor acierto pero como película es muy irregular, quizás demasiado. Toda la parte primera con la animación cien por cien marca registrada es agradable aunque no aporte mucho a la factoría más allá de una colección de personajes tiernos y entrañables pero sus historias, más allá de ser pintorescas y divertidas no son de lo mejor en cuestión de cortos. Entretenidos a lo sumo pero sin una calidad aplastante en lo que a calidad cinematográfica se refiere. Y si bien es cierto que contar con artistas consagrados del momento es agradecido por la inventiva de la propuesta para redondear la calidad del producto son momentos un tanto alargados y acaban por ser forzados en su resolutiva y metraje. Hay que añadir que el último tercio con la canción "You belong to my heart" conjuntamente con "Solamente una vez" interpretada por Dora Luz musicalmente es muy poético pero visualmente resulta empalagoso y estomagante. No por el fondo, que es muy bello, sino por la forma pues acaba por ser un exceso que no ha conseguido parecer tan innovador como podría haberlo parecido en su momento de estreno.

Pero lo más desesperante sucede en los últimos minutos. "La alucinación de Donald" es un viaje psicotrópico, onírico y a la vez poético resultado de un viaje alucinógeno provocado por el clímax resultante al encontrarse el pato en un estado embriagado a causa de un exceso de besos. Intenta emular lo acontecido con los elefantes rosas cuando Dumbo se emborracha pero mientras aquella escena es hipnótica y realizada con un acierto descomunal aquí todo sucede de forma atropellada, sin acierto en el ritmo y la narrativa y a pesar de contar con temas como "La zandunga" o "Jesusita en Chihuahua", ambas interpretadas físicamente por Carmen Molina y con un ejército de cactus danzantes, todo acaba siendo muy reiterativo, poco interesante y hasta cierto punto innecesario. Desde luego no es un mal título, más aun comprendiendo las intenciones de Walt, pero a pesar de ser más fastuoso que su predecesora no acaba de ser tan amena y acertada como aquella y que acaba siendo tan sólo una pasarela de variedades muy irregular. No desmerece pero tampoco consigue el aplauso a pesar de marcarse otro tanto en la taquilla.


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Como se hizo...

Dumbo


Por extraño que parezca “Dumbo” fue la salvación de Disney. “Pinocho” y “Fantasía” fueron fracasos en taquilla y Walt necesitaba algo que lo salvase. Está basado en el cuento de Helen Aberson y Harold Pearl, el único cuento de toda su obra. Disney compró los derechos y le encargó el guión a Joe Grant, uno de los apellidos más importantes en la compañía y a Dick Huemer. La cierto es que “Dumbo” fue una película de creación rápida. Lo cierto es que no pusieron tanta dedicación en ella como en títulos anteriores pero estaba claro que, por el contrario, los animadores se encontraban bien con ella. Al no exigir tanta perfección ellos hacían dibujos más rápido y eso ayudaba a su realización. Roy Disney indica que no estuvo tan pendiente de “Dumbo” como quizás sí lo estuvo en todas las anteriores. Además, cuenta, que es de los poquísimos casos donde una película cuenta con un metraje tan corto (apenas 60 minutos) cuando lo lógico es que dure más. Pero que visto el resultado lo cierto es que en sí tampoco necesita más. Una de las razones de su gran éxito fue que no era otra “Fantasía”, un producto completamente arriesgado, sino algo que representase lo que se esperaba de un apellido como Disney.

Destacan que es una película sencilla, sin mucha complicación argumental pero que lo más destacable por encima de todo es su inteligente narrativa que sirve como ejemplo de cómo ahorrar a la hora de contar cosas. También añaden que sus diseños son redondeados, muy accesibles, como los de un libro para colorear, haciendo que la gente acepte rápidamente todo lo que acontece en ella. Uno de los elementos que destacan (por extraño que parezca) es el detalle de los elementos como las nubes o la carpa. Uno de los elementos que funciona tan bien es el lado emocional del personaje pues los niños son los que descubren en su cuerpo, quizás, partes que les hacen sentir feos o rechazados y rápidamente conectan con Dumbo, comprendiendo lo que es ser señalado. Otro de los aciertos según la crítica y animadores actuales es que Dumbo es un personaje mudo, algo que conllevaba mayor dificultad por la razón de que se tenía que trabajar mucho las expresiones y los movimientos. El protagonista es un personaje que no tiene diálogos (algo muy pocas veces visto) convirtiendo su aparición en cine silente.

El personaje de Timoteo, ese ratón inteligente y defensor del débil, congenió con el público por varios motivos. Aparte de por ser el personaje que se convierte en la voz y ayuda de Dumbo es el personaje que todos hubiesen querido tener cuando sufrían abusos o insultos en la escuela cuando eran pequeños. Su realización es el elemento que alivia la tensión y dramatismo del elefante, por eso se convierte en una de las piezas fundamentales de la historia. En la obra original no era un ratón sino un petirrojo pero se decidió utilizar al pequeño roedor por la razón de ser el animal que causa terror a los elefantes. Interesante también un aspecto referente a la madre: indican en el documental que aunque la madre de Bambi es perfecta por proteger a su hijo de los peligros la sra. Jumbo va más allá por la razón de que protege a Dumbo y encima castiga a quien ha atacado a su hijo. Aparte en la película se demuestra que ella quiere ser madre a toda costa (la escena de la cigüeña), de ahí que sea mucho más protectora. Si encima le añadimos la crisis emocional al separarla de su bebé y encerrarla hace que sea un personaje dramático y doliente para el espectador.

Otro de los personajes en sí mismo que nunca sale a la palestra pero que tiene un trabajo visual enorme es el tren, Casey Jr. Es un elemento inanimado con vida propia y formaba parte de los típicos arreglos de la casa Disney para darle vida a objetos y vehículos. Se ensalzan muchos aspectos de él como la vida que inyecta a sus escenas, el que esté siempre en constante movimiento pero también, por ejemplo, se juega mucho con su silueta reflejada en el agua, su viaje a través de Florida. Porque otra de las razones por las que Dumbo fue un éxito es porque transmitía la esencia del mundo del circo. El un ambiente romántico en el sentido nostálgico de la palabra. Sobre todo para la gente de campo (como indican en el documental) no tenía tele y la visita anual del circo era todo un acontecimiento. De ahí que se transmita tan bien la sensación de fiesta en todos sus aspectos. Aparte de que se utilizaron colores vivos y brillantes para muchas escenas como la de la cabalgata.

Claro está, hablamos de una película Disney y si por algo destacan las películas de este apellido es por la parte emocional y no podría ser de otra forma que destacar la gran escena de toda la película donde Dumbo va a visitar a su madre. La perfección artística y técnica del encuentro, la sensibilidad y emotividad del encuentro y cómo la trompa se convierte en un brazo meciendo al bebé, las lágrimas y los ojos vidriosos del elefante forman ya parte de la memoria colectiva por la razón de que consiguen transmitir lo que proponen. Los animadores se encargaron de que Dumbo transmitiese la ternura y desolación requerida para que el público simpatizara con el personaje al instante. Esto se encuentra en contraste con el otro momento hipnótico: la ensoñación de los elefantes rosas. Se destaca por encima de todo lo grotesco de la propuesta. Se cita a Dalí (lógicamente) por la incoherencia desde cualquier aspecto. Incluso se llega a comentar que en la historia de la animación no hay casi ninguna escena de esa época que pueda transmitir tanta animadversión, fascinación e hipnotismo a partes iguales.

Por último se habla de la parte de los cuervos como un ejercicio de estilo grácil, por la fluidez de movimientos y un estilizado baile que se ha intentado imitar pero pocas veces conseguir. Otro elemento a señalar es cómo hay cierta ambigüedad en el carácter de estos pájaros por la sencilla razón de que son malos, o en cierto sentido, burlones con Dumbo para acabar siendo ayudantes y amigos del paquidermo. Ayudados también por el elemento mágico de la pluma, una simbología al “cree en ti mismo”. Se concuerda que la película fue de los primeros éxitos donde el débil es el protagonista y acaba siendo el héroe, algo como ya sucediera en “Rocky o Karate Kid”.

La película se encuentra, dicho por los críticos y artistas dedicados al mundo de la animación, entre lo mejor de la compañía. Consideran la era dorada desde Blancanieves hasta Bambi. Y a pesar de que cinematográficamente Dumbo sea la menos favorecida simplemente por su carga emocional y por su transmisión de sentimientos la consideran como una pieza clave dentro del mundo de la animación y del séptimo arte en general. Pero hay que entender que para Dumbo se quiso ahorrar todo lo posible. Por ejemplo para Blancanieves perdieron mucho tiempo con secuencias que luego fueron desechadas. Aquí fueron al grano con las ideas claras y con el storyboard mucho más conciso. Se llegó a un nivel de ahorro que para algunas secuencias se utilizaron fotocopias de los bocetos y limpiadas para aparecer en la película. Para ciertos fondos se emplearon acuarelas pero muy sencillas (e incluso simples) donde no hacía falta tanto detallismo. Otro de los aspectos es el ahorro en la anatomía. Los diseños son más acordes a los empleados en las Silly Symphonies (mucha plantilla procedía de aquellos cortos) que, por ejemplo, a la perfección milimétrica de Bambi. Sin ir más lejos, los maestros que enseñaron a los grandes artistas que hicieron grande al apellido Disney se encontraban en las filas de los implicados en los dibujos, diseños y acabados de Dumbo.

Los apellidos implicados en cada uno de los personajes son los siguientes: Bill Tytla (Chernabog, Stromboli) se encargó de Dumbo, inspirándose en Peter, su hijo de 2 años. Art Babbitt (los hongos de Fantasía) se encargó de la cigüeña, inspirándose en el actor que la doblaba en versión original, Sterling Holloway. Freedy Moore fue el que dio vida a Timoteo. Ward Kimball le tocó animar a gran parte de los cuervos. Se usó a los hermanos Jackson, un equipo de baile, para poder captar sus movimientos y acciones y así trasladarlos a los cuervos. También, a su vez, utilizaron diálogos típicos de las bandas de jazz típicas de Louis Armstrong o Cab Calloway. También se empleó estilos de artistas como Grant Wood para las colinas ondulantes cuando pasa el tren pero también el surrealismo tan típico de los años 30 para la mítica escena de los elefantes con Dalí como ejemplo claro. Algo que llama mucho la atención es la transición de formas y colores.

Se comenta que la inspiración o el empuje necesario para el corto “Destino” vino del éxito que obtuvo la parte de los elefantes rosas. Heinrich Kley, artista cuyos dibujos de elefantes transmitiendo emociones sirvieron de inspiración para “La danza de las horas” en “Fantasía”, fue el apellido necesario para conseguir lo que se ve en la sección de la pirámide de elefantes. Walt Disney quería ayudar a sus dibujantes con influencias de todo tipo. Veían cine de los años 20, cine de expresionismo alemán. De ahí que “Nosferatu” fuese una influencia palpable para la secuencia donde Timoteo aparece como una sombra en el camerino del maestro de ceremonias. Es más, las sombras es algo muy palpable como por ejemplo la secuencia de los payasos (aunque luego también representaran ciertas cosas como los huelguistas que participaron en la fatídica huelga del 41). También se juega mucho con el simbolismo como el caso de la madre que está encerrada y se mece de aquí para allá con las sombras de los barrotes reflejándose sobre ella para luego pasar a la siguiente escena y ver a Dumbo meciéndose de la misma forma y la carpa donde se encuentra también tiene rallas a modo de barrotes. Algo que está expuesto de una forma muy subliminal.

El éxito fue arrollador. La gente fue a verla varias veces seguidas. La crítica la alabó diciendo que Walt había vuelto a lo básico (desde lo positivo). Fue tan taquillera que la revista Time estuvo a punto de darle al portada a Dumbo pero EEUU entró en la Segunda Guerra Mundial y Pearl Harbor fue quien ocupó esa portada con el almirante Yamamoto. Dumbo fue, en cierto sentido, un antes y un después. La huelga hizo que los estudios Disney ya no fuese el lugar que era antaño y Walt empezó a distanciarse poco a poco de sus artistas dejando a un lado aquella sensación familiar que había entre todos ellos. Fue, por así decirlo, el fin de una era dorada y una época en todo su esplendor en cuanto a estilo y narrativa aunque aún quedaba por llegar Bambi, la apoteosis de la animación.


