Seguramente, esas prisas por la posible competencia de Universal
son las responsables de que la película no alcanzara toda la calidad que su potencial equipo técnico tenía que haber dado. Se decidió que el gorila mecánico gigante ya no sería protagonista de tantas escenas, reduciendo su presencia en pantalla y dando más prioridad a las escenas con Lange y el brazo mecánico, y Baker con su disfraz de mono, maquetas y demás.
A partir de ese momento, todo el equipo vivía con cierto miedo a que, por un lado, la Universal les diera un tortazo en la cara y por otro, que los problemas económicos, cada vez más graves, parasen la producción.
El tema legal con Universal
no tardó en cerrarse cuando Dino De Laurentiis presentó una demanda contra ellos por toda clase de infracciones legales que habían cometido, violando sus derechos y perturbando su trabajo. Finalmente, Universal abandonó su proyecto sobre Kong y sus demandas fueron retiradas. Lo que "nadie sabía pero todos sabían" era que esta retirada de Universal se producía
a cambio de un acuerdo económico con Paramount, según el cual Universal iba a recibir un porcentaje de los beneficios de su Kong (cuanto exactamente, nunca se supo). Cosas de Hollywood.
Mientras tanto, ya se tiene claro
el destino final de Kong: el hoy tristemente célebre World Trade Center. Kong acabaría con su odisea en las Torres gemelas. Pedir los permisos, coordinar los movimientos de la gente y demás, fue una nueva debacle para el productor italiano y sus socios de la Paramount. Las autoridades del WTC pusieron más de un inconveniente, pidiendo toda clase de exigencias a la producción e intentando sacar tajada como fuera, hasta tal punto que De Laurentiis amenazó con llevarse a Kong al Empire State (que se moría por ello). Finalmente el asunto se solucionó, con los
constantes quebraderos de cabeza para la alcaldía de Nueva York.
Luego, surgió otro problema, había que crear una GIGANTESCA multitud para la escena de masas en que Kong muere. ¿Como? Si la plaza está cerrada, hay que llenarla de extras. No recuerdo ahora cuanto se le pagaba la hora a los extras, pero contratar a todos los que necesitaban para llenar esa plaza
salía por un pastón inasumible. ¿La conclusión al problema? De Laurentiis decretó que la plaza estaría abierta al público y puso anuncios en los periódicos invitando a la gente a asistir al rodaje, asegurándose de paso una publicidad GIGANTESCA. Lo que pasó fue que la plaza se llenó con miles y miles de asistentes... y la cosa
se descontroló.
En estas escenas de la muerte de Kong, solo las primeras filas de multitud son de policías reales de Nueva York y extras contratados. Lo justo para rodear al Kong, y a Jessica Lange. El resto son neoyorquinos que fueron a dar un garbeo por el lugar. Y si, se descontrolaron. Acabaron pasando las barreras policiales y
destrozaron el muñeco (le arrancaron el pelo, le destrozaron varios dedos de la mano y le sacaron un ojo que nunca apareció). Jessica Lange tuvo un ataque de histeria (imaginad ver venir a miles y miles de personas hacia ti con sus cámaras volviéndote loco y sin casi protección). Lo bueno es que Guillermin decidió que aquello era oro puro, y
mantuvo las cámaras rodando durante todo el follón. Y eso es, básicamente, lo que se ve en la película, por lo que esas escenas con la multitud trascienden una naturalidad, una fuerza, inconseguibles en un entorno controlado.
Por cierto que
mientras todo el caos duraba, hubo varios robos, incluyendo una cámara (que fue devuelta) y también
una gigantesca mesa llena de comida para ofrecerla al terminar el rodaje a las autoridades de la ciudad en agradecimiento por dejarles rodar allí. Pues bien, una de las asistentes de producción vio como cientos y cientos de chavalines pertencientes a los suburbios se comían y robaban la comida hasta dejar las mesas limpias, pero como todo era un caos, nadie la ayudó a pararlos y los chavales acabaron con TODO
La película estaba lista.
