El post de Orson Welles

Después de la confirmación del rodaje del Quijote de Terry Gilliam llega...

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Netflix estrenará ‘The Other Side of the Wind’, la película inédita de Orson Welles
Rafa Martín
Rafa Martín
14/03/17 a las 21:23



The Other Side of The Wind, película inédita de Orson Welles, se estrenará en Netflix, según ha anunciado a la web Wellesnet el productor Filip Jan Rymsza, uno de los responsables del largo, muy largo, muy difícil proceso de restauración y captación de derechos de la película, que se ha prorrogado durante años y del que hemos hablado aquí y aquí.

The Other Side of the Wind es un film inacabado de Orson Welles, rodado entre 1969 y 1976, protagonizado por John Huston, Bob Random, Peter Bogdanovich, Susan Strasberg y Oja Kodar. El film comienza con la muerte de su protagonista, el director de cine Jake Hannaford, quien intenta regresar al estrellato con un último film, The Other Side of the Wind, cuyos extractos pueden verse en la propia película.

“Rodado en color, blanco y negro, fotografía estática, 8, 16 y 35mm, The Other Side of the Wind ridiculiza a coetáneos de Welles, como Antonioni, a quien MGM concedió en 1969 una gran cantidad de dinero para rodar Zabriskie Point, un sonado fracaso que Welles parodió en The Other Side of the Wind”, explica Joseph McBride en su libro What Ever Happened to Orson Welles? – aquí.

“Ya está todo firmado”, ha declarado Rymsza a la web. “Todos los acuerdos se han cerrado por completo, tanto el de Netflix como el de los derechos. Todo lo que hemos atravesado este último año y medio ha sido agotador, pero por fin ha terminado”.

El equipo de Rymsza y Marshall ha recopilado y limpiado todo el material disponible: 1.083 rollos de negativo, dailies, etc, que llegaron ayer a Los Ángeles para su escaneo a 4K. El equipo ha conseguido dilucidar un montaje final — casi realmente lo único que le faltaba a la película — a partir de las “muy complejas” notas de Welles, y resta ahora cortar, pegar, poner banda sonora y mezclar. Del montaje iba a encargarse, en principio, Affonso Gonçalves (True Detective) quien abandonó el proyecto por problemas de calendario. Sea quien sea el responsable último de montaje, contará con la asistencia del director Peter Bogdanovich, colaborador en el rodaje original.

UPDAIT: Ya es oficial.

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Ahí pongo algunas maravillas que vi en los últimos tiempos del grande

ESTAMBUL (Journey Into Fear, 1943 -Norman Foster &Orson Welles)


Medicrísimo thriller iniciado por Orson Welles tras Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941) y El cuarto mandamiento (The Magnificent Ambersons, 1942) (esta segunda todavía estaba siendo remontada en la cadena de montaje) con el que el director trató de ganar tiempo y salvar favores dentro de la productora RKO. El resultado es un convencional mezcolanza de cine negro e intriga de entre guerras y en el fondo un ejemplar de film al que los entresijos de una caótica producción aniquilaron sus posibilidades, tal vez atisbadas en alguna secuencia islada, poco más.
MACBETH (1948, -Orson Welles)


Magistral versión cinematográfica de la obra de William Shakespeare rodada por Orson Welles en plena etapa outsider en Hollywood -las productoras ya le habían cortado el grifo- y un estricto régimen de precariedad de medios (era una serie B producida por la Republic, con pocos decorados y 21 días de rodaje)...Los resultados evidencian, además de un amor y fidelidad al texto (y unos actores dirigidos de forma intachable) su sapiencia y eficacia cinematográfica, un estilo visual apabullante e único y además una visión fantástica -de atmósfera tenebrosa, onírica y casi terrorífica- de una de las piezas más negras del inmortal escritor ingles.
SED DE MAL (Touch Of Evil, 1958 -Orson Welles)


