A ver, Lynch hizo lo mejor que pudo y supo con el original, pero era el director equivocado en el proyecto equivocado. Por un lado estaba su inclinación natural hacia el surrealismo, la parodia de los arquetipos de la cultura pop, y lo bizarro con un pie en el body horror; por otro lado, había un texto original donde la acción física no tiene ninguna chispa y su fuerte es la parte ideológica y filosófica. Si a eso le sumas los tijeretazos en el montaje, pues demasiado que 35 años después siga siendo un film disfrutable con sus peros.
Aunque siempre quedará la duda de qué hubiese hecho el Ridley Scott de aquellos años.
En este caso, Villeneuve es un narrador más clásico, y sin demasiadas extravagancias salvo su gusto por la solemnidad, así que es de suponer que esta adaptación será , a grandes rasgos, más épica y física, pero menos mística. Lo que está por ver es si logrará darle el ritmo aventurero adecuado para lograr un éxito comercial que se antoja bastante complicado. Siempre he dicho que esto no es ESDLA, Dune no es un libro de peripecias capaz de atraer a un público friki joven del siglo XXI, es un libro demasiado enraizado en temas muy de la contracultura años 60 y cuyos admiradores encajan en otros perfiles. Y encima el escenario principal es un desierto ardiente donde solo hay rocas, arena y los gusanos gigantes.
Un saludete.