Será de las intenciones del autor del vídeo...
Porque en los dos casos, el efecto del vídeo es exactamente el mismo: documenta el descubrimiento de la niña, provoca una emoción y produce un vínculo emocional con una marca. Ese vínculo no es un invento publicitario, es una característica humana que la publicidad aprovecha.
Es más, imagínate que el autor del vídeo quiere evitar la promoción y decide emborronar el logo del teléfono. No solo llamaría más la atención sino que dudo mucho que nadie tuviera dudas sobre el logo ocultado. Es como cuando en los dibujos paródicos cambian la manzanita por una pera. Todos sabemos a qué se refiere.
Vamos, que en cualquier caso, la beneficiada es Apple. Paradojas de la civilización audiovisual en que vivimos.
Lo que tampoco es tan grave, que como multinacional es una empresa que da trabajo a miles de personas y servicio a millones.
En cuanto a al supuesto lujo de la urbanización y las personas que salen en el vídeo, no lo veo por ninguna parte.
Todo es pura clase media.