Documentales al respecto:



 
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Qué tonto soy. He calzado posts con los "como se hizo..." de Fantasía y Dumbo pero no calcé en ellos los videos al respecto que son documentales muy imprescindibles para cada título.

Os dejo los enlaces para que no tengáis que scrollear (aunque diré que los dos casos están en esta misma página).

Este es el de Fantasía (los he puesto en el último bloque de los 4 que hay):
Clásicos animados de la Disney | Página 184 | NosoloHD

Dumbo:
Clásicos animados de la Disney | Página 184 | NosoloHD


Ahora estoy con los docus de Bambi (serán, a tenor de lo que llevo, 2-3 posts, ya decidiré, porque son 3 horas de video) + lo que hay en el DVD que son dos discos y hay más material así que...

Añadámosle la crítica a "Música maestro" que vi ayer. Vamos, que estoy en racha, jejeje.
 
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(Make mine music, Jack Kinney, Clyde Geronimi, Hamilton Luske, Joshua Meador, Robert Cormack 1946)​


CLASICO Nº 8

La 2ª Guerra Mundial ya había terminado pero no así la crisis económica en Disney. A pesar de haber cosechado beneficios con "Saludos Amigos" y "Los tres caballeros" aún no había esa confianza absoluta en el medio como para crear una película con guión establecido. De ahí se deduce que casi toda la década de los 40 fuese más el camino donde ofrecer títulos menores (las famosas "películas paquete") de contenido variopinto y formado por cortos y mediometrajes fácilmente reconocibles dentro de un estilo concreto pero sin una ambición fuerte. Vehículos de lucimiento moderado para ir adquiriendo beneficios suficientes como para poder dar el salto a una película que fuese señal de haber recuperado las fuerzas necesarias. En este caso que nos encontramos, "Música maestro", se creó para plasmar, una vez más, algo que Walt Disney siempre había defendido y que era una de las razones por las cuales se dedicaba al mundo de la animación: fusionar la música con la imagen y el movimiento. Y a pesar de contar con esa espinita que jamás podría quitarse que fue nada más y nada menos que el fracaso económico de "Fantasía" seis años atrás, volvería a recurrir a la base de la ecuación, esto es una serie de cortos unidos sin nexo o hilo argumental sólo que esta vez haciéndola más accesible para todos los públicos, con animación más digerible (aunque sin abandonar en algunos segmentos la poesía, lo onírico, lo etéreo y lo simbólico sólo que en menor escala), un humor más cercano y narración para la gran mayoría de segmentos. Añadiéndole la contratación de artistas famosos del mundo de la música. Lógicamente no hay un despliegue de medios tan extremista, meticuloso, milimétrico y perfeccionista como en el caso de "Fantasía" pero serviría como ejemplo de que rebajar la calidad no significaba obligatoriamente rebajar las intenciones. A tenor del éxito cosechado con esta entrega volvería a repetir la fórmula dos años después con "Tiempo de melodía".

Tarde azul (Blue Bayou): nada más verlo nos damos cuenta que la calidad de este segmento es incuestionable. La razón es que iba a ser incluida en "Fantasía". Para meterla aquí se le cambió la música y se hicieron variaciones en el tipo de animación. Es un segmento de "Claro de luna" de Claude Debussy. Nos encontramos con una poética melodía, muy embriagadora, aunada por una noche clara donde el tono azul es el que domina la pantalla junto con una iluminación que juega perfectamente con las luces y las sombras. Todo es muy idílico, como si de una noche romántica de verano se tratase. Vemos una garza caminando tranquilamente por el agua hasta levantar el vuelo y viajar hacia el horizonte. No hay mucho más que destacar aparte de ser algo muy poético visualmente a pesar de no tener una historia definida.


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Cuando los gatos se juntan (All the Cats Join In). El corto más acertado de todos. Por una sencilla razón: música, animación y movimiento están perfectamente orquestados y dirigidos. No hay ni un sólo plano que entorpezca el ritmo y la calidad de los diseños es perfecta. El propio Benny Goodman participó en este segmento. La innovación radica en que es un lápiz quien va dibujándolo todo a medida que la historia va avanzando (ayudado también de onomatopeyas, golpes de efectos, sonidos y juegos de imágenes muy bien orquestadas). A esto hay que añadirle el fondo: la música, la cultura y el estilo pop de los años 40 americanos. La juventud vive el momento del fin de semana a través de un alocado ritmo el cual el propio lápiz se encarga de ir dibujando a medida que la situación lo requiere. Algo que sorprende es el estilo para las chicas, un tanto pin up (incluso juegan con la sugerencia femenina muy bien escondida a través de movimientos rápidos a la hora de vestirse y desvestirse) y que recuerda en ciertos aspectos a las grandes caricaturas y las exuberantes propuestas de Tex Avery. El jazz y el swing inyectan vitalidad para unos ritmos frenéticos y alocados, muy bien dibujados en toda su expresión y que sirven como precedente para lo que luego volveríamos a ver en el "Rhapsody in blue" de "Fantasía 2000".

Tres palabras (Without you). Andy Russell interpretaría vocalmente esta sección que trata sobre el amor perdido. Visualmente es muy poético pero no acaba de cuajar tanto como hubiesen querido los artistas implicados. El escenario es una habitación donde vemos una carta encima de una mesa, símbolo de una declaración. A través de la ventana acudimos a un triste escenario donde las gotas de lluvia parecen imitar las lágrimas del amor destrozado. Mientras la canción va viajando a lo largo del lugar todo culmina en la misma habitación, representación de que todo empieza y acaba en uno mismo. A pesar de unos colores muy bien elegidos y un intento arriesgado por evocar el dolor de la pérdida de un ser amado todo es muy confuso, sin apenas interés por destacar y resulta ser más relleno entre una sección y otra que algo que merezca ser destacable.


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El bate de Casey (Casey at the Bat). El famoso poema de Ernest Thayer nos cuenta la historia de un famoso jugador de baseball, el deporte por antonomasia de Estados Unidos. Es un cuento autoconclusivo de corte moralista donde se enfatiza o enfoca la leyenda en que el engreimiento es causa de nuestras desgracias. Se encuentra dentro del estilo de los cortos Special Cartoons al cual nos acostumbraron los animadores de Disney. El protagonista es un jugador encantado de conocerse, fanfarrón y prepotente que confía demasiado en su pericia dejando perder dos strikes para dejar el suspense en el último. El mayor problema radica en que es un episodio aburrido sin mucho que destacar. Su humor es demasiado bufo, tonto en más de una ocasión. Hay que añadirle que a pesar de contener mensaje o moraleja no es un corto reseñable. La calidad de los diseños está por debajo de la media e intenta beber de los aciertos que proceden de los cortos de la serie "How to..." tan característicos y famosos de Goofy sólo que esta vez no hay esa inyección de comedia absurda y acertada aunque lo intente. Más tarde perfeccionarían el estilo tanto en forma como en fondo para casos posteriores como el Pecos Bill de "Tiempo de melodía" o el Ichabod Crane de "La leyenda de Sleepy Hollow".

Un sueño en silueta
(Two Silhouettes). Es otro fragmento muy similar al de "Tres palabras". Es de corte poético donde el movimiento sirve para narrar o representar la música. Aquí se nos presenta a David Lichine y Tania Riabouchinskaya, bailarines de ballet, los cuales aparecen en forma de siluetas, que van moviéndose en un baile emotivo, al igual que la música. Dos angelitos a modo de Cupido acompañan a los dos enamorados mientras van de aquí para allá en un escenario pomposo y evocador. Dinah Shore es la encargada de cantar la pieza de este número musical. Pero más allá de lo meramente visual no aporta nada más y tampoco es algo destacable pues no cuenta con la fuerza narrativa visual de los apartados más impactantes de casos como "Fantasía".


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Pedro y el lobo (Peter and the Wolf). Quizás el corto más conocido de toda la película llegando incluso a ser vendida de forma independiente como un corto en formato doméstico debido a su calidad tanto en la forma como en el fondo. Se trata de la clásica obra de "Pedro y el lobo" de Sergei Prokofiev (1936). Sterling Holloway es el encargado de narrar la historia. Ambientada en la Rusia clásica la originalidad de todo es que cada personaje es representando por un instrumento musical. El corto juega muy bien con varios aspectos. El primero es el viaje iniciático de un niño que quiere dar caza al lobo del título. Es una forma práctica de presentar el paso de la infancia a la madurez. Lo interesante del relato es que a pesar de querer plasmar algo tan serio como matar a un animal el niño actúa como tal al portar una escopeta de juguete (en vez de cartuchos porta un tapón e corcho atado a una cuerda). Pero por otro lado juega perfectamente con la esencia de la aventura: el enfrentarse a los miedos y amenazas en forma de un feroz lobo que tiene amenazado al pueblo entero. El abuelo intentará persuadirlo de tamaña gesta (la secuencia recuerda vagamente a "Pinocho", más en fondo que forma aunque algo de esto queda) pero nada puede frenar las intenciones y determinación de un niño.

Como es habitual en cualquier título bajo el sello Disney, Pedro irá acompañado de una colección de secundarios en forma de animales: el pájaro Sasha, el gato Iván y el pato Sonia. Todos forman un grupo variopinto pero muy bien avenido. Lógicamente, siendo animación para todos los públicos, el slapstick y el humor entrañable tendrán acto de presencia. Pero todo queda atrás cuando aparece el lobo en escena. Es cuando la tensión, la acción, la emoción, el drama y sobre todo la aventura jugarán un papel imprescindible convirtiendo a este corto en algo por encima de la media. La calidad de los acabados juega en su favor al igual que los movimientos fluidos y la constante sensación de peligro. La música es primordial a pesar de que por desgracia a veces la narración entrecorte la sonoridad de la misma simplemente para subrayar lo que ya contemplamos aunque sea de forma bien intencionada. Un buen clásico que deja la sensación de haber contemplado algo realmente potente en intenciones y un resultado más que acertado consiguiendo el objetivo de llegar a convertir al niño en todo un adulto al enfrentarse a los problemas de la madurez aunque tenga forma de lobo, uno de los símbolos por antonomasia en el mundo de los cuentos.


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Después que te fuiste (After You've Gone). Benny Goodman vuelve a aparecer por segunda vez en este pequeño fragmento que sinceramente poco o nada aporta al conjunto (es un mero relleno). El protagonista es un clarinete juguetón y escurridizo como hilo conductor o narrador de esta pequeña historia sin trama donde una gran variedad de instrumentos con el jazz como fondo van haciendo acto de presencia con sus juegos y sus andanzas. Todo es puro movimiento, donde la psicotropía juega un papel fundamental. Teclas de piano interminables donde manos y dedos bailan y danzan sin freno ni opción de conclusión hasta que el fin llega. Más allá de su música desenfrenada (y acertada) no deja huella ni aporta gran cosa al filme en cuestión.

Historia de un idilio (Johnnie Fedora and Alice Blue Bonnett). Mi corto favorito de todos. Cierto es que no es innovador en cuanto al apartado visual ni marca tendencia en cuanto a propuesta. En ese caso la perfección cuenta a favor de "Cuando los gatos se juntan". Pero juega con un as en la manga: la emotividad. Bajo la melodiosa voz de The Andrew Sisters, la canción y la historia nos narra el amor incondicional que se procesan dos sombreros expuestos en un escaparate. Como ya iba siendo costumbre en la compañía Disney, eran únicos a la hora de inyectar vida, sentimientos y un carácter marcado a objetos inanimados. En este caso nos encontramos con un sombrero elegante de caballero y un sombrero grácil y coqueto de señora los cuales están enamorados. Su forma de ser acaramelada dota a lo que vemos de un tono idílico, tierno y emotivo. Lógicamente tiene que haber un suceso trágico para que no sea todo muy monótono y aburrido. La historia se trunca en el momento que ella es comprada por una dama. Los amantes son separados y con la posibilidad de no volverse a ver nunca más. Mientras tanto la canción melódica sigue sonando y nos va dando pistas en cuanto a lo que puede e irá sucediendo. El amante también es adquirido por un caballero y como si de una auténtica búsqueda se tratase iremos de lugar en lugar hasta intentar encontrar al amor perdido. Como es de suponer, a pesar de las desgracias acontecidas (el momento abandono en la calle es muy acertado) el final más feliz no puede ser a pesar de no ser como uno pueda esperar o imaginar. El tono amable, tierno y ante todo cálido tanto en el diseño de personajes como en la calidad de los colores hace que sea un fragmento empático y muy evocador. En la versión francesa era la propia Edith Piaf la narradora.


