Acerca de la homosexualidad, la profesora ha afirmado que desde el punto de vista de la biología molecular "no existe ningún gen que la defina", a pesar de lo cual "un número apreciable de hombres y de mujeres poseen tendencias homosexuales instintivas que, en muchos casos, constituye para ellos una dura prueba".
"Desde el punto de vista ético, toda persona humana posee una dignidad ontológica innata, inalienable e indivisible. La tienen, claro está, los homosexuales", ha añadido.
"Desde la fe católica, cuyo don he tenido la suerte de recibir y tal como lo manifesté, acojo a los homosexuales con respeto y delicadeza", aunque a continuación prosigue que sus actos "son intrínsecamente desordenados, en tanto que contrarios a la ley natural -fundamento de la dignidad humana-".
Por ello, la profesora de la UCAM apunta que estos actos homosexuales "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual, y cierran la sexualidad al don de la vida".
"En definitiva, las experiencias separadas de cualquier consideración sobre lo que es bueno o verdadero pueden llevar no a una auténtica libertad sino a una confusión moral o intelectual", ha apuntado.