Que Le Pen, que tonta no es, logre excelentes resultados, debe traducirse en una ola de suicidios. Como persona, sentiría gran pesar de haber renunciado al honor en favor de incapacidad, promiscuidad ideológica, prostitución de ideario y sopa caliente.
Si algo dejan estas elecciones son desechos, que naturalmente dormirán tranquilos orgullosos de haberlo jodido. Ahí tenemos a Hollande, continuando la tradición del PASOK. He acabado con mi partido, abramos una botella de Champagne. Que le jodan a Miterrand.
No me jodas, es que al candidato no lo querríamos mi para presidir la escalera... Y todos son síntomas de una enfermedad preocupante... El punto de equilibrio político parece que cada vez está más a la derecha. Posiblemente a un socialista abalorio del pasado ahora lo llamarían Podemita.
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