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El ballenato que quiso cantar en la ópera (The Whale Who Wanted To sing At The Met). El último corto de todo el filme. De tono tragicómico nos cuenta la historia de un cetáceo que tiene el don de cantar ópera. Tal como se le muestra en la película podría parecer la parte amable del monstruo de Pinocho (incluso hay algún plano o situación que recuerda en demasía). Su carácter agradable y amistoso, junto con el don que posee, hace que un director de ópera quiera encontrarla para conocerla y a su vez cazarla. Con la clásica historia de Moby Dick de fondo "El ballenato que quiso cantar en la ópera" destaca por la originalidad de su propuesta. A pesar de que su animación no ofrezca nada novedoso sí que lo hace el ritmo narrativo al igual que las distintas situaciones expuestas en la historia. El encuentro entre director y animal, el intento del primero de darle caza al segundo mientras los marineros intentan evitar la masacre o ver como el animal va ascendiendo puestos en cuanto a fama y gloria se refiere para interpretar distintas obras atemporales en el teatro son pinceladas que dan fuerza y empaque al conjunto. Y aunque es cierto que cuando termina deja la sensación de que el producto en sí podía ofrecer más de lo que prometía es el propio final funesto e imprevisible lo que deja con la sensación de que es un corto menor, con potencial y no tan blando como pueda parecer a simple vista. Tan sólo por ver a la ballena disfrazada de Mefisto o de payaso bien vale la pena el visionado. Una metáfora ilustre a la vez que triste de que el ser humano siempre acaba eliminando lo que podría poseer en pos de la ignorancia.

Lo curioso de "Música maestro" es que en Estados Unidos se estrenó con Los Guerrero y los de León (The Martin and the coys)" como primer fragmento de la película mientras que en Europa y en el resto de lugares a estrenar se decidió eliminar. La razón es que debido a que la Segunda Guerra Mundial aún estaba presente aunque hubiese terminado era mejor no exponer nada con escenas violentas o que pudieran ofender la sensibilidad de los espectadores. La historia presenta la rivalidad eterna a muerte entre dos clanes, completamente opuestos: Los Martin y los Coys, clara referencia a los míticos Hatfields y McCoys. Aquí en España quizás no sean tan conocidos pero en Estados Unidos de América son toda una leyenda del folklore popular precisamente por el odio visceral que se procesaban llegando a matarse en peleas y luchas. De corte cómico y de estilo muy rudimentario (podría verse como un preludio en cuanto a formato de lo que veríamos más tarde en "La leyenda de Sleepy Hollow") vemos la enemistad patente entre los dos clanes, los cuales ya desde los primeros minutos aparecen disparándose mutuamente. Es interesante ver como todos acaban muertos ascendiendo al cielo y desde allí, cada familia en su respectiva nube, contemplan como dos miembros acaban enamorándose para terminar a tortazos al más puro estilo cartoon. Aún así la violencia implícita de dispararse y el maltrato físico entre la pareja aunque en ningún momento se vea sangre o golpe alguno fue suficiente como para censurarla y quitarlo de la película. En resumidas cuentas es un corto anecdótico, curioso por su censura e interesante por descubrirlo pero no aporta nada en su conjunto tanto al título como a la galería de cortos de la factoría Disney.


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"Música maestro" es un claro ejemplo de lo que un título menor engloba. No es una mala película, desde luego, pero no alcanza unos mínimos esperables a pesar de contar con pequeñas pinceladas de originalidad patente. Es una película irregular en su conjunto que demuestra buenas intenciones por parte de Walt Disney como de los directores contratados para la ocasión. Sería injusto decir que había dejadez en el medio más aún cuando las circunstancias eran adversas tanto a nivel artístico como a nivel económico pero es innegable obviar que los tiempos donde la calidad cinematográfica era perfecta desde cualquier prisma empezaban a quedar muy lejos y dejaban la sensación de cierto abandono crítico en pos de dibujos de realización rápida y un acabado ni tan uniforme ni tan destacable a pesar de ofrecer pequeñas píldoras de inspiración acertada como el caso de "Pedro y el lobo" o "Cuando los gatos se juntan". Incluso "Historia de un idilio", sin dejar constancia de nada, podría funcionar como corto independiente. Pero poco más.



Para quien quiera conocer el fragmento "Los Guerrero y los de León (The Martin and the coys)" aquí os lo dejo (está en italiano pero mejor así que no descubirlo):




TRAILER:

 
Última edición:
Uno de los elementos que destacan (por extraño que parezca) es el detalle de los elementos como las nubes o la carpa.
:mparto Es para dejarnos mal. ¿Pero quien dice eso es titulado en carpas o no?

las lágrimas y los ojos vidriosos del elefante forman ya parte de la memoria colectiva por la razón de que consiguen transmitir lo que proponen.
Creo que al que verdaderamente dejó tocado (si no recuerdo mal fue con esta película) es a Matt Groenning, que no soportaba ver lágrimas tan grandes en relación al tamaño de los personajes. En los Simpson intentaba por todos los medios que los animadores no dibujasen lagrimones pero alguno se coló, y en los audicomentarios se puede ver como cada vez que se da el caso se pone negro y menciona lo de Dumbo.


Hay que mirar esto de las madres en la primera época porque da para estudio psicológico de Walt o algo.
- En Blancanieves ella es claramente la figura materna -> manzana y a dormir eternamente.
- En Pinocho directamente no hay madre o, si consideramos al hada, está desde el principio ausente, en los cielos.
- En Dumbo tenemos a la gran señora Jumbo -> latigazos y a la cárcel.
- En Bambi -> balazo y ahí te las apañes.

Teniendo en cuenta que para un niño pequeño lo más importante que puede haber en este mundo es su madre, las pelis estas son directamente para traumar. Walt iba a dar donde más dolía y luego encima en la siguiente volvía a meter el dedo en la llaga. :enfado
 
Es para dejarnos mal. ¿Pero quien dice eso es titulado en carpas o no?

Yo creo que sí. Es más, no me extrañarían que después de decirlo tú hubiesen rehecho el docu, jejeje.

Quizás quien lo ha dicho es hijo del dueño del Decatlon, jeje.

Creo que al que verdaderamente dejó tocado (si no recuerdo mal fue con esta película) es a Matt Groenning, que no soportaba ver lágrimas tan grandes en relación al tamaño de los personajes. En los Simpson intentaba por todos los medios que los animadores no dibujasen lagrimones pero alguno se coló, y en los audicomentarios se puede ver como cada vez que se da el caso se pone negro y menciona lo de Dumbo.

Ostras, desconocía esa anécdota. Es cierto que los lagrimones de Dumbo no son normales en cuanto a tamaño. Son mega lagrimones, jejeje. Pero encuentro que, dejando a un lado ese aspecto, el impacto lo consiguen. Magnificando el dolor y la tristeza no le gana nadie a Disney.

Totalmente de acuerdo. El tema maternofilial es de estudio en Disney. Porque si hacemos un análisis preciso del tema da para un post largo y tendido. Y es que no sólo acentuaba la ausencia de esa parte sino que no le importaba recurrir a elementos agresivos para enfatizar el dolor (lo de la muerte de la madre de Bambi es para darle un premio o una colleja fuerte, jejeje).

Claro está, el tío logró quedar en la memoria colectiva no ya sólo de la crítica o del público sino en el séptimo arte en general.
 


Gather round me children, while I tell a story
Of the mountains in the days when guns was law.
When two families got disputin'
It was sure to end in shootin'
So just listen close, I'll tell you what I saw.

Oh, the Martins and the Coys,
They was reckless mountain boys,
And they took up family feudin' when they'd meet.
They would shoot each other quicker
Than it took your eye to flicker;
They could knock a squirrel's eye out at ninety feet.

All their fightin' started one bright Sunday morning,
When old Grandpa Coy was full of mountain dew;
Just as quiet as a church-mouse
He stole in the Martin's hen-house,
'Cause the Coys they needed eggs for breakfast too.

Oh, the Martins and the Coys,
They was reckless mountain boys,
And old Grandpa Coy has gone where angels live.
When they found him on the mountain
He was bleedin' like a fountain,
For they punctured him till he looked like a sieve.

So the Coys started right out to avenge him,
And they didn't even take time out to mourn.
They went out to do some killin'
Where the Martins was distillin',
And they found old Abel Martin makin' corn.

Oh, the Martins and the Coys,
They was reckless mountain boys,
And old Abel Martin was the next to go.
Though he saw the Coys a-comin'
He had hardly started runnin'
When a volley shook the hills and laid him low.

After that they started out to fight in earnest,
And they scarred the mountains up with shot and shell.
There was uncles, brothers, cousins -
Sure, they bumped 'em off by dozens;
Just how many bit the dust it's hard to tell.

Oh, the Martins and the Coys,
They was reckless mountain boys;
At the art of killin' they became quite deft.
Though they knowed they shouldn't do it,
Still before they hardly knew it
On each side they only had one person left.

Now, the one remaining Martin was a maiden,
And as pretty as a picture was this Grace,
While the one survivin' boy
Was the handsome Henry Coy -
And the folks all knew they'd soon meet face to f ace.

Oh, the Martins and the Coys,
They was reckless mountain boys,
And their shootin' and their killin' sure played hob.
For it didn't bring no joy
To know that Grace and Henry Coy
Both had sworn that they would finish up the job.

So at last they met upon a mountain pathway,
And Henry Coy he aimed his gun at Grace.
He was set to pull the trigger
When he saw her pretty figger -
You could tell that love had kicked him in the face.

Oh, the Martins and the Coys,
They was reckless mountain boys,
And they say their ghostly cussin' gives you chills,
For the hatchet sure was buried
When sweet Grace and Henry married
It broke up the best dern feud in these here hills.

Now you may think this is where the story ended,
But I'm tellin' you them ghosts don't cuss no more,
For since Grace and Henry wedded
They fight worse than all the rest did,
And they've carried on the feud just like before.

Ted Werems and Al Cameron
 
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(Las aventuras de Bongo, Mickey y las judías mágicas, Jack Kinney, Hamilton Luske, William Morgan, 1947)​


CLASICO Nº 9


La década de los 40 no fue muy boyante que digamos en lo que a calidad animada se refiere. La 2ª Guerra Mundial seguía haciendo estragos en la compañía a pesar de haber finalizado y la crisis económica seguía siendo patente. A pesar de que Walt Disney tenía ideas para nuevos proyectos el poderoso caballero Don dinero era el que mandaba. De ahí que las tan conocidas hoy como "películas paquete" eran la única vía de escape para que el apellido Disney tuviese éxito en taquilla y se siguiese trabajando en el mundo de la animación. "Las aventuras de Bongo, Mickey y las judías mágicas" es el volumen número 4 de los 6 que aparecieron. Lógicamente, Walt Disney no era tonto ni mucho menos. Sabía que con productos menores o de una calidad cuestionable en comparación con la época dorada pero eso no significaba que si contaba con los personajes que todo el mundo quería y a eso le añadía reclamos como Edgar Bergen, un artista famoso de la época en el mundo de la ventriloquía, podía conseguir atraer al público a las salas de cine tanto con su presencia como con su espectáculo trasladado a una película de animación, más aún en una compañía como la Disney.

Como ya iba siendo costumbre la película está dividida en dos partes / mediometrajes con dos historias bien diferenciadas con Pepito Grillo como hilo conductor aunque cada historia tenga su propio narrador. Todo comienza con la aparición de este famoso personaje utilizándolo, además, como una especie de reclamo para que la gente sintiera cierta atracción por él para poder inyectar interés por "Pinocho", de esta forma se podía recuperar cierto éxito perdido en aquel título. Otro elemento referente al muñeco de madera es que Pepito Grillo aparece cantando "Soy el hombre feliz", una canción que fue descartada para "Pinocho" y que se recuperó para esta ocasión, siendo a su vez la forma de ser del personaje. Claro está, contar con alguien como él siempre es de agradecer pero no se puede negar que su aportación está metida con calzador, no es más que una mera comparsa y que su carácter didáctico no aporta gran cosa más allá de su presencia. También es innegable que las intenciones de Walt Disney, dada la situación mundial, era insuflar cierto positivismo y un carácter optimista de ahí que se recurra a un título como "Fun and fancy free".


