Desde distintos ámbitos de "cuñados cervantinos" con columna en periódicos, y como un servidor en otros espacios, se habla que la moción de censura le ha pillado al PP al traspiés. Es posible, que para lo bien que Mariano ha manejado los tiempos, esta vez ni él ni sus colaboradores cercanos hayan sabido hacer una lectura adecuada del momento político y se hayan caído con todo el equipo.
La verdad es que no se si a día de hoy la lectura del tiempo político se hace en Twitter, como analizaba ayer un "hestudio" para El País, y que esto cambie la vida de esa mayoría silenciosa que no expresa su punto de vista en la red social. Si los gestores de comunidades virtuales de Podemos generan un caldo de cultivo que ponga a todos a tirarse de los pelos y provocan cambios de Gobierno, sería preocupante. Pero bueno, la verdad es que no se quien ha pedido el cambio de Gobierno, o si las estadísticas hacían de la "moción por la dignidad" una obligación pues el país con un día más con el PP estaría a punto de estallar.
Pero volviendo al primer párrafo, tratando de no irme por las ramas como acostumbro, no creo que al PP le haya pillado al traspiés y ahí se ha quedado, sino que le ha pillado al conjunto del país. Está muy bien la dignidad, tener políticos limpios que no permitan las emisiones de preferentes o roben millones de cursos de formación, la decencia es importante para seguir creyendo en la política. Pero en definitiva, en el momento actual, son cosas de andar por casa, y lo trascendental ahora mismo es tener una agenda exterior bien estructura y sellada para estar en la primera línea frente a los desafíos a los que nos estamos enfrentando junto a los países de nuestro entorno. Se está configurando un nuevo orden mundial (no en el sentido masón del término) y nosotros estamos mirando al cielo. Tenemos ahora mismo el país paralizado hasta tener unos ministros en carteras clave que sepan por donde se andan, pero me atrevería a decir que la inestabilidad de España no ha podido venir en peor momento y con unas hipotecas no aceptables para una buena estrategia exterior de futuro.
No es necesario que cite los enormes desafíos que ahora mismo hay ahí fuera. Sí, se que os los imagináis... Brexit, Trump, Italia, reimaginar la UE como potencia mundial... Pero aquí estamos, sin Gobierno preparado para coger las riendas. En modo metafórico, se nos está cayendo la baba por la comisura de los labios mostrándonos ajenos a todo ello. Y encima, dile a Podemos que hay que aumentar el presupuesto de Defensa para estar presentables, que te dirán que hay que destinarlo a alquileres sociales de refugiados de Bután. Muy mal momento. Mucha política de postureo, y poco de calidad.
Según la agenda mediática los retos son las pensiones, la financiación, el paro...