Ropit
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Es una maravilla, de lo mejor de Scorsese, de lo mejor de la década, puede estar en cualquier lista sin despeinarse, la crítica mainstream puede ser muy peligrosa cuando vende obras maestras, pero es que esta estaba provocando hondonadas de lefa tanto en las alcantarillas como en el palco del Bernabéu!
Lo que no es es lo que han descrito, ni las comparaciones tan repetidas son acertadas. Ni Padrino, ni Liberty Valance ni, desde luego, Érase una vez en América, no es una película para nada opulenta como las de Coppola ni tampoco lírica y melancólica como la de Leone, ni pretende reflexionar sobre la sociedad como la crepuscular fordiana ... Es una película modesta (al tono y la puesta en escena me refiero, no al presupuesto) contada por un hombre modesto, brutal pero modesto, un mediocre funcionario que cuenta la historia más grande jamás contada, una película contada por un hombre viejo, interpretada por tres hombres viejos (curiosamente, el más viejo, Al Pacino, es el único enérgico, pero él no tiene mirada en la película, el ritmo lo marcan sobre todo De Niro pero también Pesci) y, por encima de todo, dirigida por un hombre viejo que quiere rendir cuentas con su vida. La película dialoga más con Malas Calles que con ninguna otra de Scorsese, esto no es ascenso y caída de la mafia o del mundo de los casinos, esto es la historia de un hombre y sus circunstancias. Incluso la primera parte de la película, la más Goodfellas, está contada de manera lejana, sin ninguna glamourización; el tramo "gran tragedia griega" también está contado con modestia y sin dramatización.
Evidentemente, hay otras teclas que toca la película, con una parte de fresco histórico (la Historia pasa por la historia de De Niro), una condena explícita de un modo de vida a través del juego postmodernista de escribir en pantalla la fecha y el modo de la muerte de los personajes y, sobre todo, de la mirada de la hija.
Pero incluso en esa mirada de la hija hay tanto relativismo y tanta ambigüedad, la niña está encaprichada con Hoffa como la referencia paternal válida en contraposición a su padre y a Bufalino, pero Hoffa es tan o más hijo de puta que los demás, y Sheeran
.
Las interpretaciones son memorabilísimas, un bombón en forma de regalo para los tres, se destaca mucho tanto a Pacino como a Pesci y se lo merecen, pero lo de De Niro vuelve a ser de otra liga, bueno, de esa liga que tiene para él solo y a la que hay que sumar esta película con letras de oro. Harvey Keitel tiene una escena, pero es la hostia en verso.
El guion tiene una idea narrativa extraordinaria, la de meter un flashback en forma de road movie como base desde la que contar, asimismo, otros flashbacks para toda la vida de Sheeran hasta ahí, de manera que la conclusión de la road movie es el punto culminante de la película, dejando para después solo un largo epílogo que concluya enlazando con la primera narración. Una auténtica virguería.
El humor redondea la película hasta límites insospechados, es un humor omnipresente, socarrón, no de carcajada más que algún punchline delicioso, es un humor, igual que la película, mucho más modesto que el de El lobo de Wall Street (como digo, Goodfellas comparte más con The Wolf que con The Irishman), menos enérgico y exhibicionista. El humor es antídoto imprescindible para que la película pase a toda hostia, incluso en los momentos más graves hay humor.
Grandes escenas las hay a punta pala, hay una que parece un homenaje directo a su amigo De Palma, pero me quedo con tres, toda la escena homenaje a Sheeran con corrillos, miradas y encuentros vis a vis emocionantísimos; todo el clímax narrado con una simetría de ida y vuelta; y el desarmante final que te deja sentado en la butaca sin poder decir demasiado.
El uso de la música (y todas las piezas) y su no uso vuelven a ser magistrales, igual que el montaje de Schoonmaker, pero esto no es novedad. Y hay guiños y homenajes muy curiosones, el Copacabana de Goodfellas, un personaje que en otra película (muy famosa) lo interpretaba Joe Pesci, un personajazo de Los Soprano, varias referencias a El Padrino, ...
He estado dos veces en la sala y habrá una tercera. Scorsese va a obligar a Tarantino a no retirarse porque le ha mandado su teoría a la mierda.