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La primera historia o primera parte trata sobre "Las aventuras de Bongo". Esta parte se tenía pensado, en un principio, realizarla como un largometraje, como una especie de secuela de "Dumbo" (sin ir más lejos el tren, el circo, las carpas, el estilo del dibujo, etc. todo es muy deudor o parecido a lo referente a la película del elefante). Bajo la narración melódica de Dinah Shore todo gira en torno a Bongo, un osezno que es la estrella del circo. Su función sobre un monociclo es un auténtico reclamo y eso lo convierte en un animal enjaulado que vive las mieles de su éxito pero es maltratado en cierto modo pues siempre está encerrado en una jaula y atado con un grillete en el cuello para que no se escape. Sin lugar a dudas, como siempre suele suceder, en Disney nunca se deja escapar elementos tristes o funestos para enfatizar la situación penosa del protagonista. El mensaje no se hace esperar: la libertad se encuentra fuera de sus grilletes. El mundo del circo es un mundo opresor y siendo una bestia salvaje como es necesita vivir en el campo, lugar idílico.

Sin esperar mucho logra escapar del tren y en pocos segundos se encuentra en medio de su ansiada libertad, rodeado de animales, respirando aire puro y gozando de la vida en el campo. Lógicamente la vida allí, una vez aparece la realidad de la letra pequeña, no será tan fácil ni tan sencilla ni tan atractiva. Pero cuando aparece la osezna Lulubelle todos los problemas desaparecerán. A partir de este instante el corto se torna romántico y lógicamente, hasta cierto sentido, empalagoso. Bongo y su nuevo amor flotarán por el cielo entre nubes rosas y ositos a modo de Cupidos (el diseño de estos es lo mejor de todo el mediometraje) que con una canción melódica irán sembrando las claves de lo que el amor encierra. Y claro está, siendo Disney y siendo la naturaleza en su estado más primigenio, aparecerá el rival a quien combatir. Un oso enorme llamado Malamuerte (jocoso nombre). Es aquí donde en Disney introducen un elemento surrealista a la par que chocante. El modo de conquistarse que tienen los osos es a través de golpes, tortazos y bofetones entre ambos sexos, más aún con la canción que acompaña la escena: "Pega un bofetón". Algo que hoy sería completamente imposible tan sólo plantear la idea. Lógicamente malos entendidos, peleas de machos, damas en apuros, lugares límite para enfatizar la batalla final (una cascada, un tronco y el clásico clímax donde el héroe parece perecer para aparecer en el último instante). Siendo Disney el amor está en el aire y nada puede acabar con él.


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El corto guarda las constantes y la esencia de la animación de los cortos Disney y no se apartaba mucho del estilo que llevaba cosechando cierto éxito durante la década de los 40. Pero "Las aventuras de Bongo" cuenta con un problema imposible de sortear. Es muy flojo en su resultado. Tristemente no aporta nada nuevo o interesante y si bien hubiese sido un corto aceptable con una duración de apenas 10 minutos es dilatado hasta la media hora haciéndolo funcionar a trancas y barrancas. Su presentación y su maltrato es interesante pues aún siendo animación no abandona su pequeña crítica hacia el mundo de los animales y sus penosa situación como animal de circo. Su aparición en el entorno natural como contraste entre la vida salvaje y el proceso de aclimatación / descubrimiento de la felicidad que se supone ofrece el campo es atractivo, guardando además cierta similitud con el tramo de Blancanieves cuando aparece en el bosque y sus habitantes se descubren como seres amistosos y agradables. El siguiente tramo donde descubrimos que la noche cobra vida es menos acertado pues aparte de copiar / beber de casos como "El viejo molino" y "Fantasía" donde las inclemencias del tiempo son amenazas constantes todo lo que viene después se torna predecible, tópico, plano y carente de interés.

Una de las razones del porqué todo lo restante con Bongo no funciona es que es indefinido, no cuenta con un tono concreto. Sí, entendemos que el pobre osezno no conoce las costumbres y de ahí el malentendido pero lo veo más un "salirse por peteneras" para provocar el clásico enfrentamiento entre machos por la lucha de la hembra en cuestión. Su animación es muy parecida a la de los cortos de Goofy o Donald (incluso el diseño de los osos serviría más tarde para crear uno de los personajes más entrañables y divertidos de la factoría Disney como es Humphrey el oso, quien acabaría teniendo una serie de cortos propios con cabecera incluída). De haber tenido una orientación más definida o como mínimo más enfocada podríamos estar hablando de algo más destacable. Tampoco ayuda que Bongo sea un personaje sin un carácter más trabajado. Aunque le vemos hacer muchas cosas no tiene el carisma ni el tono adecuado para ser protagonista a pesar de serlo a tenor de las situaciones acontecidas. Definitivamente la primera parte del largometraje es muy irregular, sin apenas nada destacable si acaso algún momento puntual pero que por la forma y el fondo nunca logrará quedar en la memoria colectiva y que si es descubierto es más por completismo cíclico que por sus valores animados y cinematográficos.


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Una vez termina la narración damos paso al segundo mediometraje y a su vez el mejor de los dos. Se trata de "Mickey y las judías mágicas". Pero antes de llegar a él tenemos que pasar por el periplo de presentar a los protagonistas humanos de esta sección pues como ya sucediera en "Saludos amigos" y "Los tres caballeros" se recurriría a artistas conocidos de la época para que sean ellos, esta vez, los narradores mientras los dibujos animados sean los habitantes de la historia a contar. Pepito Grillo descubre (y nosotros con él) que la casa donde nos encontramos es de la pequeña actriz Luana Patten, cuyo debut fue en "Canción del Sur" y cuya carrera cinematográfica estuvo ligada a la compañía durante muchos años. Ésta no está allí sino que está celebrando su cumpleaños en casa del artista Edgar Bergen, famoso ventrílocuo que apareció en muchos medios como televisión, radio, cine y demás y cuyos muñecos más conocidos, Charlie McCarthy y Mortimer Snerd, son los únicos invitados. En la década de los 40 y siendo un producto Disney la situación que contemplamos pudiera ser algo totalmente inocente y familiar pero a día de hoy, desgraciadamente, lo expuesto (una niña sola en casa de un adulto y con la única presencia de dos marionetas) resulta cuanto menos perturbador.

Dejando a un lado ese aspecto, el mediometraje es toda una delicia tanto en forma como en fondo. Es un festival repleto de detalles y un enfoque perfecto puesto en la esencia de la aventura pura. Contamos con la presencia del trío por antonomasia de la compañía Disney: Mickey, Donald y Goofy. El primero sería el aguerrido, valiente e inteligente del grupo mientras los otros dos serían los comparsas encargados de las situaciones bufas y el slapstick más divertido, deudor de apellidos como Harold Lloyd o Buster Keaton como puede verse en la escena de la comida en lo alto de la mesa. Si por algo destaca es porque juega muy bien con varios géneros implicados: la fantasía, el drama, el terror, la aventura, etc. El lugar en el que nos encontramos es Valle Feliz. La razón es simple: todo el mundo está feliz porque un harpa mágica canta y cuando esto sucede todo funciona. Pero será secuestrada y todo acabará muriendo. La siguiente escena es formidable: la pobreza en su máximo esplendor. Nuestros tres protagonistas tienen que repartir lo poco que tienen entre los tres: El plano de Mickey partiendo una rebanada de pan y una habichuela en tres partes es perfecta. A eso ayuda una paleta de colores triste, oscura, aunado todo por una banda sonora de lo más descorazonadora. Ver a Donald perder el juicio mientras se hace con un hacha en dirección a una vaca no tiene precio porque el tono cambia al suspense e incluso al terror en apenas segundos.


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Lo que más destaca por encima de todo, más allá de una animación bien dibujada, es el tono. Porque sabe repartir muy bien los minutos para que nada se torne aburrido o cansino. En apenas un momento pasamos de la alegría a la tristeza, del drama al suspense/terror y de ellos nos adentramos por completo en la aventura más fantástica. Las habichuelas se transforman en una planta que crece y que asciende envuelta en una banda sonora milimétrica (música y movimiento en perfecto estado de conservación, como si hubiesen convertido a "Fantasía" en una clase magistral al respecto). Una vez llegamos a nuestra próxima parada el juego de perspectivas y medidas son tan sólo la punta de un iceberg enorme. Porque no sólo llegamos a un lugar mágico como es el castillo del gigante sino que todo cuanto lo rodea es perfecto a la hora de transmitir el deseo de descubrir qué sucede tras esos muros a la par que no sabemos quien se encuentra allí si es amigo o enemigo. Lógicamente no se puede perder una oportunidad de oro para que la comedia bufa tenga acto de presencia con Donald y Goofy como artistas invitados y la escena de la comida da pie y juego a ello de una forma endiablada.

Es el último tercio donde se presenta, en todo su esplendor, el villano de la función: Willie, el gigante tontorrón pero de carácter agresivo destructivo. Su canción "Fi Fa Fo Fum", divertida y pegadiza, nos narra sus dones y sus poderes, a la par que demuestra que no hay nadie que pueda igualarle ante sus transformaciones. Lo curioso del caso es que en Disney acertaron en darle un toque entre infantiloide, bobo, egocéntrico a la par que siniestro (el momento donde la bestia parda se despierta barre de un plumazo todo lo visto hasta ese momento y lo convierte en la mala bestia que es). La interacción entre nuestros protagonistas y él es lo mejor hasta la fecha de todo el metraje. Aparte de que los animadores vuelven a conseguir una plasmación de perspectivas perfecta como el momento donde Mickey escala por el hilo o se mete en el bolsillo del gigante (algo que volvería a salir más adelante en casos como Cenicienta). El ritmo en la persecución, la sensación de peligro constante, la velocidad vertiginosa de los movimientos y acciones al igual que la dirección para el conjunto hacen de este mediometraje todo un lujo y se convierte por derecho propio en el mejor de todos los respectivos a las películas paquete con permiso y ayuda de "La leyenda de Sleepy Hollow".


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Aún así el mediometraje falla en el aspecto que le da forma y es la narración que contiene. Hija de su tiempo, en los años 40 ver interrumpida la historia de Mickey, Donald y Goofy por Edgar Bergen, Luana Patten y los dos muñecos (Charlie McCarthy / Mortimer Snerd) podía resultar gracioso o incluso aceptable. Es más, se llegan a entender las intenciones de aquel momento: un hombre mayor, a modo de cuenta cuentos, tiene como público la esencia del mismo que no es más ni menos que una niña, las personas más propensas a creer y escuchar. Eran los tiempos de narrar, de escuchar, de querer ser sorprendidos por una buena historia. Le añadimos el punto cómico e irónico de Charlie McCarthy y el punto bobo e inocentón de Mortimer Snerd. Pero tal como está expuesto se nota el corte televisivo retro que a día de hoy resulta anticuado e incluso encorsetado. Porque choca la forma más que el fondo, que en sí, es lo que lo salva. Estar contemplando una aventura sin igual como la de los dibujos animados para cortar de golpe con la presencia de los actores y muñecos para subrayar lo que ya conocemos y estamos viendo, aunado además de chistes viejos y un humor simple por no decir básico, hace que por desgracia sean más interesantes los propios dibujos que los actores.

Huelga decir que "Mickey y las judías mágicas" se acabó convirtiendo en todo un éxito. Se podía considerar como la primera película compartida por los tres protagonistas canon de la Disney pues todo lo visto anteriormente se trataba de cortos. Era tal la calidad del mediometraje que eclipsó al propio Bongo siendo comparadas obligatoriamente y saliendo vencedora la parte del ratón por antonomasia. Fue tal el éxito cosechado que acabó pasando a formar parte del listado de cortos y mediometrajes. Acabó siendo modificado cambiando la participación de los actores vistos en esa sección por la aparición de Ludwing Von Pato y Herman, un insecto encantador a la par que entrañable. Se redujeron las interrupciones e hicieron que el mediometraje fuese mucho más fluído. Eso hizo que tuviese un empaque mucho más trabajado y acorde con la propuesta. Y a pesar de terminar de la misma forma (la aparición de Willie después de finalizar el cuento) se conseguía que fuese un producto con mayor y mejor calidad que el previo visto en "Fun and fancy free". El detalle del gigante caminando entre edificios en busca de su presa (Mickey, Donald y Goofy) para calarse el bombín de una marca registrada le da un toque distintivo a la par que cool. Aún así, "Las aventuras de Bongo, Mickey y las judías mágicas" es un largometraje menor, como la gran mayoría de títulos de la década de los 40, que si bien es cierto se salva gracias a su segunda mitad por su calidad y por sus maravillosas aventuras queda lastrado por una primera mitad aburrida y muy menor a pesar de su carencia de intenciones mayores.


