Os pego un chiste muy divertido que me han contado hoy, si algun moderador lo estima oportuno que lo mueva al subforo offtopic en el hilo de las croquetas y los chistes yo todavia me estoy partiendo
Delgado Ferreiro le dio el triunfo al antifútbol
Ideas espesas, antifútbol del Espanyol y un vergonzoso arbitraje de un colegiado impresentable se conjugaron para que el Barça cayera ante el Espanyol
Pep Guardiola, como era de esperar, no se guardó nada. Puso sobre el terreno de juego a toda la artillería con la única excepción, comprensible, de Carles Puyol, que justo el mismo sábado había recibido el alta médica. Por lo demás, quizá la única sorpresa era la presencia de Keita en el centro del campo en lugar de un Sergio Busquets que era por quien apostaba prácticamente todo el mundo.
El Barça salió bien. Como siempre. Presionando arriba, buscando provocar el error del contrario, y la efectividad de sus tres delanteros, Messi, Eto'o y Henry. El Espanyol, por su parte, se dedicaba a lo único que podía: buscar el orden defensivo, hacer tantas faltas como fuera necesario y si se podía seguir en alguna contra, pues mucho mejor.
Con todo, al Barcelona no se le veía tan fino como siempre en el aspecto ofensivo. Y además, en las pocas ocasiones que se llegaba cerca de la portería de Kameni, no se estaba acertado. No lo estuvo Henry (13') cuando remató alto de cabeza un medido centro de Messi. Pero parecía que la máquina se iba afinando cada vez más y aunque no muy claras, las ocasiones iban cayendo, como una falta lanzada por Rafa Márquez (17') que obligó a Kameni a hacer una buena intervención tras dar el balón en un defensa. O un mal disparo de Xavi (19') desaprovechando una buena jugada de Messi.
El Espanyol, por su parte, también afinaba su máquina. La de hacer una falta detrás de otra. De ver jugadores tumbados por el suelo cada dos por tres. En definitiva, de intentar desquiciar al rival. Y, encima, tuvieron la inestimable y siempre necesaria ayuda de Delgado Ferreiro. El colegiado estuvo horroroso y él si, consiguió desquiciar a los barcelonistas. Permitiendo todas las entradas que hacían los 'periquitos', dejándoles perder todo el tiempo que querían y, sobretodo, expulsando a Keita (37') por una entrada sobre Moisés que, como mucho, era falta, pero nunca tarjeta y, mucho menos, roja.
Total, que el Espanyol tenía el partido que quería. Cualquier cosa, menos un partido de fútbol. Porque aquello no era fútbol. Un dato: si normalmente en una parte se pueden perder unos 10 minutos, de los primeros 45 sólo se jugaron 21, los otros 24, fueron pérdida de tiempo, básicamente del Espanyol y con la bendición del dejémoslo en desafortunado, Delgado Ferreiro.
Hasta el descanso, sólo una falta de Messi que mandó el balón alto. Y nada más.
GOLES DE DE LA PEÑA
En el descanso, Guardiola intentó reforzar el centro del campo, tras la expulsión de Keita, dando entrada a Busquets por Henry.
Pero el segundo tiempo no podía comenzar peor para el Barcelona. En menos de 10 minutos, De la Peña pegó dos zarpazos que valieron dos goles. El primero, a los 4 minutos, llegó con un remate de cabeza, solo en el segundo palo, a centro de Nené. Y el segundo, en el minuto 9, con una bonita vaselina después de un regalo de aquellos que suele dar un par de veces por temporada Víctor Valdés.
Cero a dos y con 10 jugadores. Peor, imposible. Entre el colegiado de cuyo nombre no quiero acordarme y el antifútbol se estaban cargando al Barça. Pero el Barça no se entregó. Sin demasiado entusiasmo, pero empezó a acercarse a los dominios de Kameni. Y llegó el gol de la esperanza. Tras un disparo a las nubes de Eto'o, llegó el tanto de Touré Yayá con un fuerte disparo cruzado.
Se podía esperar la remontada. Pero el impresentable del colegiado siguió demostrando con sus actos que no quería que hubiera reacción. Falta al borde del área de Pareja no señalada, codazo de Luis García a Puyol y aquí no pasa nada... etc, etc.
Poco a poco, el Barça fue encerrando al Espanyol en su área. Guardiola sorprendió en un cambio que nadie se podía esperar. Dio entrada a Gudjohnsen por... Eto'o. El islandés se quedó en el centro del campo, mientras que Busquets se ponía como delantero centro.
El dominio siguió siendo del Barça, mientras los jugadores del Espanyol seguían cayendo al suelo cada dos por tres y el colegiado vasco se aseguraba que todo estuviera controlado. Sin ideas, cada vez parecía más difícil que los de Pep Guardiola consiguieran algo positivo.
Disparos sin peligro y nada más. El Barça no se creyó nunca que podía remontar el partido... y no lo remontó. Da igual que el árbitro, en su última decisión avergonzante, sólo diera tres minutos de tiempo añadido. Al Barcelona ya no le quedaban ni fuerzas, ni ganas ni ideas para remontar.
Al final, segunda derrota de la temporada. Ahora de lo que se trata es de no perder la moral ni la paciencia. Siguen siendo siete puntos. Lo peor es que viendo lo del colegiado, la duda es si habrá sido un accidente o estamos ya ante una campaña organizada de los de siempre para que esta Liga tenga algo de emoción..."