Crónica de los últimos días de un policía en la frontera mejicana (nauseabunda e inolvidable creación de Orson Welles himself) que corrompido hasta el tuétano es capaz de falsear pruebas, engañar y matar para conseguir sus propósitos y enfrentarse a un policía mejicano con principios (Charlton Heston excelente como siempre). Un noir sofisticadísimo y colosal dirigido por un genio en especial estado de gracia creativa (solo hay que ver el plano secuencia inicial)...Pero el film es un dechado de encuadres antológicos a los que Russell Metty otorga un envoltorio fotográfico de lujo. Obra muy memorable, indispensable, de escuela,, los resultados evidencia una planificación visual tan apabullante que aun hoy en día parece un film adelantado a su tiempo y nuestro tiempo...También el ejemplo de como Welles era capaz de coger y plegarse a las necesidades de una estricta serie B (como lo hizo en "El Extraño" o "Macbeth") y construir un film ejemplar, único y diferente a todo lo rodado en el cine negro de los años cincuenta. Cine en estado puro
CAMPANADAS A MEDIANOCHE (Chimes At Midnight, 1965 -Orson Welles)


Rodada en España en una estrambótica coproducción y con una banda sonora inmortal de Angelo Francesco Lavagnino estamos ante una monumental obra cinematográfica de Orson Welles que en un declarado acto de amor a William Shakespeare decidió mezclar/adaptar varias obras del eterno escritor: "Enrique IV", "Enrique V", "Las alegres comadres de Windsor" y "Ricardo II". El resultado, es además de una obra redonda que hubiese firmado en texto su escritor original un ejemplo de como el actor/director era capaz de crear algo único, original y rodarlo de modo distinto y diferente (Welles era y fue siempre único ante el resto, una o dos escalas por encima) a pesar de no contar con grandes medios cinematográficos. Para ello la puesta en escena exprime al máximo la fuerza de los planos y las composiciones, amén de dar lecciones de como rodar secuencias de batalla con una fuerza expresiva contundente.
EL EXTRAÑO (The Stranger, 1946 -Orson Welles)


Uno de los films que Orson Welles asumió como encargo con tal de ganar un cierto crédito en la industria de Hollywood de mediados de los cuarenta. Aquí con la trama de un caza nazis (Edward G. Robinson) que llega a un pueblecito de los EEUU donde el villano camuflado (Orson Welles) vive una segunda vida. "El Extraño" es un thriller especialmente brillante en su primer tercio (donde el virtuosismo visual de Welles se expone en plena forma) al que por un guión que no está a la altura, se van menguando posibilidades, quemando enseguida sus puntos fuertes y arrastrando el film hasta una trama convencional -bien resuelta- (el final en el reloj es muy Wellesiano) pero que deja un poso de insatisfacción final.


UNA HISTORIA INMORTAL (The Immortal Story, 1968 -Orson Welles)


Primer film en color de Orson Welles y bellísima adaptación de una obra de Karen Blixen, el film es un ejemplo de como el maestro era capaz de sacar adelante proyectos imposibles (aquí rodado en el madrileño pueblo de Chinchon y haciéndolo pasar por Macao),jugando con los encuadres, unos decorados simples y exprimiendo la paleta cromática con la ayuda de Willy Kurant. Producida para la Televisión francesa y con un presupuesto muy limitado, el film es un poética reflexión sobre la vejez y las historias...De indispensable visionado
 
OTELO (Othello, 1952 -Orson Welles)


Ganadora del gran premio del festival de Cannes y una memorable adaptación de la obra de William Shakespeare en la que Orson Welles tuvo que bregar con un rodaje caótico que se prolongó durante cuatro años, lleno de interrupciones y una serie de imprevistos económicos: Empezó siendo un film francés, perdió capital y acabó siendo un film sin nacionalidad de ningún tipo. Durante el largo e interrumpido rodaje Welles tuvo que actuar en numerosas producciones para poder autoproducir y finalizar el largometraje, Los resultados, soberbios , muestran la capacidad visual de un genio que era capaz de montar dos planos rodados a kilómetros y tiempo de distancia con una fluidez asombrosa, amén de un trabajo en la composición visual, la creación de planos y en el uso de la profundidad de campo sencillamente inigualables, un ejemplo de como del infortunio cinematográfico se puede crear una perla
 
pues sí, había por ahí algún documental que desgranaba una sólo secuencia y los saltos entre calles o salones de la peli eran hasta de un continente a otro :lol
 
Hojeando de nuevo la primera página de este hilo, he sentido cierta nostalgia al volver a leer a muchos de los grandes foreros que hace tiempo no postean (Toshiro, Bela,...). Una pena.
 