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(Tiempo de melodía, Clyde Geronimi, Wilfred Jackson, Jack Kinney, Hamilton Luske, 1948)​


CLASICO Nº 10



Walt Disney seguía con sus proyectos menores para poder, de esta forma, mitigar un poco el problema monetario. Lógicamente, si con estas películas paquete iba cosechando cierto éxito en taquilla no iba a dejar de crear títulos a base de cortos y mediometrajes. Y si algo le daba dinero sería de tontos no repetir la fórmula. Con América latina tuvo dos muestras de botón ("Saludos amigos" y "Los tres caballeros"). Con "Música maestro" le sonó la flauta, cosa que no sucedió con "Fantasía" y decidió volver a probar con el mismo estilo e intenciones en "Tiempo de melodía" para poder así, seguramente, aprovechar o recuperar descartes o ideas que quedaron fuera de guión. Aquí volvemos a contar con una serie de cortometrajes donde la música y el movimiento van de la mano sólo que esta vez contábamos con dos leyendas del folklore popular americano como es el caso de Johnny Appleseed (o Juanito Manzanas) o el del vaquero Pecos Bill que a su vez contaba con voces, diálogos y canciones en vez de sólo música. Volvíamos también a reunir las voces de la música popular del momento y el resultado era casi un calco de "Música maestro" sólo que podríamos decir que de corte, por extraño que parezca, mucho menor, incluso algo menos espectacular en su gran mayoría. Y a pesar de considerarse como una especie de versión más contemporánea de Fantasía fue un fracaso en taquilla en Estados Unidos. Aquí no llegó ni a considerarse su estreno en la pantalla grande.

Juventud enamorada (Once Upon a Wintertime). De corte romántico, el corto con el que comienza la película es un fragmento expuesto como el clásico enfado entre tortolitos bajo un escenario idóneo para la situación de un momento límite o a prueba de fuego. Una pareja de enamorados, en un día de invierno con la nieve ya cuajada, decide salir a dar un paseo y a su vez patinar sobre hielo. Entre idas y venidas y con una pareja de conejos a modo de similitud en la fauna animal una serie de bromas dará paso a que la parte femenina traspasará los límites en una zona donde el hielo es quebradizo para que la parte masculina vaya en su busca y rescate. Frances Langford narra con su voz característica las virtudes del invierno al igual que la canción sirve como tierna exposición de lo que contemplamos pero la calidad de la animación deja mucho que desear a pesar de haber cierto intento de conseguir ese romanticismo patente en la pareja de enamorados. No hay mucha tensión en el clímax de la historia a pesar de dar pie para ello y aunque el estilo sea elegante (o eso intenta parecer) tanto en el diseño de personajes como en la gracilidad de los movimientos el conjunto no queda en la memoria.


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El abejorro (Bumble Boogie). Este fragmento es una idea descartada para "Fantasía". Se trata del tema archiconocido "El vuelo del moscardón" de Rimsky-Korsakov para piano sólo que expuesto en tono de jazz por Freddy Martin y su orquesta. En él vemos a un abejorro intentando escapar del ataque de un piano (o más bien sus teclas) sin encontrar ni un lugar donde esconderse pues hasta las plantas, que están hechas a base de teclas de dicho instrumento, son una trampa mortal. Hay mucho movimiento y el ritmo en la música no decae, precisamente ahí radica la originalidad de la pieza tocada pero más allá de cierto avance técnico en la colorimetría expuesta y un llamativo juego de luces y movimientos se puede llegar a comprender el porqué de su descarte. Este sería uno de los dos fragmentos, por así decirlo, abstractos o visualmente poéticos con los que contaría la película. Visualmente es llamativo pero tampoco es un corto que pueda dejar impronta en la memoria.

La leyenda de Juanito Manzanas (The Lengend of Johnny Appleseed). Cuenta la historia legendaria de John Chapman, más conocido como Johnny Appleseed o Juanito Manzanas, un clásico de la cultura popular americana. De corte religioso a la vez que anecdótico nos expone como este personaje, con las semillas de manzana, la Biblia y su buen hacer, va recorriendo el continente para plantar la fruta que serviría de alimento tanto para sus congéneres como para los animales. Su carácter amable, su estilo de vida e indumentaria un tanto estrafalario (la cacerola a modo de casco) pero de buen corazón hacen de él un personaje pintoresco. Se le da un aire de héroe popular al igual que el corto cuenta con cierto enfoque fantástico / onírico al aparecer su ángel de la guarda (vestido como si fuese un trampero de la época al más puro estilo David Crockett) el cual es el propulsor de que Johnny tome la iniciativa de cultivar manzanas por casi gran parte del continente hasta llegar a su muerte, la cual es presentada ya en su vejez con una aureola casi mística. Es un corto entrañable, como bien muestra las escenas con los animales, poco interesante desde un punto de vista cinematográfico animado y cuyo diseño de personajes sería el preámbulo de lo que veríamos a continuación en casos como "La leyenda de Sleepy Hollow" aunque hay cierta vagancia en ciertos aspectos. Cuenta con una paleta de colores muy natural y a pesar de contar con un ritmo constante lo cierto es que no aporta tampoco gran cosa a la película más allá de dar a conocer el personaje a los que no son autóctonos de la zona. Canciones poco inspiradas y poco más. Aún así acabó convirtiéndose en un cortometraje independiente como sucediera con la gran mayoría de cortos que formaron parte de las películas paquete.


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Aventura en alta mar (Little Toot). También conocido como "El pequeño silbatín" aquí el corto (el cual podría pasar perfectamente como uno de tantos cortos que ofreció Disney a lo largo de su carrera) está expuesto bajo un tono moralista donde a fin de cuentas no es otra cosa que una clase a los más pequeños sobre las consecuencias de no ser obedientes a los padres. El protagonista de la función es Silbatín, un pequeño remolcador portuario de Nueva York que acompaña a su padre en la labor de portar a los grandes barcos a buen puerto. Bajo las voces melodiosas de The Andrews Sisters nos narran con todo lujo de detalles las consecuencias de sus actos. Visualmente es muy entrañable, mostrando / trasladando el carácter travieso y desobediente de un niño pequeño, sólo que transformado en un barco pequeñito. Lógicamente sucederá una desgracia que afectará al honor del padre y el niño será, por así decirlo, expulsado a alta mar. Pero en Disney siempre hay hueco para la redención y para insuflar el espíritu americano donde cualquiera puede ser un héroe. Y eso es lo que sucede cuando en un momento de peligro Silbatín encontrará un gran barco que necesitaba ayuda. Eso conllevará a que padre e hijo se reconcilien y el pequeño de el paso de madurar y convertirse en una "persona" de provecho. Es realmente ameno aunque sea poco interesante y que en cierta medida podría ser la parte educadora de lo que fue el corto de "Pedrito" en "Saludos amigos" donde allí el hijo era la ayuda y el orgullo de la familia, quien sufría penurias por un bien mayor y ensalzar la heroicidad del personaje. Por lo demás es un corto menor que aún entroncando con la forma y fondo de la gran mayoría de cortometrajes expuestos en aquellas fechas no hay mucho más que sacar de él.

Árboles (Trees). Este es un caso contradictorio. Visualmente es perfecto, su forma es preciosa (una obra de arte en sí misma) y su fondo más poético no puede ser. Un fragmento que en sí debería ser el distintivo y el corto destacable de toda la película precisamente por su calidad artística. Pero por esas extrañas casualidades de la vida es el que desentona por completo dentro de todo el conjunto y se muestra de una forma que se concibe como un rara avis en la colección de fragmentos y que hubiese ido mejor en algo como "Fantasía" o incluso en "Música maestro". Fred Waring y los Pennsylvanians cantan con un estilo melodioso y casi poético interpretando el poema de Joyce Kilmer cuyo eje principal son, precisamente, los árboles. Como si de cuadros en movimiento se tratase todo está enfocado hacia la naturaleza propia de las estaciones y con los propios árboles como leiv motiv. Incluso su estilo casa con "Bambi", donde ciervos campan a sus anchas en los extensos campos y con escenas que parecen sacadas ex proceso de ella (el ratón que corre para protegerse de la lluvia) o con "El viejo molino" como inspiración pues parece que fuese ese corto el que instaurase la forma en como exponer una tormenta y cómo afecta esta a la flora y la fauna del lugar. Visualmente es precioso pero por desgracia no consigue ir más allá de plasmar el arte del movimiento al son de la música.


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Échale la culpa a la samba (Blame It On The Samba). Aquí serían las Dinning Sisters las que pondrían voz a la canción y música que ronda alrededor de una especie de descarte o continuación de "Los tres caballeros" en la sección de Brasil pues los protagonistas de la función son Donald, José Carioca y el Aracuán. Los dos primeros se encuentran alicaídos y bastante apesadumbrados. Será el tercero en discordia quien les hará gozar y disfrutar de los ritmos brasileños. Por el corto también aparece Ethel Smith tocando el órgano de forma descontrolada. El problema radica en que llegados a cierto punto este corto se antoja descompasado, descompensado y aburrido tanto en forma como en fondo pues la calidad de la animación deja mucho que desear y el fondo no es otra cosa que meter con calzador, casi a la fuerza, los ritmos y melodías del Brasil. Puede que en su momento esto fuese algo atractivo o interesante de contemplar pues no guarda lo hipnótico de "Saludos amigos" ni mucho menos lo rítmico de "Los tres caballeros". Los tres personajes protagonistas irán de aquí para allá con imágenes sicotrópicas jugando una vez más con el medio acuático para dotar a la escena de ese tono onírico casi fuera de toda realidad. Y aunque la samba siempre se agradece como género musical es todo demasiado obtuso y abstracto como para disfrutarlo en su conjunto. Pero de todas maneras el corto, en resumidas cuentas, es algo insustancial.

Roy Rogers y la historia de Pecos Bill (Roy Rogers and the Sons of the Pioneers and Pecos Bill). Y dejamos la guinda del pastel para el final siendo este corto el mejor de todos. No ya tan sólo por la calidad de la animación que serviría como base para muchos ejemplos posteriores sino que el guión está mejor trabajado y no hay descanso en ningún momento. Incluso en los instantes románticos, que los hay, se juega muy bien con el tempo narrativo. Como ya sucediera en "Las aventuras de Bongo, Mickey y las judías mágicas", la última parte o sección viene precedida por la aparición de actores y rostros conocidos del Hollywood de la época. Aparte de volver a contar con la aparición de Luana Patten y con la presencia de Bobby Driscoll, pareja de niños muy famosa y perteneciente a la cantera de rostros jóvenes de la compañía Disney, se tuvo como narrador de la historia al mismísimo Roy Rogers, cantante y actor de westerns muy apreciado en América. Con un decorado de ambientación puramente westerniana y con esa sensación de estar dentro de un cuento la narración expone en todo su esplendor la leyenda de Pecos Bill, una de las figuras más célebres del folclore americano.


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Aunado por canciones con mucho ritmo, melódicas y de letra muy pegadiza la narración en pleno oeste. De la carreta Bill caerá de la carreta de sus padres cuando era pequeño. Siendo criado por coyotes y viviendo al lado del río Pecos, la historia del vaquero irá convirtiéndose en leyenda el cual logrará domar tornados (incluso los utilizará para encenderse un cigarrillo), acabará con la sequía en Texas trayéndose una nube cargada de tormenta e incluso logrará dar vida a un río en el terreno desértico del lugar. Sus hazañas no tienen rival. Es tan grande su heroicidad que con su revólver disparará a las estrellas apagándolas de un solo tiro. Su gallardía es inabarcable enfrentándose sin problemas a ladrones de ganado, a indios e incluso será reconocido como el mejor vaquero con el lazo. Todo aderezado con una comicidad cómplice y acompañado en todo momento de un caballo, fiel amigo y compañero de las vivencias del cowboy. Incluso se permiten hacer referencias cinéfilas mientras tanto como esa donde Pecos Bill apuntará a cámara y disparará como ya sucediera en el clásico del cine mudo "Asalto y robo de un tren" (1903).