Contó con una banda sonora de John Barry que para mil, se cuenta como una de sus mejores bazas, trasciende realmente las imágenes y consigue acompañar al clima que los productores y el director querían darle. Y es que este King Kong
nunca pretendió ser una película de terror, sino una especie de historia de amor imposible, con gran dosis de aventuras. No una película de terror, ni una monster movie, por lo que las gigantescas escenas de lucha con monstruos del original aquí no existen, salvo una pelea con una serpiente gigante que la verdad, resulta decepcionante y podían haberse ahorrado. La película pretendía ser eso, una historia de amor, aventuras (toda la parte en la isla me parece simplemente fenomenal)
con un trasfondo de crítica social pro ecologista. En ese sentido, el personaje interpretado por Grodin lo dice todo: un tipo insensible, incluso un poco infantil, únicamente interesado en encontrar petróleo con el que llenar los tanques de su empresa a punto de quebrar. Kong no le importa en ningún momento, hasta que descubre que en la isla no hay petróleo; solo entonces lo captura para exhibirlo en un espectáculo denigrante en pleno Nueva York.
Tras algunos pases de prueba y una presentación en Los Angeles, la película se consideró oficialmente terminada el 27 de agosto de 1976, aunque posteriormente Jessica Lange tuvo que realizar algunas escenas extras con el brazo de Kong. La película se estrenó finalmente, el 17 de diciembre de 1976 en 1500 cines de todo el mundo.
Con un presupuesto estimado de unos 24 millones de dólares, recaudaría en su primer fin de semana unos 7 millones de dólares. La recaudación final en los States fue de 52 millones de dólares, y 80 millones en todo el mundo. A esto hay que sumar los alquileres, otros 37 millones (una película
muy popular en los formatos domesticos). En general pues, aunque no fue un súper taquillazo como luego lo fue Star Wars, si que alcanzó y superó las espectativas económicas.
King Kong fue un fenómeno importante, con un gran seguimiento mediático, colas en los cines, y una promoción brutal.
Conoció una secuela, también dirigida por Guillermin, la lamentable King Kong Lives (
King Kong 2 en España) que contaba con una joven Linda Hamilton y que era totalmente nefasta. También, al igual que Tiburón, tuvo una buena serie de imitaciones pobretonas como
Yeti la mas horrible de todas.
También decir que la película tuvo otro montaje, más completo (tres horas y pico) que se exhibió solo por la TV americana y que no ha sido editado nunca legalmente en ninguna parte, que yo sepa. Hace años podía encontrarse ese montaje íntegro en Youtube con una calidad de imagen pobretona, pero desgraciadamente
lo prohibieron, supongo que por razones de copyright.
Si hablamos de un poco de historia videográfica, King Kong salió en primer lugar, en formato Super 8 por parte de la compañía Marketing Films, y no iba completa, sino que era una "reduccion" una especie de resumen de la película. Finalmente,
Video Disco la sacó en VHS, un VHS que vi de pequeñajo y que actualmente atesoro; mas tarde, en los 90, conoció una reedición por parte del sello
Polygram Video. En todas estas ediciones, y en DVD, ha conservado su doblaje original; lamentablemente perdido para la edición en Blu Ray, que usa un doblaje hecho expresamente para un pase de Antena 3.
En fins... sirva este megapost para declarar mi amor incondicional a una película imperfecta, aquejada de todo tipo de problemas de producción, prisas, pasta, presiones... pero aún así, mucho más digna de lo que en los últimos tiempos se la ha querido ver. Doy las gracias MUY ESPECIALMENTE
al forero Peter Jackson, que se preocupó en hacerme llegar cierto libro sobre esta película, que ha tenido mucho que ver con la confección de este Megapost. Tampoco puedo dejar de agradecer al forero
Dussander sus constantes burlas y puyitas hacia esta película y mi cariño por ella, que me han reforzado mi intención de reivindicarla
Próximamente tendremos un Mito de videoclub con zombis de por medio, y el megapost de la Cannon sigue su curso, pero es tanta información que no creo que lo termine en breve, aunque eso si, creo poder prometer que merecerá la pena