Lo que no es es lo que han descrito, ni las comparaciones tan repetidas son acertadas. Ni Padrino, ni Liberty Valance ni, desde luego, Érase una vez en América, no es una película para nada opulenta como las de Coppola ni tampoco lírica y melancólica como la de Leone, ni pretende reflexionar sobre la sociedad como la crepuscular fordiana ... Es una película modesta (al tono y la puesta en escena me refiero, no al presupuesto) contada por un hombre modesto, brutal pero modesto, un mediocre funcionario que cuenta la historia más grande jamás contada, una película contada por un hombre viejo, interpretada por tres hombres viejos (curiosamente, el más viejo, Al Pacino, es el único enérgico, pero él no tiene mirada en la película, el ritmo lo marcan sobre todo De Niro pero también Pesci) y, por encima de todo, dirigida por un hombre viejo que quiere rendir cuentas con su vida. La película dialoga más con Malas Calles que con ninguna otra de Scorsese, esto no es ascenso y caída de la mafia o del mundo de los casinos, esto es la historia de un hombre y sus circunstancias. Incluso la primera parte de la película, la más Goodfellas, está contada de manera lejana, sin ninguna glamourización; el tramo "gran tragedia griega" también está contado con modestia y sin dramatización.
Evidentemente, hay otras teclas que toca la película, con una parte de fresco histórico (la Historia pasa por la historia de De Niro), una condena explícita de un modo de vida a través del juego postmodernista de escribir en pantalla la fecha y el modo de la muerte de los personajes y, sobre todo, de la mirada de la hija.
Pero incluso en esa mirada de la hija hay tanto relativismo y tanta ambigüedad, la niña está encaprichada con Hoffa como la referencia paternal válida en contraposición a su padre y a Bufalino, pero Hoffa es tan o más hijo de puta que los demás, y Sheeran
nos deja claro que no se arrepiente de nada, él siempre hizo lo que tenía que hacer, solo le preocupa, al final, hacer las paces con su hija, y en el único desliz chocho que tiene con el cura "quién haría esa llamada!" lo que queda claro es que lo único que le remueve es no haber llamado enseguida a la mujer de Hoffa para que su hija no viera ahí que su padre era responsable
Las interpretaciones son memorabilísimas, un bombón en forma de regalo para los tres, se destaca mucho tanto a Pacino como a Pesci y se lo merecen, pero lo de De Niro vuelve a ser de otra liga, bueno, de esa liga que tiene para él solo y a la que hay que sumar esta película con letras de oro. Harvey Keitel tiene una escena, pero es la hostia en verso.
El guion tiene una idea narrativa extraordinaria, la de meter un flashback en forma de road movie como base desde la que contar, asimismo, otros flashbacks para toda la vida de Sheeran hasta ahí, de manera que la conclusión de la road movie es el punto culminante de la película, dejando para después solo un largo epílogo que concluya enlazando con la primera narración. Una auténtica virguería.
El humor redondea la película hasta límites insospechados, es un humor omnipresente, socarrón, no de carcajada más que algún punchline delicioso, es un humor, igual que la película, mucho más modesto que el de El lobo de Wall Street (como digo, Goodfellas comparte más con The Wolf que con The Irishman), menos enérgico y exhibicionista. El humor es antídoto imprescindible para que la película pase a toda hostia, incluso en los momentos más graves hay humor.
Grandes escenas las hay a punta pala, hay una que parece un homenaje directo a su amigo De Palma, pero me quedo con tres, toda la escena homenaje a Sheeran con corrillos, miradas y encuentros vis a vis emocionantísimos; todo el clímax narrado con una simetría de ida y vuelta; y el desarmante final que te deja sentado en la butaca sin poder decir demasiado.
El uso de la música (y todas las piezas) y su no uso vuelven a ser magistrales, igual que el montaje de Schoonmaker, pero esto no es novedad. Y hay guiños y homenajes muy curiosones, el Copacabana de Goodfellas, un personaje que en otra película (muy famosa) lo interpretaba Joe Pesci, un personajazo de Los Soprano, varias referencias a El Padrino, ...
He estado dos veces en la sala y habrá una tercera. Scorsese va a obligar a Tarantino a no retirarse porque le ha mandado su teoría a la mierda.
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