Lógicamente sólo hay una cosa que pueda domar y dejar fuera de juego al vaquero más terrible y temible al otro lado del río Pecos y esa no es otra cosa que el amor. Sweet Sue aparecerá de la nada, a lomos de un pez gigante y dejará al vaquero prendado de sus encantos de los cuales ya no podrá escapar. La fisonomía femenina es algo que los animadores de Disney dominaban bien pero se nota muchísimo la influencia de las mujeres exuberantes y sensualmente muy atractivas de los cortos de Tex Avery y con el caso de Sweet Sue es más que patente. De esta forma Pecos Bill aullará, pataleará, vociferará y perderá el juicio de una forma parecida al lobo de aquellos cortos pero sin ser tan onomatopéyico ni tan extremo. Por lo demás, el ritmo, como decía, no decae en ningún momento y podría decirse que se encuentra dividido en dos partes. Por un lado está las situaciones cómicas que giran alrededor de un personaje engreído y encantado de conocerse como es el de Pecos Bill y por el otro está la parte romántica que gira alrededor de la pareja de enamorados. Pero en este caso la vuelta de tuerca viene al ver que el amor no puede durar mucho al lado de Pecos. Los celos desmedidos del caballo provocarán una situación entre cómica y fatídica. De ahí se sacarán de la manga una especie de leyenda legendaria que hace aún más grande la figura del propio Pecos Bill. Desde luego estamos ante lo mejor de toda la función que por desgracia cuenta con la participación de actores que lastran la espera y cuya participación se antoja a día de hoy como algo encorsetado e incluso anticuado pero que cuando aparece la animación contemplamos algo con empaque y con presencia.


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Tristemente se puede decir que "Tiempo de melodía" es, quizás, el título menor de todas las películas paquete. Sin ir más lejos fue un fracaso económico en Estados Unidos y como indicaba al principio no llegó ni a estrenarse en nuestro país. Es un filme del cual muy pocos han oído hablar, creando incluso la duda de si realmente se puede considerar una película propiamente dicha. A día de hoy se antoja algo bastante aburrido en su gran mayoría y pocas virtudes tiene más allá de contar con algún acierto que otro como es el caso de "Pecos Bill", alguna pieza amable como la de "Juanito Manzanas" o la de "El pequeño silbatín" y un rara avis como el caso de "Árboles" pero que en su conjunto es algo bastante olvidable y que no aporta nada nuevo. Incluso llegó a formar parte de la censura intentando eliminar en Pecos Bill escenas concretas donde salía liándose un cigarro o planos donde saliera el personaje con un cigarrillo en la boca pero que con el tiempo acabarían recuperándose para algunas copias. ¿Mal producto? No, pero dejaba una sensación de que había ya ganas de recuperar los grandes clásicos a los que Disney nos había acostumbrado y que no faltaría mucho para llegar a los tiempos donde aparecerían los títulos que formarían parte de la memoria colectiva como piezas clave, aparte de las que ya formaban la era clásica con letras de oro.


TRAILER:

 
Última edición:
Huelga decir que me estoy tomando este ciclo Disney muy en serio pero también estoy pensando en cosas nuevas para darle el mayor empaque posible. Como creo que este será el ciclo definitivo que le voy a dar al apellido he decidido hacer lo siguiente (aparte, claro está, de los como se hizo y las críticas mucho más sesudas a la Atreyub):

He añadido hasta la fecha en cada crítica / título su correspondiente trailer. El trailer de estreno vía youtube.

Os pongo los enlaces aquí para quien quiera descubrirlos y así ver cómo se hacían los trailers ahora y también ver la evolución del medio. También he añadido en cada crítica el número de clásico que es para que así quien le apetezca saberlo no tiene que buscarlo. Ya a partir de este post irán todos parejos.

Si quereis ver el trailer, reitero, darle al enlace que os llevará a la crítica y al final de la misma está el trailer:

Clásico nº:

1) Blancanieves y los siete enanitos
2) Pinocho
3) Fantasía
4) Dumbo
5) Bambi
6) Saludos amigos
7) Los tres caballeros
8) Música maestro
9) Las aventuras de Bongo, Mickey y las judías mágicas
10) Tiempo de melodía
 
Como se hizo...

Bambi (bloque 1)


“Bambi” fue, sin lugar a dudas, la culminación de un ciclo. Sin ir más lejos de eso trata la película: el ciclo de la vida pues presenta el nacimiento, el crecimiento, la muerte y el renacer llegando a la madurez. 52 años después volvería a tratarse el mismo tema en “El rey león” (a la película, la gente la la llamaba “Bambi en África”). Por extraño que parezca, “Bambi” no fue fácil desde el concepto mismo de la historia pues no estaban acostumbrados a tener que narrar el guión sin una historia de fondo, siendo simplemente la vida la que lo cuenta todo. No era lo típico en Disney. Walt se involucró mucho en el guión hasta llegar al punto de proponer cosas que luego desaparecieron. El guión llevó muchos cambios. Por ejemplo se tuvo intención de crear una pequeña historia en la que Bambi, sin querer, pisaba un hormiguero y cómo al destrozarlo esto provocaba un serio problema para las hormigas. También se quería ampliar la parte de las dos ardillas secundarias que aparecen de vez en cuando. Incluso una riña familiar entre saltamontes iba a tener parte. El padre de Tambor tendría protagonismo. Hasta una abeja en el estómago de Bambi iba a tener participación. Al final todas estas historias fueron rechazadas.

Algo que tenían claro era que necesitaban recudirlo todo a la mínima expresión en cuanto a guión. En un principio la película iba a durar más de dos horas (una anécdota ajena a “Bambi” pero sí al respecto es que de haberse llevado a cabo todo el storyboard de “Pinocho” con las ideas originales el metraje de la película hubiese durado 2 días). Volviendo con la película del cervatillo, Walt Disney propuso que el cazador muriese en el incendio. Se llegaron a hacer dibujos de una bota carbonizada, un árbol quemado y ceniza alrededor. Al final fue descartado. Pero al ser una figura subjetiva, a la cual nunca le ponemos forma, es mucho más aterrador o como mínimo siniestro. Al igual que la muerte de la madre de Bambi. Se compara con la diferencia de la muerte de Mufasa, que vemos el cuerpo, muy al estilo de los 90. En “Bambi” no vemos el cuerpo, sabemos que se lo llevan y Bambi está solo en el mundo. Sin ir más lejos juegan con lo simbólico. Derrama una lágrima, va hacia delante y tan sólo mira una vez hacia atrás como si se despidiera de esa forma tanto de su madre como de su infancia. Es un paso decisivo hacia la madurez.

Desde luego “Bambi” es una clase magistral para los cineastas modernos. La razón es sencilla: es básica y práctica en cuanto a diálogos. Dejan que sea el movimiento, la música y la sencillez al mismo tiempo los que narren la historia. Hoy en día sería casi imposible pues se recurre a mucho diálogo mientras que en la película se prefiere que sea la naturalidad del entorno, la vida de los propios personajes y la forma de ser de estos los que vayan narrando la historia. Gran parte de todo el entramado, de todas estas decisiones y de las ideas originales procedían del propio Walt quien se involucraba en todas sus películas. Para Disney tanto personajes como la historia formaban un todo pues los unos se ayudaban a los otros. De ahí que pidiera que para “Bambi” hubiese poesía y realismo a partes iguales. Eso llevó a que se eligiera a los mejores dibujantes de la compañía para la película pero había cierto miedo a que no se consiguiera lo que Disney pedía. De ahí que se hicieron muchos bocetos y propuestas. Frank Thomas, por ejemplo, hizo la escena del cervatillo persiguiendo a la mariposa y Milt Kahl se encargó del momento donde éste salta sobre el tronco caído y cae de panza sobre él. Walt quedó tan emocionado y sorprendido con lo que vio que dio el visto bueno para empezar a rodarla pues habían conseguido las intenciones del maestro.

Walt Disney siempre exigía mucho de la animación (y por ende de los animadores). Para “Bambi” quería llevar el naturalismo hasta el máximo potencial. De ahí se desprende que visto lo visto antes no había nada parecido y después tampoco en el sentido más estricto de la palabra. La razón es que quería la mayor fidelidad a la naturaleza, no se trataba de los dibujos cartoon a los que el mundo se había acostumbrado. Lógicamente escogió a lo mejorcito de su plantilla. Eso conllevó a que la producción iba a llevar bastantes años. De ahí que eligiera a Eric Larson, a Frank Thomas, a Ollie Johnson y a Milt Kahl como sus dibujantes clave. Había tal nivel de exigencia que se trajeron a profesores de arte para enseñarles las mejores técnicas de animación. Tan sólo hay que ver la fauna de Blancanieves y compararla con la de Bambi y se nota que hay mayor nivel de perfeccionamiento tanto en fisonomía como en movimientos. En aquella era todo más cómico, más sencillo mientras que aquí era todo más trabajado.

Otro de los detalles fue traer a animales de verdad al estudio y familiarizarse con todo lo que englobaba un animal: anatomía, acción, movimientos, fisonomía. También se contrató los servicios de Rico Lebrun, un artista maestro en anatomía, para que les diera clases a los artistas y dibujantes. De esta forma se conseguía mayor realismo. Eso hacía que no tuvieran que dibujar recordando animales o intentando plasmar lo más fiel posible sino que recibieron clases exclusivas y diarias que hacían que se pusiese énfasis en todo lo que representa un animal, con ellos en vivo y directo y de esta forma tener la mayor cantidad de datos posible para conseguir un trabajo perfecto. Bernard Garbutt se encargó, con una forma sencilla, de dibujar la silueta y movimientos de los ciervos. Marc Davis se encargó de darle una expresión bonita, emotiva, tierna y conseguida de los ciervos añadiéndole actitudes humanas. Milt Kahl fue el encargado de fusionar ambos aspectos (anatomía y fisonomía) para conseguir un buen trabajo.

“Bambi” se convirtió de inmediato en todo un referente, hasta el día de hoy, cuando quieres que los personajes interactúen con naturalidad con el entorno, precisamente, natural. Otro ejemplo de conseguir personajes entrañables, reconocibles y eternos fue el de Ollie Johnson con Tambor en la secuencia de las flores. No sólo consiguió la fisonomía adecuada sino que juega muchísimo con el lenguaje corporal. Pero algo que destacaba en la animación de Thomas era su sinceridad y naturalidad. La parte del patinaje sobre hielo es suya (el patetismo de Bambi es una anécdota de cuanto le costaba patinar al propio Thomas). Algo que primaba por encima de todo era lo que es conocido como “la esencia Disney” porque conseguía dos cosas: trasladar el carácter humano a los animales pero a su vez exponían a animales actuando como tales. En “Bambi” se alcanzó eso, siendo el punto álgido o el fin de una época.

Algo que siempre ha llamado la atención en el mundo de los artistas y dibujantes son los fondos, el estilo artístico de estos. Algo que destaca por encima de muchos títulos y que al respecto siempre encabeza las listas de lo mejor que haya podido dar el mundo de la animación pues está por encima de muchos niveles. Hay un talento inabarcable. La intención era no sólo dibujar la naturaleza sino estar en el propio bosque. Walt envió a su equipo al bosque de Maine para que intentaran captar la esencia de lo que se proponía ya fuese para la vegetación como para la fauna. Pero Disney se desilusionó un poco pues los dibujantes plasmaban todo al milímetro con miles y miles de hojas, de ramas, de árboles y demás y no conseguían el efecto que él deseaba. Tyrus Wong fue el encargado de conseguir lo que él deseaba expresamente. Su estilo paisajista y el uso de colores y tonos fue lo que hizo que pasara de ser intercalador a dibujar los paisajes. Es cierto que quizás no es perfeccionista en el sentido más fidedigno de la palabra pero es muy estilizado, consiguiendo captar la sensación de estar en un bosque, el bosque de Bambi. Cada plano, cada escena consigue detallar una auténtica obra de arte, como si de un cuadro se tratara. Llegó a convertirse en todo un referente y un icono al respecto pues su influencia posterior es patente aún a día de hoy.
 
Bloque 1

Como se hizo...

