He de decir que magnolia, en un acto de mayúscula magnificencia y desprendida generosidad, diome permiso para venderlo por más y si no lo vendía comprometíase a comprarlo por mil más adelante, cuando hubiera peli o serie, que la vida del artista ambulante solo da para alguna puta con badajo, una botella de tequila barato y unos pocos paquetes de tabaco. No queda dinero para vivir como ricos ni señores.