CONSUMATUM EST: EL EMPLEO SE DESPEÑA. ADIÓS.
Con este último dato, Ácratas acierta el pleno. ¡Es lo que hay! A finales de 2008, el paro será de 3.500.000 ciudadanos, tal y como predijimos hace muchos meses. Los últimos datos se han desvelado ayer mismo, a través de Reuters: El paro ha subido en 192.658 personas en octubre, un 7,3% mas que el mes anterior. Lo nunca visto: En el mismo mes de 2007, el desempleo subió sólo en 31.214 personas. En términos interanuales, el incremento del paro es ya de 769.449 personas, con un alza del 37,5 por ciento.¡Y eso que aún hay dos meses del optimista 2007 computando en el interanual...! En medio año se ha perdido el empleo creado por de los dos gobiernos del PP y el del PSOE anteriores.
Para los adictos a las clarificadoras curvas, tenemos ésta, que parece la lanzadera de una V1, una de esas bombas volantes que arrojaron los nazis sobre Londres:
Léanse estos otros datos del Ministerio de Trabajo para acabar de rematar el tema: A finales de octubre de 2007, había 19.232.271 afiliados a la Seguridad Social en los diferentes epígrafes. Ahora, en octubre de 2008, hay sólo 18.918.473 afiliados. O sea, 313.798 afiliados menos. Y eso es aún más grave que el aumento del paro. De hecho, es gravísimo. Representa un 1,63% menos gente haciendo PIB, además de la ralentización de la actividad del resto de los trabajadores, autónomos y empresarios. Como contraste, el año 2007 —en el que crecimos al +3,7%— por estas fechas el número de afiliados era de 464.520 más que en la misma fecha del año anterior, el 2006. Con estos mimbres, por más que traten de engañarnos, ¿queda alguna alma de cántaro que dude que estamos ya en recesión desde noviembre, y que a finales de 2008 el PIB habrá menguado en un –1,4%, como poco? (De hecho, si el incremento de PIB fuera proporcional a la media anual del incremento de trabajadores, la caída de 2008 habría de ser del –2,5%. Pero no es así, porque se ve que los trabajadores que aún conservan el empleo aprietan el ojete y trabajan más.) Pero sin empleo no hay consumo; y sin consumo no hay empleo: el efecto de lo que digo se llama implosión esférica del sistema, que se contraerá hasta que cuatro fuerzas repulsivas restauren el equilibrio de esa esfera: son el hambre, la enfermedad, la guerra y la muerte. Así, sin medias tintas.
El Gobierno, no obstante, tratará de seguir mintiendo a los españoles, con su martingala, traiga las consecuencias que traiga. Zapatero es un auténtico canalla, y el resto de sacamantecas que lo rodean —Solbes, Sebastián, y no digamos Blanco— unos perfectos sinvergüenzas. Negar la crisis, primero por puro interés electoralista, y después por no quedar como un embustero manipulador de datos a su conveniencia, nos ha arrojado a una sima insalvable. Insalvable.
Hace más de un año que muchas medidas correctoras debieran haberse implementado. Y no precisamente la de regalar dinero a los inicuos bancos, hijos de Satanás; sino creando líneas de ayudas a las empresas, a través del ICO, para suplir la asfixia a la que iban a someter la economía estos hijos de calopoterra que dicen ser financieros, pero que son, en realidad, vampiros: una caterva de gentuza perfectamente pasable por las armas. Quede claro para siempre: el socialismo corrupto y la Banca han consumado un pacto para salvar sus dividendos y sus brevas a costa de las clases trabajadoras españolas. Para los banqueros habrá dinero y para los consejeros de las cajitas, también (y, por si fuera poco, les han eliminado el impuesto de patrimonio); pero para los que andan por debajo del umbral de la pobreza no habrá nada. ¿Y si me cago en la puta madre que os parió a todos?
Zapatero, el inaudito Presidente del Gobierno de España, es un títere inmoral que ha llegado a lo más alto porque es éste un país de insensatos, de desentendidos de la política, irresponsables sin el menor interés por ejercer sus derechos ciudadanos, que implican el responder uno de sus acciones y decisiones; porque éste es un país de inconsistentes intelectuales que prefieren alinearse a una supuesta ideología —a lo que manden las cúpulas de los partidos, PSOE o PP, delegaciones de la Banca, en realidad— y esperar la pitanza sin hacer nada más que proseguir con los cerebros puestos a tierra, consumiendo fútbol y alienantes crónicas del corazón.
Lo dramático es que el resto de los españoles que sí las vemos venir desde hace tiempo estemos sometidos a los vaivenes del Estado que este intrigante malconduce. Porque las consecuencias de sus acciones y omisiones son perfectamente predecibles: A finales de 2008 la situación será desoladora, con un interanual de 1.370.000 parados nuevos; lo que no será más que la negra premonición de los 5.500.000 de parados de finales de 2009. Para entonces, España padecerá una miseria de postguerra, una delincuencia colombiana y una represión digna de la Camboya de Pol-Pot. ¿Qué pensarán de sí mismos entonces la horda de idiotas que, dejándose engañar otra vez por cinco tiros de ETA (¡Qué gran aliada de Zapatero, ETA, qué gran pareja de dinamiteros irresponsables!) renovaron la licencia de este anormal sin parangón para arrasar el Estado?
En Ácratas, precisamente porque interpretamos correctamente los datos, estamos más afligidos que nunca. Nos indigna el pasado y lamentamos el presente, porque sabemos cuánta firmeza vamos a necesitar todos los españoles para enfrentar el futuro. Cuánto nos va a costar lograr la seguridad personal y la supervivencia material de nuestras familias y qué caro nos resultará mantener nuestra dignidad como individuos. ¡Porque como nación resulta ya imposible!
NOTA: Aviso a los funcionarios: esto también va con vosotros, si. Vuestros sueldecitos también estarán en el alero en pocos meses. Ya sabéis que siempre habéis sobrado la mitad de vosotros, ¿verdad, enchufadetes de los partidos?
Tal como está la economía nacional, Zapatero no debe ir a la reunión del G-20 para ahorrarnos los gastos del viaje (aunque, bien pensado, siendo como es una convención de hijos de puta, no puede faltar.) En vez de eso, lo que debe organizar el Gobierno es la venta de muchísimos edificios públicos y de miles de coches oficiales. O, como escribía Miguel Baquero hace unos días*, alquilarlos para dar conciertos de AC/DC o de Madonna.
Otra cosita, nenes: La Policía Nacional lleva sin pagar, desde junio, luz, agua, gas y teléfono. Naturalmente, los gerifaltes de las compañías de servicios no se los van a reclamar, porque el Gobierno y ellos son culo y mierda; y, sobre todo, porque muy pronto los van a necesitar (a los policías) para salvar la puta vida.