Mi padre estuvo treinta y cinco años, la semana que murió salió del trabajo el viernes y le alcanzó la muerte el domingo, en
Avon Cosmetics. Llevaban la distribución de productos de cosmética, además de muchas más "cosas para las familias y sobre todo las mujeres", de toda
España, Marruecos y Arabia Saudí , por lo que tenía trato casi a diario con las distribuidoras (las jefas de grupo, por encima de las jefas de zona y el resto de comerciales ) de toda España y esos dos países musulmanes (mi padre era el jefe del muelle de descarga y por encima de él estaban la gente de las oficinas de esa zona del almacén). Eran todas mujeres con estudios y con dinero*, ni mucho menos unas "pobrecitas de familias humildes hechas a si mismas", así que la mayoría estaban solteras por una sencilla razón ( de cinco sólo dos casadas, con europeos, y con hijos), en el momento que te casabas dejabas el trabajo y pasabas a ser "la mujer de." Todas muy occidentalizadas (alcohol, tabaco, ropa cara, coches de alta gama y más de una comía cerdo, al menos fuera de sus respectivos países) y en cuanto pudieron, menos dos de Arabia Saudí, se marcharon de sus países para no volver; recuerdo que una vivía en Málaga y dos en Canarias, por lo que contaba mi padre. Estaban hartas de los países musulmanes donde no pintaban casi nada y consideraban sus trabajos como "una afición más para matar el tiempo libre."
*Hablaban todas español, inglés y francés, sin contar el árabe. Mi padre las conoció en las fiestas de la empresa en España a lo largo de los años.