Ciudadano Kane

Muchas grandes obras de la historia del cine han logrado serlo gracias al don de la transparencia, o lo que es lo mismo, gracias a dar la impresión de que se han hecho solas, de que no hay autor alguno que nos engañe con su ficción, resultándonos reales como la vida misma pese a no serlo. No creo que Ciudadano Kane lo logre, ni que lo intente siquiera, pues lleva estampado el toque Welles en cada fotograma; descomunal lo logrado, tanto es así que cada posterior (y magistral) título suyo puede verse como una variación sobre lo conseguido en su opera prima. Apabullante sin llegar a saturar (aprende, Nolan), poco importa el exhibicionismo formal, pues si el cine es ilusión y mentira, entonces el bueno de Orson es un ilusionista, un timador, de primera categoría, engañando durante dos horas con un enigmático mcguffin que sustenta todo un tinglado estético y narrativo, una fantasmagoría de principio a fin, al servicio de la descripción distanciada, indirecta (de ahí que pueda parecer poco emocionante), del alma torturada de Charles Foster Kane.

Más allá de los hallazgos de montaje, dirección, escenarios, fotografía, etc. que habrá quien sepa valorar y contextualizar mucho mejor que yo, me quedaría con el juego de perspectivas que ofrece el relato, anulando toda objetividad, el rompecabezas (referencia explícita) que forman los flashbacks, y muy especialmente, la idea de búsqueda; ya sea en forma de investigación periodística sobre el magnate, ya sea la que mueve al propio Kane para dar un sentido a su vida que sólo encontrará al morir... y desde luego, la de Welles, en pos de nuevos caminos para el cine. Rosebud o el niño interior, una palabra que evoca el paso del tiempo, los árboles que no nos dejan ver el bosque; lo más importante es lo más intrascendente, lo más parecido a la verdad en el laberinto de ficciones estériles que conforma la existencia del gran hombre. Al final, tras la crítica al sueño americano y las miserias del poder, en mitad de una orgía visual donde cada imagen aporta algo útil, relevante... una sencilla moraleja cargada de humanidad.


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El cuarto mandamiento

Complicado hablar de ésta sin tener en cuenta la historia para no dormir sobre intromisiones de la RKO y chapuzas de montaje capaces de arruinar la visión del director... con todo, el resultado final dista de naufragar. Llama la atención el contraste entre lo anticuado del contenido, un drama de época con personajes de telenovela y diálogos relamidos, y la modernidad visual de quien venía de dirigir Kane... eso sí, sin el mismo despliegue visual y poniendo la cámara al servicio de interpretaciones y réplicas (casi siempre mediante prolongadas tomas), con mayor peso narrativo. Aún así, no pueden faltar unos alucinados y característicos encuadres, una meticulosa disposición de cada elemento (salones, espejos, escaleras...) en ellos, ni la habitual opción por una fuerte iluminación expresionista, siendo la primera hora una sucesión de secuencias memorables; el paseo por la nieve, con sus incidentes cómicos, y el baile que sirve como presentación de los personajes.

La alta burguesía terrateniente está a punto de desaparecer y de ser sustituida por las ideas de libre competencia y progreso técnico La enemistad manifiesta entre los dos protagonistas, el contraste de las dos parejas (los viejos, que quieren estar juntos pero no pueden, los jóvenes, que pueden estarlo pero no quieren)... son el reflejo de una transformación imparable de la sociedad, la economía, y desde luego, las mentalidades. Anda por ahí el propio Welles como demiurgo y narrador de la historia, y no se inclina la balanza por ningún lado, conviviendo la crítica de lo rancio con la comprensible inquietud que todo cambio genera. Lástima que la película vaya claramente de más a menos, pues el final, por los problemas conocidos, parece un corta y pega de escenas con ochenta desenlaces, y cuando éste finalmente llega, parece una resolución torpe y anticlimática de lo planteado... que me da un poco igual (el plano del Holt solo en la habitación hubiese sido otra cosa).


