NAVIDADES NEGRAS (Black Christmas, 1974) de Bob Clark
Un claro antecedente del slasher, con un extraño que se introduce en la casa de una fraternidad femenina de estudiantes en plenas vacaciones de Navidad, quedando en la casa un puñado de chicas. El film alcanza gran cota de calidad gracias a la estupenda labor de puesta en escena del director, estilizada y elegante pero simultáneamente malsana y disturbing.
La cosa empieza con cierta similitud al
“Halloween” de Carpenter (aunque el parecido del film de Carpenter es aún mayor con el comienzo de
“Hielo sangriento (1971)”), con alguien acercándose a la casa nocturna y oteando el interior a través de las ventanas (incluyendo parte de su cuerpo ocupando mitad del plano), para utilizar una escalera exterior e introducirse en el ático (uso aquí de algo similar a la futura
steadicam). El suspense, la tensión claustrofóbica están muy conseguidos, lo mismo que la espléndida y espeluznante resolución de los asesinatos, prácticamente sin sangre –como “Halloween”- pero icónicos (ese unicornio de cristal…), todo con un mayor cariz siniestro en contrapunto a los villancicos, lucecitas y árboles de Navidad. Al asesino solo lo vemos en una oscura silueta y, solo nítidamente, sus manos y un ojo (protagonista de una estupenda escena tras una puerta). Y no se puede olvidar el potente climax final, especialmente ese famoso y terrorífico epilogo.
Los autores del film también pretenden introducir una backstory del psicópata –por medio de sus cuchilleos, audibles para el espectador, o por medio de histéricas llamadas de teléfono- , en una línea entendible en versión original, que se pierde en el doblaje. El psicópata habla de una tal Agnes, como siendo su hermana, algo muy malo que hicieron en el pasado, un bebé y un aborto. Esto hace sospechoso ante los espectadores, al novio (Keir Dullea) de la protagonista (Olivia Hussey) el cual no quiere que ella aborte.
Hay algunos apuntes cómicos, como la Lois Lane de Superman (Margot Kidder) soltando varias procacidades, y los chistes de una pareja de polis capitaneados por John Saxon; pero, por una vez, estas distensiones en el tono grave del film, no me resultan estrictamente negativas. Hay también una ligera subtrama, de una niña desaparecida en un parque, que, en principio, no parece pintar mucho, más allá de desocupar la casa o dotar de mayor incomodidad al conjunto (aunque no se desecha el sugerir que el psicópata tenga algo que ver con la desaparecida). Con todo, una excelente, magnífica película que, pese a la simpleza del subgénero, aguanta muchas revisiones, lo cual es de mérito.