Lo interesante del evento es que soltaron 30 juegos que estarán disponibles de aquí a junio de 2023 y, salvo la licencia (comprensible) de la kojimada, nada de humo.
MS seguro que tiene cosas guardadas que habrían causado más impacto, pero creo que les honra reducir al mínimo la máquina de humo evitando mostrar juegos que todavía van para largo o no se sabe cuándo aparecerán. Si no ha estado aquí Hellblade debe ser porque están apuntando a finales de 2023.
De momento el mensaje de MS es que Xbox tiene juegos, tiene catálogo y tiene Game Pass. Si sus first party no son un reclamo, puede que algún día lo sean con la montaña de estudios que tienen a su cargo, pero en esta conferencia había juegos importantes para un abanico muy amplio de jugadores.
Quizá haya habido muchos multi y pocos exclusivos "de prestigio", pero casi todo lo mostrado estará desde el primer día en el Game Pass, que es un aliciente enorme.
Que a mi personalmente no me importen nada los Persona, Minecraft o Diablo no me impide reconocer que son franquicias con muchos millones de jugadores detrás y por tanto su repercusión es grande. Incluso como MS complete la compra de Activision Blizzard antes del lanzamiento de Diablo IV, no descartaría que salga de lanzamiento en el Game Pass, lo cual sería un fuerte empujón para Xbox.
Además, no olvidemos que MS sigue teniendo una baza a la que no se le presta mucha atención pero que es un factor diferencial: la Series S.
A raíz de los recientes rumores de versiones Pro de la actual generación, gente como Digital Foundry habló de lo improbable del tema empezando porque no se espera que sea posible reducir costes en las consolas actuales como ocurría hace años y va a ser difícil que bajen significativamente de precio incluso cuando ya haya una producción y un stock sostenidos, así que un modelo económico de partida como la Series S va a seguir teniendo muchos alicientes a medio-largo plazo.