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El extraño

Según el propio Welles, su peor película. Tras los problemas de su anterior proyecto, decide ejercer por una vez como mercenario (cosa trágica, desde luego, para alguien tran genial y tan artista) y el resultado es ésto, una intriga “noir” que tiene bastante en común con el cine de propaganda anti-nazi (la guerra había terminado el año anterior, nada menos, y el trauma estaba reciente) y con un cierto componente psicológico; la mujer del villano no quiere reconocer al monstro con el cual está casada, pero éste no puede evitar con sus mentiras que el cerco a su alrededor se estreche, ni que un implacable cazador de nazis huidos (Edward G. Robinson) haga todo lo posible por atraparle... por mucho que el espectador adivine antes que él la identidad del prófugo (se delata por un comentario sobre que Marx no era alemán, sino judío). Argumento de pandereta, aunque con encanto, sobre el descubrimiento de una horrible realidad, susceptible de ocultarse tras una apariencia inofensiva.

Como actor Welles está más comedido que de costumbre, con un personaje menos memorable y sin tanto parecido con los gigantes de pies de barro que tan bien solía ¿interpretar? (aunque tienen en común el patetismo y el haber sido grandes en el pasado). La dirección la encuentro más bien rutinaria, aunque no faltan encuadres potentes, sombras (cómo no) y alguna escena bien tirada; la persecución nada más llegar al pueblo, el operístico final en el campanario (imposible escapar de la cólera divina)... ¿lo malo? Sencillamente, que parece una película hecha por un imitador, más que por Orson. Si el envoltorio formal destaca en su cine, en realidad está siempre al servicio de la trama, de la descripción literal y casi febril de unas luces y sombras morales... sin embargo, lo que nos cuentan aquí no deja de ser (me da la impresión) una historia de buenos contra malos sin excesiva complicación. No es ninguna pérdida de tiempo, pero sabe a poco.


La dama de Shanghai

Absoluto delirio visual en torno a un disparate de argumento típicamente “noir” (el trío de rigor -pardillo, femme fatale, marido cabrón- deviene en cuarteto, eso sí). Sugerente planteamiento, con un grupo de personalidades turbias en alta mar, semejantes a una familia disfuncional que trae de cabeza al pobre protagonista, otro granuja que sin embargo parece un corderito amenazado por los tiburones... por supuesto que la aventura acabará en un absoluto descreimiento y nihilismo para con el género humano; ¿moraleja? a grandes rasgos, hijos de puta todos, maricón el último y no te fíes ni de tu sombra. Son las imágenes, más que el rebuscado y poco comprensible desarrollo argumental, las que cuentan la auténtica historia y hunden al espectador en una rocambolesca pesadilla, en un laberinto sin salida (que se vuelve literal en una secuencia final por completo icónica y homenajeada hasta la saciedad) que solamente puede devenir en tragedia.

El conjunto de fotografía, planos, montaje (con un punto alocado), interpretaciones que rozan la caricatura humana... dan lugar a una atmósfera que solo puede definirse como enfermiza, destacando el magnetismo de ella, en realidad más un icono, o pin-up, que actriz propiamente dicha. Nuevamente son las circunstancias accidentadas de la producción, en forma de montaje mutilado, las que condicionan el resultado final y lo hacen (sin quererlo) más vanguardista aún de lo que quizá pretendían. El carácter de artificio, de juguete en manos de un genio, es indudable, palpable en el recargado exotismo de los escenarios, en la sucesión loquísima de ellos al final; de un juicio kafkiano pasamos a una representación teatral china, para saltar a la feria de los horrores. Una cosa, en definitiva, tan alucinada como irregular en cuanto a guión y narración (aunque ahí reside parte de su impacto), pero en absoluto mediocre y más bien inclasificable.
 
La de EL EXTRAÑO la ví el otro día en Netflix...

A mi me pareció cojonuda al contrario que Harkness. El universo de el pueblecito con el reloj, la tienda-farmacia, esa especie de Atrápame si puedes con Welles y el otro... y es que el que le persigue es un ¡Hans Landa!
 
