Buf, mi cuñado tiene un lote que le aparecieron en casa (la madre preñada que dio a luz como a tres) y al principio de lujo, ahora no tanto. Nosotros tuvimos una perra que recogimos de la calle (literalmente) y en 15 años que estuvo con nosotros no hubo forma de cambiar el carácter que traía y como mucho tendría un año cuando la cogimos.
En su día mi mujer tuvo un gato Persa (macho) y era una maravilla. No volvimos a tener gato hasta que nos murieron los perros y volvimos a coger uno. Basándonos en la experiencia, cogimos una gata persa. Comida de una semana en el frigorífico interactúa más con nosotros que esta gata. Luego nos dijeron que las hembras de esta raza suelen ser así (como si las humanas fueran muy diferentes).
Cuando nos decidimos a coger otro, mi mujer estuvo mirando los Maine Coon. Pero en España todo esto de los gatos es de locos. Este tipo de razas, que no abundan, los criadores te tratan como mierda, como si tuviesen entre manos algo único y te amoldas a lo que te digan si quieres conseguirlos. Te vas fuera de España, que hay muchísimos más criadores y es otro mundo. A nada de ir en coche a Francia a buscar uno. Para que los franceses sean más amables que nosotros ya os podéis imaginar el percal. El caso es que viendo el panorama pasamos del asunto y un día le apareció en Instagram alguien que tenía un gato siberiano. Investigamos y nos decían "es como tener un perro pero con forma de gato". Efectivamente. Cariñoso, te sigue a todas partes, come lo que le eches... una maravilla. Pero el pobre gato, que hace un momento los acabo de ver en una habitación de casa descansando, no tiene con quien jugar. Estaba ahora panza arriba intentando todo tipo de monadas para que la otra jugase con él. Sin saber muy bien si la gata persa es real o de Lladró. Se mueven más las bolas de pelo que va soltando que ella misma.
Total, que no nos la jugamos ni de coña, que se venga otro de la misma raza. Y macho, que dicen que son más cariñosos, aunque eso tiene pinta de ser un poco lotería. Eso sí, si ya andábamos con cuidado, ahora peor. Con dos gatos siberianos, que el que tenemos ahora está en cinco kilos y aún no tiene un año, como para poner noticias de la guerra de Ucrania. Aquí no se menciona a Putin de ninguna manera.