Sánchez no ha aprendido nada de los errores de Zapatero con la inmigración
En apenas dos meses el gobierno de Pedro Sánchez ha cambiado su política migratoria sin decirlo. El 17 de junio (sólo diez días después de su toma de posesión) el buque Aquarius atracaba en el puerto de Valencia con 630 inmigrantes a bordo. La vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo, esgrimió “razones humanitarias” para dar a esas personas un permiso de residencia de 45 días para regularizar su situación. Las 87 personas que ha transportado el Open Arms a Algeciras (que, como las del Aquarius, proceden de las costas de Libia) no recibirán ningún trato especial y seguirán los protocolos habituales para los migrantes que llegan en patera, con una sola diferencia: que, al no haber cometido infracción administrativa, no se les aplica una orden de expulsión inmediata.
¿Cuál es la diferencia entre las 87 personas del Open Arms y las 630 del Aquarius? Ninguna. Lo que sí ha habido es un toque de atención por parte del comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, que, en entrevista a El País el pasado 3 de agosto, advirtió al gobierno: “No se puede continuar así“.
Y ésta es la situación actual. Tuvimos, para nuestra desgracia, a un gilipollas al frente del gobierno español. Éste es el segundo. Y va a mejorar la marca.
En apenas dos meses el gobierno de Pedro Sánchez ha cambiado su política migratoria sin decirlo. El 17 de junio (sólo diez días después de su toma de posesión) el buque Aquarius atracaba en el puerto de Valencia con 630 inmigrantes a bordo. La vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo, esgrimió “razones humanitarias” para dar a esas personas un permiso de residencia de 45 días para regularizar su situación. Las 87 personas que ha transportado el Open Arms a Algeciras (que, como las del Aquarius, proceden de las costas de Libia) no recibirán ningún trato especial y seguirán los protocolos habituales para los migrantes que llegan en patera, con una sola diferencia: que, al no haber cometido infracción administrativa, no se les aplica una orden de expulsión inmediata.
¿Cuál es la diferencia entre las 87 personas del Open Arms y las 630 del Aquarius? Ninguna. Lo que sí ha habido es un toque de atención por parte del comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, que, en entrevista a El País el pasado 3 de agosto, advirtió al gobierno: “No se puede continuar así“.
Y ésta es la situación actual. Tuvimos, para nuestra desgracia, a un gilipollas al frente del gobierno español. Éste es el segundo. Y va a mejorar la marca.