La mirmecología es la rama de la entomología especializada en el estudio de las hormigas.
A los 20 años me puse con el tema. Inicialmente, todo empezó por ayudar a mi hermano pequeño a hacer un trabajo. Acabé enganchándome a observar a esos pequeños comunistas actuar en perfecta coordinación, y mantuve un hormiguero durante 6 años. Cuando me fui de casa de mis padres, el hormiguero se lo quedó mi hermano, al que le duró 2 años, hasta que murió la reina. Por supuesto, al morir la reina, kaput colonia. Siempre he pensado en retomar la afición, y hace poco, me decidí. He hecho un pedido: una colonia (Messor barbarus, las mismas que tuve anteriormente) y un hormiguero modular.
El primer hormiguero tiene que ser pequeño. Las hormigas llegan dentro de un tubo de ensayo, y la colonia recién nacida consta de la reina y unas pocas obreras. Si pones a pocas hormigas en un hormiguero grande (e incluso mediano) morirán en poco tiempo, debido al estrés. Las hormigas odian tener más espacio del que necesitan, les gusta estar apretujadas y controlando sus dominios, y si hay hormigas en un espacio más grande del que pueden controlar, mueren.
Me decidí por un hormiguero modular, lo que significa que, cuando se quede pequeño, puedo ir añadiéndole nuevos módulos sin necesidad de hacer una mudanza entre hormigueros de distintos tamaños, lo cual es un coñazo.
Las hormigas no requieren más cuidado que mantener bien el sistema de humedad del hormiguero, y alimentarlas. Se alimentan de grano, el alpiste para pájaros mismamente, y algún aporte de proteína adicional de vez en cuando (huevo, paté, insectos) y un poco de miel o agua con azúcar de vez en cuando. No requieren limpieza, pues ellas mismas expulsan los desperdicios a la caja de forrajeo, donde lo puedes ir recogiendo con unas pinzas.
Es muy interesante, instructivo y entretenido verlas actuar. Todo, absolutamente todo, está supeditado a la supervivencia de la colonia. Ya iré contando cuando me lleguen.
A los 20 años me puse con el tema. Inicialmente, todo empezó por ayudar a mi hermano pequeño a hacer un trabajo. Acabé enganchándome a observar a esos pequeños comunistas actuar en perfecta coordinación, y mantuve un hormiguero durante 6 años. Cuando me fui de casa de mis padres, el hormiguero se lo quedó mi hermano, al que le duró 2 años, hasta que murió la reina. Por supuesto, al morir la reina, kaput colonia. Siempre he pensado en retomar la afición, y hace poco, me decidí. He hecho un pedido: una colonia (Messor barbarus, las mismas que tuve anteriormente) y un hormiguero modular.
El primer hormiguero tiene que ser pequeño. Las hormigas llegan dentro de un tubo de ensayo, y la colonia recién nacida consta de la reina y unas pocas obreras. Si pones a pocas hormigas en un hormiguero grande (e incluso mediano) morirán en poco tiempo, debido al estrés. Las hormigas odian tener más espacio del que necesitan, les gusta estar apretujadas y controlando sus dominios, y si hay hormigas en un espacio más grande del que pueden controlar, mueren.
Me decidí por un hormiguero modular, lo que significa que, cuando se quede pequeño, puedo ir añadiéndole nuevos módulos sin necesidad de hacer una mudanza entre hormigueros de distintos tamaños, lo cual es un coñazo.
Las hormigas no requieren más cuidado que mantener bien el sistema de humedad del hormiguero, y alimentarlas. Se alimentan de grano, el alpiste para pájaros mismamente, y algún aporte de proteína adicional de vez en cuando (huevo, paté, insectos) y un poco de miel o agua con azúcar de vez en cuando. No requieren limpieza, pues ellas mismas expulsan los desperdicios a la caja de forrajeo, donde lo puedes ir recogiendo con unas pinzas.
Es muy interesante, instructivo y entretenido verlas actuar. Todo, absolutamente todo, está supeditado a la supervivencia de la colonia. Ya iré contando cuando me lleguen.