El Megapost de las bandas sonoras

Os he dicho ya que me pone la Shoreada para Philadelphia y que odio eterno a la canción de Springsteen?
 
Mirad el plagio que se cascó Ottman en Apocalypse de Cadena Perpetua del momento en que Andy se escapa de la prisión. SIN DISIMULO ALGUNO.

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02.50...
 


Que le invitamos a que vaya. Hacemos una vaquita en el foro y le pagamos los billetes. Y que se lleve a Shore en la maleta! :P
 
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DRAMAS FESTIVALEROS DE BSO EN ESPAÑA. PASEN Y LEAN. CONRADO, dixit:


CELEBRAR FIMUCITÉ
02/09/2016 | Por: Conrado Xalabarder

Este mes de septiembre arranca en el ámbito de la música de cine con la mirada puesta en su final: del 23 hasta el 1 de octubre tendrá lugar la celebración de la décima edición del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife, Fimucité. De lo que acontezca durante su desarrollo ya daré cuenta en MundoBSO, al menos en sus jornadas más importantes, en las que estaré. Pero el editorial de esta semana está dedicado a celebrar ese aniversario, explicar algunas de las posibles claves del éxito, tratar de reparar una injusticia cometida y lanzar una propuesta de futuro.

A nadie se le escapa que Fimucité -no sin esfuerzo y seguramente con errores- se ha convertido en un festival de referencia internacional: basta con señalar su estrecha vinculación con el monumental Festival de Cracovia, con quien tiene entabladas no pocas sinergias que evidencian la estima y consideración que el festival polaco tiene hacia ellos. Basta asimismo con repasar el plantel de invitados internacionales durante estos diez años. Este año Howard Shore va a ser el absoluto protagonista en el concierto de clausura y según palabras deDiego Navarro, director musical, probablemente sea el concierto más importante de la historia del festival. Visto el espectacular repertorio, con seguridad lo será.

Durante bastantes años Fimucité tuvo a la contra la lejanía que de alguna manera les daba una imagen de festival periférico y lejano cuando paralelamente se celebraba en Úbeda un festival peninsular y más cercano. Aunque poco a poco eso se ha ido relajando por los precios cada vez más accesibles en el desplazamiento desde la Península, debió ser un handicap difícil de sobrellevar. Pero está claro que gracias al tesón, esfuerzo y buen hacer han logrado desplazar en el mapa a las islas afortunadas y ponerlas en el epicentro de la música de cine mundial, junto a otras grandes capitales.

Y ello con el mismo equipo del comienzo, al menos con sus cabezas más visibles: Navarro, Pedro J. Mérida, Vanesa Bocanegra o Manuel Díaz Noda (y más personas, naturalmente), que estaban en el primer año y que siguen juntos batallando en el décimo. No se les conocen deserciones entre sus filas de gente competente y de prestigio: bien al contrario, facta autem mora, han sidoimportadores de gente competente y de prestigio. Tampoco se les conocen victimismos ni escenificaciones teatrales ante sus dificultades o errores. Ni ha habido –sería extremadamente grave- compositor alguno que haya afirmado en redes sociales haber recibido advertencias y/o amenazas de no volverás a mi festival por el hecho de haber aceptado dar un concierto en el territorio al margen de la organización. No ha sucedido, como tampoco se conoce que hayan cometido torpezas tipo registrar el nombre del festival a espaldas de quien lo financia, ni que hayan exigido a profesionales exclusividad (no pagada, eso sí) para que no colaboren con otros eventos en España. O, sobre todas las cosas, no se les conocen ni mentiras ni farsas. Equivocarse probablemente lo habrán hecho muchas veces. Pero la equivocación es casi siempre accidental y la mentira lo es siempre deliberada. A fecha de hoy, y al menos hasta donde llega mi conocimiento, Fimucité no ha faltado al respeto a la gente y a los aficionados mintiendo. Habrán hecho cosas mejores y cosas peores, seguro que sí, pero ¿quién no?.

Y sin embargo, durante años, han venido a ser algo así como los malos de la película. Es cierto -yo lo ví- que Fimucité comenzó a erigirse con formas que probablemente podían haber sido muy mejorables, captando al asalto a los contactos más importantes del Festival de Úbeda en pleno Festival de Úbeda. Y es cierto que eso sentó mal, y con toda la razón. Pero una vez sucedido, ¿podría sobrevivir al tiempo con incompetencia, mala gestión y torpe dirección? El posible demérito de esa forma de hacer agenda (con los años y la perspectiva su relevancia se diluye) queda superado por los resultados. En lo que resta, no es otra cosa que el legítimo derecho y la libertad de organizar un evento: pero a Fimucité se le colgó el sambenito de maniobrar para tumbar, sabotear, perjudicar o dañar al Festival de Úbeda y de Códoba. Nada de eso yo nunca vi, pero como tantos otros sí me lo creí. Y para mi vergüenza, me lo creí a ciegas. Hasta que lo que sí contemplé, atónito, fue cómo hubo pretensión de tumbar Film Music Live!, en Oviedo, proyecto de Pablo Laspra, su director, ilusión de la web AsturScore y con la participación profesional de Mikael Carlsson como productor musical. Maniobras que no llegaron precisamente desde Tenerife. Yo no fui directamente afectado pero como hice en su momento con Úbeda, me alié inmediatamente conlas víctimas, no con los verdugos.

