La cantidad de playback que hay ahí es vergonzosa. Pero es que encima, no suena bien, está ecualizado rarísimo y no es nada agradable de escuchar. Está editado en Atmos y blablabla, el uso del multicanal es raro y suena todo embarullado.
Luego está realizado por y para el molamiento de Zimmer, hasta el punto de que la sensación de vergüenza ajena se repite constantemente a lo largo del concierto. Paripé del músico, paripé de Zimmer, paripé audiovisual. Está claro que esto está dirigido a los profanos en esto de las bandas sonoras que son bombardeados a base de solemnidad de cartón, guiños a la entrepierna (esas dos solistas) y golpes de efecto, no vaya a ser que se nos aburra el espectador.
Ahora bien, a nivel de calidad técnica en imagen me tengo que arrodillar. Creo que nunca había visto un concierto con semejante calidad.