Bambi (bloque 2)

Algo en lo que casi nadie repara es que cuando se hace una película de dibujos animados todo lo que contemplamos también es un dibujo y en la compañía Disney, Walt quería hacer de lo imposible lo posible. De ahí que se dibujaran todo tipo de detalles pero también se crearon efectos nuevos como el caso del vidrio ondeado que servía para dar ese efecto tan característico en el agua (en el corto “El viejo molino” ya se utilizó) pero para “Bambi” se llegó a utilizar incluso para el incendio del bosque. Eso hizo que se consiguiera los efectos distorsionados causados por el calor. Para la nieve se utilizó copos de maíz cayendo a una velocidad bastante ralentizada y haciendo parecer que es nieve. Para las gotas de lluvia se hacía sobre fondo negro y así ensalzaban el efecto. La cámara multiplano se utilizó para los primeros minutos al entrar la cámara en el bosque sólo que aquí quiso profundizarse muchísimo más hasta llegar a un nivel pocas veces conseguido.

Otro de los valores artísticos que convierten a “Bambi” en todo un prodigio es la banda sonora. Es muy sutil, no es tan clara y directa. Consigue el tono adecuado para envolver al espectador en un cuento, como si lo transportara al interior del propio bosque. Lo comparan incluso con una pastoral de Bethoveen. Es otro de esos casos particulares donde el movimiento va acorde con la música como cuando Bambi intenta levantarse o cuando caen las gotas de lluvia sobre las hojas. A Disney le importaba muchísimo la música, llegaba a obsesionarse con ella. Al ser una película casi muda pues hay muy pocos diálogos la música es constante en todo el metraje, tan sólo hay dos secuencias donde no hay partitura. Una es cuando la madre le dice a Bambi que el hombre está en el bosque y cuando ésta muere. Son momentos de impacto demostrando así que la música es un elemento imprescindible, más aún cuando el enfoque es naturalista.

Fue tal el impacto de la partitura que tanto ésta como la canción “Love is a song” fueron nominadas a la mejor banda sonora y a la mejor canción en los premios de los Oscars. Frank Churchill fue el encargado de conseguir esa música inigualable. Debido a su trabajo previo en películas mudas donde todo era música, eso le ayudó a poder conseguir una partitura adecuada para una película animada donde los diálogos eran más bien pocos por no decir escuetos. Pero sería injusto otorgar todo el éxito a Churchill pues la otra parte en el proyecto corría a cargo de Ed Plumb, quien supo sacar oro puro con esos acordes y la magia de los coros y la música más ancestral dotando a la propia naturaleza de ese toque mágico y fantástico al mismo tiempo. En cambio para el hombre se consiguió dar con esa sensación de peligro y amenaza con tres notas progresivas. “Bambi” es la primera película donde las canciones no son cantadas a cámara sino que narran una historia, en modo subjetivo.

El libro en el que se basa “Bambi” fue editado en 1928 y escrito por un escritor austriaco llamado Felix Salten. Escribió 6 libros, 3 de los cuales acabaron siendo películas Disney. Bambi, Perri y The Hound of Florence, que acabaría convirtiéndose en The Shaggy dog. El libro de “Bambi” acabó en manos de Disney gracias a un productor y director de películas de la MGM, Sidney Franklin en 1935. En un principio Franklin se hizo con los derechos para hacer una película en vivo. Pero se dio cuenta que el mejor medio para llevar a la gran pantalla algo como Bambi era la animación. Y lógicamente el mejor en ese caso era Walt Disney. Franklin le llevó el libro a Walt y este se entusiasmó con lo que vio y leyó. Debido a que Disney era un amante de la naturaleza, de lo vivo y de todo lo que girara en torno a estos elementos se involucró mucho en el proyecto. Además, él era una persona inquieta, más aún en el campo de la animación. De ahí que Blancanieves, Pinocho y Fantasía fueron, por así decirlo, proyectos que servirían para alcanzar lo que él consideraba perfección en Bambi.

Claro está, la producción, que abarcó desde 1936 hasta 1942 (desde la producción hasta el estreno en cines), la época más caótica de los estudios Disney. La Segunda Guerra Mundial dejó a los estudios sin mercado europeo, Pinocho no dio beneficios y Fantasía tampoco. Debida a la situación económica, Walt estaba endeudado con el banco de América. Pero les vendió tan bien la película (en todo sentido de la palabra) que acabaron aceptando y donando más dinero para finalizar el proyecto. En 1940 apareció el sindicalismo, algo que hizo mucho daño a la compañía y terminó con el ambiente familiar de la empresa. En 1941 debido a la situación peliaguda y complicada apareció lo que Walt no esperaba: una huelga. Y eso fue el punto y final de una época concreta. Bambi se encontraba en la primera etapa de su preproducción. Hay que sumarle que Japón entró en guerra y Estados Unidos se sumó a la contienda. Eso hizo que los estudios Disney se involucraran e hicieran campaña a favor de su ejército. Y cuando se estrenó en los cines los USA ya llevaban meses en la guerra. Aún así, aun habiendo sido un fracaso en taquilla como lo fueron Pinocho o Fantasía, acabó recaudando millones a lo largo del tiempo y se convirtió en el estandarte de una época, el fin de un ciclo en la compañía Disney.


Video del "como se hizo" (en él también podréis encontrar tanto una cápsula del tiempo de 1942 sobre un poco de como era América en ese año, un fragmento de como se investigan los documentos e imágenes de archivo para descubrirnos cosas por primera vez y un fragmento de Patrick Stewart sobre la restauración de Bambi para el DVD). Igualmente todo puede verse en la ed. especial 2 discos (DVD).

 
El siguiente título "Saludos amigos" no tiene como se hizo (al menos no como los casos anteriores donde se crea un estudio pormenorizado de cada apartado o departameno) sino más bien una extensión o exposición de lo que ya vimos en esa película centrándose en la parte documental pues todo lo que hay es una ampliación de las costumbres, folklore, vivencias y demás de los lugares que visitó Walt Disney y su equipo siendo Walt el narrador de la historia. Todo fue documentado como añadido o extra de la propia película. Por eso, al no ser un "como se hizo" propiamente dicho creo que con lo que expuse en la crítica de dicha película es más que suficiente. Como curiosidad simplemente se pueden ver a los artistas y dibujantes empleándose a fondo con su arte, la animación de personajes, ampliación de circunstancias concretas que en la película se hacía una pasada genérica pero todo está enfocado únicamente en el campo del documental.

Os lo dejo por si queréis completar vuestra Disneypedia. Aunque en el título pone "Como se hizo Saludos amigos y Los tres caballeros" sólo se centra en el primero. Sobre "Los tres caballeros" no he encontrado nada, por ahora.

 
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(La leyenda de Sleepy Hollow y el señor sapo, James Algar, Jack Kinney, Clyde Geronimi, 1948)​


CLASICO Nº 11
(con spoilers)


Las "películas paquete", esas compuestas de distintos cortos o mediometrajes, estaban llegando a su fin y con ellas la década de los 40. 6 títulos compusieron dicha colección siendo "La leyenda de Sleepy Hollow y el señor Sapo" la última entrega y parece ser que a tenor de lo visto la mejor o más esmerada de todas. Que la calidad de los títulos previos fuese irregular o no dejara un buen sabor de boca en comparación con los títulos mayores no significaba que Walt Disney tuviese proyectos en mente pero la falta de medios fue el valor decisivo o definitivo en la mayoría de casos para convertir o transformar largometrajes en mediometrajes. El resultado final para el título que aquí nos ocupa es curioso y no fue una labor surgida de la nada sino que pasó por varios procesos, cambios, elecciones y demás. Para saber las razones del resultado hay que ver o conocer los ingredientes previos.

En primer lugar hay que conocer que "El viento en los sauces" del escritor Kenneth Grahame (1908) fue adquirida por Walt Disney en 1938, poco tiempo después de rodar "Blancanieves y los siete enanitos". Debido a los dibujos que acompañaban a la obra literaria de Grahame, Hames Bodrero y Campbell Grant le presentaron la idea a Walt de que el cuento podría ser llevado a la gran pantalla pero el tema de la animación antropomórfica no convencía, en un principio, al propio Disney debido a que no creía que la técnica fuese a tener éxito en aquellos momentos. Aún así adquirió los derechos para crear una película propia más adelante. En 1941 se terminó un guión y gran parte del equipo de "Bambi" trabajó en el proyecto pero debido a la guerra y a la inmersión de los estudios en cortos propagandísticos se tuvo que dejar estancado. Hay que sumarle que la calidad de los dibujos resultantes no estaba a la altura de los grandes títulos. Pero se recuperó el proyecto quitándole escenas del guión y acabó convirtiéndose en un mediometraje dejándolo como título final en la última entrega de los 6 títulos que formaban parte de las "películas paquete".


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Se pensó en llamarla desde un principio "Tres personajes fabulosos". Los integrantes iban a ser "Mickey y las judías mágicas", "El señor Sapo" y "Gremlins". Este último título, basado en esos pequeños duendes creados por el escritor Roald Dahl en 1943 para la propia Disney como propuesta para un largometraje, fue desechado. Debido a la cancelación de esa parte pasó a llamarse "Dos personajes fabulosos" pero el mediometraje de Mickey pasó a formar parte de otro título, asociado esta vez con el osezno circense Bongo. Ya en 1946 se empezó la producción animada del clásico de la literatura estadounidense "La leyenda de Sleepy Hollow" (o también conocida como "Las aventuras de Ichabod", 1820) de Washington Irving. Al no contar con una duración suficiente para poder considerarse un largometraje en Disney tuvieron la decisión de emparejar sendas obras y acabar formando el largometraje con el título definitivo de "La leyenda de Sleepy Hollow y el señor sapo". Huelga decir que de todos los filmes que conforman la segunda (e irregular) era de los clásicos animados Disney éste sería el más destacable y el más acertado por su empaque, su tono y su forma, con permiso, claro está, del que respecta al de "Mickey y las judías mágicas".

En referencia al título que aquí nos ocupa, "El señor sapo", indicar que se contrató al archiconocido Basil Rathbone como narrador de la historia. Su acento británico encajaba a la perfección con el estilo elegante y sofisticado de la obra animada. Sin ir más lejos uno de los personajes, Rata, lleva una indumentaria y porte muy Sherlock Holmes, en honor a su personaje más característico. Todo está enfocado en las alocadas peripecias del protagonista en cuestión: J. Thaddeus Toad, más conocido como el señorito Sapo. El sapo es un ser engreído, encantado de conocerse, descontrolado, vividor, derrochador pero deseoso de correr grandes juergas sin reparar en la fortuna dilapidada desobedeciendo los consejos de sus buenos amigos (Rata, Topo y Mac, el contable de Toad). Los tres, a pesar de las circunstancias, no están dispuestos a dejar que Sapo siga malgastando su fortuna, siga por esa vida de desenfreno, sin control y a su vez deje en mal nombre la honorabilidad de Toad Hall, uno de los lugares del lugar que da prestigio a la localidad. Lo más divertido del caso es que los personajes, desde el primer instante, están muy definidos.


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El ritmo no para en ningún instante y en los primeros segundos hace una presentación de todos ellos para enfocar la trama en el meollo de la cuestión. La última locura de Sapo es ir, sin control alguno, por los campos en un carromato tirado por su nuevo amigo el caballo Cirilo Mientepoco. El caballo en cuestión es de raza gitana presentándolo como un ser honrado y que de esta forma romper un poco el estereotipo relacionado con dicha raza. Pero como el sapo es un ser caprichoso se quedará prendado por un automóvil de alta velocidad. Eso hace que pierda la cabeza y no cese en su empeño hasta que no acabe con él. El guión juega una gran baza en esta cuestión pues el mediometraje juega muy bien con distintos géneros: el costumbrismo en los primeros instantes, las aventuras cuando vemos a Sapo con Cirilo cantando y viviendo la vida a tope entre los campos, el cine de juicios donde una de las partes que quedan en elipsis se exponen con toda claridad: Sapo tiene que demostrar su inocencia pues es acusado de robar el coche y como a su vez es juzgado y sentenciado a ser encerrado en la cárcel al demostrarse que así ha sido. Luego se demostrará las verdaderas razones y el complot del que ha sido víctima el pobre batracio.