Y como consecuencia de esto y de otras cosas, rompí relaciones con aquellos a los que tanto había ayudado a cambio de absolutamente nada, pues hay líneas rojas que algunos jamás traspasaremos. Nadie, absolutamente nadie ha escrito más y en tan buenos términos y para tan amplias audiencias sobre Úbeda/Córdoba como yo. Durante años. En mi caso personal me ha tocado aguantar muy estoicamente una larga catarata de ofensas y mentiras que se lanzan para huir de las responsabilidades y escapar de dar explicaciones. Y es que las explicaciones en público pueden ser corroboradas, contrastadas o contestadas; las hechas tomando cerveza pueden convertirse en grandes y masivas ventas de motos, tipo conspiraciones judeomasónicas que solo existen en la deliberada voluntad de seguir emponzoñando y engañando. Pero estas son cuitas que a la mayoría de la gente no le importa ni debe importarle. Eso sí, si MundoBSO fuera una empresa, todo este desagradable incidente habría sido un negocio redondo para la web: la cifra de seguidores en Facebook, por ejemplo, aumentó un 40% en poco más de un año… supongo que la gente finalmente valora a quien no se pone de perfil, y mi compromiso en la nueva MundoBSO fue no ponerla de perfil, asumiendo naturalmente el riesgo de cometer errores.

A Fimucité hay que felicitarla por sus éxitos pero también repararla del daño moral que ha supuesto el ninguneo sufrido durante no pocos años. No voy a hablar de los demás. Voy a hablar de mí. Nadie podrá encontrar un texto mío negativo sobre el festival (fuera lógicamente de las críticas -algunas justas, otras quizás no tanto- que les hice en los dos primeros años en que estuve). Pero eso es porque simplemente se hicieron invisibles para mí. Creí verdaderamente que pretendían tumbar el maravilloso sueño de Úbeda y a quienes hacen algo así yo no les puedo dar alas. Pero quien se cree mentiras es también responsable de haberlas creído, y no hay más vuelta de hoja.

Y porque rectificar no es de sabios sino de gente decente les pido públicamente perdón. Afortunadamente ese ninguneo no les ha impedido llegar con éxito a los diez años de existencia. Pero es de justicia reparar ese error. Yo vengo haciéndolo desde que sucedió lo que he relatado, y MundoBSO es web para acoger, informar, elogiar o criticar a cualquier festival o evento de música de cine. La ruptura de relaciones con BsoSpirit no ha sido impedimento para dar cumplida información sobre MOSMA y Ubeda Soundtrack Festival y en el caso de la primera publicar dos muy positivas reseñas de sus conciertos. ¿Cuándo BsoSpirit dará información sobre Oviedo o Tenerife? ¿Cuándo hará lo propioScoregamacine, vinculada a Fimucité, con los demás eventos? Salvo error mío –y corregiré si me equivoco- solo MundoBSO y AsturScore hemos dado cabida a todos ellos en este 2016. Sería estupendo que se superasen las diferencias porque este es un proceso que no ha de tener liderazgo, basta simplemente con no pretender seguir poniéndole puertas al campo: ¿acaso alguien cree que la gente no sabe que Howard Shore va a estar en Tenerife, por mucho que BsoSpirit lo omita? Un dato quiero aportar, puesto que se ha de pensar lo poco que le importan estas cuestiones a la abrumadora mayoría de la gente que nos sigue: a fecha de hoy y tras años estando en el muy honorable segundo puesto en el ranking de Alexa de las webs españolas de bandas sonoras más visitadas BsoSpirit ha bajado a la tercera posición y AsturScore, cada vez más emergente, ha ocupado la plaza, aunque de momento están muy cerca una de la otra y en días puede cambiar. Hace un año, la diferencia de puntos entre ambas superaba los tres millones. MundoBSO sigue liderando con la amplia y categórica diferencia de casi dos millones de puntos de ventaja pero aporto este dato para significar que el que AsturScore facilite información de todo lo que acontece es algo que evidentemente los aficionados están agradeciendo. Y conviene que se tome nota de ello y se reviertan las cosas.

Los 10 años de Fimucité son una lección para quienes, como yo, tenemos cosas que aprender y errores que rectificar. Los puentes que se destruyen deben ser reconstruidos, cueste lo que cueste, aunque pueda ser bueno dejar pasar el tiempo. Todo lo que no sea eso es insistir en el error. A partir de eso, que cada uno sume al total lo que buenamente pueda, mientras no reste. Yo quiero centrarme en seguir pilotando MundoBSO, que no es poco; otros expresarán las emociones que les generan las bandas sonoras; otros organizarán conciertos y festivales. Y muchos disfrutarán y sabrán sacar provecho de todo lo anterior. Hay sitio para todos y todos pueden estar. Ojalá los 10 años de Fimucité sirvan para empezar un nuevo año cero, sin que nadie de los presentes tenga que estar ausente. Seguramente será una utopía, quizás estas líneas generen otra nueva oleada de insultos y mentiras. Pero Málaga existe, Tenerife existe, Oviedo existe... y nadie habrá de intentar siquiera borrarlas del mapa. Todos caben, nadie sobra.
 
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