Es en el momento cuando está encerrado en las mazmorras más frías y oscuras cuando el corto toma un tono mucho más trágico casi desgarrador. La ambientación está enfocada en la época de la navidad y mientras en el exterior se cantan villancicos y la nieve le da a todo un ambiente entrañable y acogedor es en el interior de la celda, con Sapo amarrado a la clásica bola de hierro atada a una cadena y ésta al tobillo del triste personaje, cuando todo se torna gris, casi oscuro, con una sensación de frío y soledad muy conseguida. A eso hay que añadirle las clásicas lágrimas mientras en un charco aparecen las caras amables, responsables y entrañables de sus auténticos amigos. El momento donde Sapo deambula en su soledad recordando los consejos y habiéndolos rechazado para vivir la juerga padre cuando el corto se torna serio y moralista, como si a través de ese pequeño personaje los directores intentaran dar una lección de que las consecuencias de nuestros actos se pagan. Pero el drama no es el género principal de esta historia sino más bien la aventura y ésta no tarda en aparecer. Cirilo, al igual que Polilla con Pinocho, será el personaje que volverá a llevarlo por el mal camino haciendo que escape de la cárcel con un disfraz. El suspense y la sensación de peligro son constantes, ayudados por una niebla espesa y una persecución en toda regla con la policía pisándole los talones al más puro estilo cine mudo como bien deja patente la escena de los trenes y los disparos.


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No hay nada dejado a la casualidad y con productos como estos se demuestra que a pesar de ser un mediometraje, si se trabaja bien, podemos estar hablando de estar a la altura de los buenos títulos animados. Porque es el tramo final donde se demuestra el buen hacer de los guionistas y los animadores. Cuando Mac, el tejón contable de Sapo, aparece soltando la bomba informativa de que todo ha sido un plan urdido por Winky, el tabernero líder de la banda de las comadrejas, para quedarse con Toad Hall el suspense deja paso a la aventura más electrizante. El clímax sucede en el interior de la casa de Sapo, la cual está habitada por la banda al completo. La milimétrica puesta en escena está logradísima. La iluminación juega una parte importante en la historia. Entre las sombras y procurando no hacer ruido que despierte a los nuevos inquilinos el grupo de amigos van a través del río en dirección a la parte trasera de la vivienda. Aquí la banda sonora, la narración, el ritmo, la animación, la oscuridad y la tensión juegan una parte primordial logrando mantener el suspense en todo momento. Es cuando entramos en la casa, en la boca del lobo por así decirlo, logramos adentrarnos en una de las mejores secuencias de tensión, acción y persecución de casi todo lo que llevamos visto. Sin ir más lejos toda la parte donde comadrejas, Topo, Sapo, Rata y Winky se persiguen, se amenazan, se lanzan armas y se intentan aniquilar sería utilizado como plantilla para secuencias completas en "Robin Hood" y "El libro de la selva" en una época de ahorro y vagancia animada a partes iguales.


El resultado de todo el mediometraje es que demuestra una calidad animada muy buena por la sencilla razón de que los personajes son definidos, sus carácteres están muy trabajados pues cada uno de ellos actúa según su rol pero formando un conjunto y empaque homogéneo. Sapo con su incontrolable forma de ser, Rata como ese ser firme pero amigo a fin de cuentas, Topo como el ser entrañable y de buen corazón, Mac como el contable que se comporta como la voz de la experiencia pero también tenemos a Winky como el auténtico traidor, de carácter pérfido y que para mi siempre formará parte de uno de los villanos más interesantes a pesar de no contar con un extenso metraje ni se enfoque demasiado el objetivo sobre su persona. Sin olvidar a Cirilo como el secundario cómico pero sin resultar pesado o la banda de las comadrejas que serviría mucho tiempo después como inspiración para la banda de esbirros del juez Doom en "¿Quién engañó a Roger Rabbit?". El cuento, a pesar de no abandonar el tono moralista se decanta más por la parte aventurera de las decisiones y las desventuras del protagonista al igual que se cuenta con filigranas visuales realmente interesantes como el recurrir a flashbacks para resolver una parte de la contienda en el juicio, la descacharrante persecución en el clímax con aviones de papel a modo de elementos disuasorios o el empleo de armas como cuchillos, hachas y espadas para intentar acabar con la vida de los protagonistas.


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El segundo mediometraje sería el que se llevaría la fama y los loores. Lógicamente no es para menos. Contamos con una de las obras literarias del terror americano por antonomasia. La famosa leyenda del jinete sin cabeza. El narrador cambia de voz y no es nada más ni nada menos que el actor y cantante Bing Crosby. Su voz (y sus canciones) iban perfectas para la historia a narrar. Y al igual que en caso del señor sapo, aquí también contamos con dos partes muy distintas en cuanto a tono y forma. La primera parte narra las vivencias de Ichabod Crane, un profesor de escuela. Se comenta que su físico es una caricatura exagerada del propio Crosby. Sea cierto o no lo que prima por encima de todo es la fealdad de sus facciones. Ya en la propia narración (y en la primera canción) se destaca lo feo que es. Pero si su desagradable apariencia es ya de por sí toda una declaración de intenciones más lo es su carácter vividor. El corto, de corte costumbrista, nos sitúa en la localidad de Sleepy Hollow y que es presentada más bien como un pueblecito apacible y agradable, sin hacer apenas alusión a la macabra leyenda fantasmagórica que hace famosa a la localidad hasta casi al final del cuento. La gracia del cuento resulta en ver como las mujeres del lugar no pueden escapar de los "encantos" del maestro a su vez que éste sentirá admiración y falso interés por aquellas damas que puedan aportarle bienestar social.

Lógicamente, siendo un cuento costumbrista no tardará en aparecer el clásico romance que servirá como vehículo de lucimiento de los dos personajes implicados en la historia de Ichabod: Fornido Hueso que no es otro que el típico fanfarrón, brabucón, bromista empedernido, juerguista, amigo de sus amigos y eterno rival del propio Ichabod en el momento que la joven, dulce, bella y grácil Katrina Van Tassel, hija del terrateniente local, el más rico del lugar, se sienta interesada por el propio Ichabod. Bajo una canción de corte melódico y pegadizo, los dos pretendientes lucharán por el amor y conquista de la joven: Hueso por conseguirla como trofeo y Crane como objeto de posición social. Lógicamente el corto juega con la clásica instancia de "más vale maña que fuerza" y jugando con la comedia buja y el slapstick de cine mudo todo está rodado con atino y humor. La calidad de la animación es de corte muy clásico, muy acorde con el estilo que estaríamos a punto de presenciar en futuros títulos aunque aún quedaba por perfeccionar o pulir la técnica hasta alcanzar un estilo concreto que sirviera como seña de identidad. El ritmo a su vez, durante la primera mitad, es mucho más pausado de lo acostumbrado y al no suceder nada especialmente destacable, resulta un poco menos atractivo o interesante en comparativa con la última parte que es la que se llevaría el renombre y la fama.


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Serían los últimos quince minutos cuando el tono de la historia cambia por completo y de una forma paulatina. Los Van Tassel dan una fiesta y el profesor es invitado por puño y letra de la propia Katrina (cuyo, dicho sea de paso, serviría como inspiración para la cenicienta del siguiente título). Al suceder todo de noche la iluminación es perfecta consiguiendo que sea la luna la que rompa por completo la oscuridad del lugar, como si fuese la testigo de lo que sucederá en pocos instantes. No hay nada más alegre que un baile y el que sucede en el salón del hogar es uno de los más divertidos, como si se tratase del contraste alocado, fiestero, exhausto y enérgico del baile de Blancanieves con los enanitos. Una vez más Crane y Hueso luchan por conquistar a la bella dama resultando vencedor, una vez más, el profesor. Pero todo está montado, orquestado y enfocado para la canción final, la que sirve como preámbulo y declaración de intenciones de la idiosincrasia del corto en general y del terror en particular. Fornido Hueso, conocedor de la superstición galopante de Ichabod se calza un soliloquio musical el cual gira alrededor de la leyenda del jinete sin cabeza el cual aparece cada Halloween para decapitar a los que pasan por el cementerio y que sólo hay una posibilidad de sobrevivir: atravesando el puente. La canción, con un ritmo y una letra verdaderamente hipnótica, consigue su propósito que es provocar miedo en Ichabod y a su vez quedar en la memoria del espectador como previo paso al espectáculo terrorífico de los últimos instantes.

No se puede negar que Disney bebe de sus propias influencias y sería injusto obviar que la parte del bosque de "Blancanieves y los siete enanitos" o el estilo del corto "El viejo molino" tienen razón de ser durante la travesía de Ichabod a lomos de su caballo mientras atraviesa el bosque siniestro de camino a casa. La ambientación está servida para que el suspense y el terror más primigenio den presentación al personaje más esperado de todo el mediometraje. La luna citada al principio es ahogada, literalmente, por unas nubes en forma de manos. El bosque se cierra haciendo desaparecer de escena la casa de los Van Tassel y dejando que la oscuridad sea la dueña absoluta del lugar. Árboles retorcidos formando cuerpos macabros, sonidos de animales que se convierten en voces de ultratumba que reclaman al profesor, viento que aúlla para provocar un estado de pánico acentuado, plantas que se convierten en el galope tenebroso de un jinete que no existe. Y cuando uno cree que lo peor ha pasado una risa diabólica irrumpe en escena para dejar pasar al jinete en todo su esplendor. El plano de éste a lomos de su caballo negro, con la cabeza cercenada de alguna víctima y envuelto en una luz roja consigue que sea uno de los momentos más icónicos de toda la factoría Disney.


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A partir de esta secuencia el ritmo es frenético junto con la banda sonora que enfatiza la sensación de peligro y la posibilidad de que el protagonista del cuento, el miedoso profesor, no viva para contarlo. Cada plano es milimétrico y cada escena una obra de arte en sí mismo. Porque si los árboles, el cementerio, la fauna o todo lo que rodea al bosque pudiera servir como cuadros inertes pero vivos en cuanto a una situación expuesta el movimiento y el diseño de personajes de esta última secuencia es el claro ejemplo de una laboriosidad digna de una obra de orfebrería. Tanto que serviría como inspiración para la película del propio Tim Burton (muchas escenas y situaciones son calcadas a las de este mediometraje). El carácter cómico y funesto de Ichabod encaja a la perfección con la rabiosa sed de sangre y muerte del jinete, cuyos diseños, totalmente opuestos, son imprescindibles para colocar en la misma escena comedia y terror a partes iguales. Es la sensación de escapismo, de intentar llegar al puente y cruzarlo, de evitar en todo momento los mandobles de esa espada reluciente blandida por un jinete siniestro y fantasmagórico (también ayuda la silueta de un caballo con los ojos inyectados en sangre que relincha muerte por todos lados) lo que hace que estemos ante un auténtico tour de force hundido en auténtica adrenalina y un deseo malsano de disfrutar el sufrimiento de Ichabod. Sólo cuando vemos esa calabaza envuelta en fuego, lanzada con odio convirtiéndose en el final del clímax cuando nos damos cuenta que el viaje en esta montaña rusa de emociones ha terminado. Pero el peaje ha valido la pena convirtiéndose, por derecho propio, en toda una experiencia.

Y con este título menor se concluía con un estilo de trabajo y dejando pista a la presentación de la segunda era dorada de los estudios Disney. Pero haciendo honor a la verdad "La leyenda de Sleepy Hollow y el señor sapo" resulta un broche de oro. No ya sólo por su calidad sino por su presentación. Sirva como ejemplo ver la seriedad y la sensación de haber empleado más mimo o detallismo en las calidades finales de ambos trabajos y que servirían a su vez como inspiración para ciertos aspectos y momentos de futuros clásicos como el caso de "La bella y la bestia". Gastón bebe y debe mucho al Fornido Hueso, al igual que muchas situaciones son bastante parejas como cuando Bella se adentra en el bosque con los lobos. La exposición y enfoque es bastante parecida. Lógicamente el resto tendría su identidad propia. Pero se puede comprobar el grado de madurez en la narrativa, que cuenta con apenas tropiezos expositivos, al igual que la madurez en la calidad de la animación (tan sólo por los clímax de ambos relatos merecen el respeto y la admiración que por desgracia, no contaban en los títulos anteriores). Sendos mediometrajes, como ya sucediera con los casos anteriores, acabarían siendo editados individualmente posteriormente siendo uno de los únicos casos que por desgracia no cuenta con título propio en formato doméstico. Independientemente de ello, se puede decir que este último episodio es, por derecho propio, la mejor guinda del pastel dejando, por suerte, un buen sabor de boca como punto y seguido en el extenso universo de los clásicos Disney.


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