Estoy mirando cómo van conseguido al fin terminar esto, lo que me temía es que hubiesen rodado material adicional para completar el puzzle... pero no. Parece que Bogda (que en el trailer sale clavado a Bill Hicks) y Frank Marshall son quienes llevan años presionando para que les dejen terminarla.

El trailer tiene buena pinta, me recuerda a FRAUDE, que es de las que más me gustan de Welles.

¡Y han pillado a Legrand para la música!
 
Volví a ver es EL CUARTO MANDAMIENTO; creo que es demasiado fácil, al final, pensar en ella como la peli pretendida y no la que al final tenemos... los restos (siendo dramáticos) entre esa debacle reportadísima. Veo casi imposible que a estas alturas se encuentre no ya un montaje completo, sino simplemente metraje que permita, siguiendo indicaciones, quitar lo de Wise y remontar algo cercano a la intención original.

Sigue siendo muy hermoso el inicio, de nuevo cercano a KANE con ese off introductorio (¡muy Dickens! creo que Welles lo hubiese adaptado muy bien) que salta del cambio de épocas con trajes y sombreros, a los cortes a la gente del pueblo cuchicheando; o la escenita del niño siendo abroncado mientras posa como un príncipe francés. Leo que la secuencia del baile, tal como sobrevive, en realidad son partes de todo un plano secuencia alrededor de la casa... aunque no sé si es un dato cierto porque sería una proeza técnica inusitada, teniendo en cuenta lo infernal de prepararlo y las pelotas que hubiesen hecho falta para trocearlo.

Pero la segunda mitad, como recordaba, cae de narices a pesar de destellos aquí y allá (Moorehead explotando, el final en penumbra frente al piano, que como decíais arriba sería un final aceptable); ¡además de aburrido!. El final en el hospital directamente es insultante.

La que sí me gustó mucho, que vi poco después, es MACBETH. ¡Qué talento para sacar sentido dramático a una montañita de cartón piedra y cuatro sombras con focazo! De hecho ese estilo falseado creo que le sienta bastante bien, como una estilizada representación teatral en manos de un obseso de la cámara. Sobre esto, y al hilo de lo comentado arriba sobre el presunto plano secuencia de AMBERSONS, hay aquí uno de DIEZ MINUTACOS que es una lección impresionante de blocking.
 
¿Ninguno más ha visto todavía el nuevo Welles netflixero?

De entrada hay algo que asumir al respecto, más allá de lo que digan Bogda y Marshall, esto es un workprint en toda regla; todo lo completo que podrá verse, pero sin cocer al 100%... y se nota, pero hay mucho interesante en ella. A grandes rasgos la peli es Kane tocada con las bases de Fraude, pero más radical que nunca, imposible distinguir solo por lo que vemos dónde acaban los dailies y planos de rodaje, y dónde empieza el auténtico metraje finalizado (tira mucho del mockumentary). En concreto todo el primer tramo es un absoluto caos de montaje, que pega muy bien con lo frenético de ese "día en la vida del director", como una Noche americana experimental de manos de un Orson que se sabía genio incomprendido, y quizá se la traía al pairo o quizá lo que le desvelaba por las noches.

Más allá de reflejar ese Hollywood volátil, donde realmente tiene gracia es en la avalancha de RECADITOS que manda. Ojo a Orson diciendo que el personaje (director-dinosaurio-bebedor, de éxito joven pero dado de lado por la industria, revivió en Europa con pelis de culto para la nueva generación de críticos, incluyendo adaptaciones de Shakespeare, intentando reunir dinero para terminar una peli arty experimental)... no es autobiográfico. :D Y es casi quien sale mejor parado: Bogdanovich interpreta a una parodia venenosa de sí mismo (era un actor que se fue a medio rodaje, me imagino al pobre Bogda sudando mientras acepta el papel), acompañado por una copia rubi-pija de Cybill Shephard... hay caricaturas de Pauline Kael, Robert Evans, Millius... La propia peli que prepara el protagonista es una parodia psicotrónica de Antonioni y del cine barbudo 70's con metáforas y mucha carretera; mejor rodada que el propio film que estamos viendo "fuera", con una fantástica escena de sexo nocturno dentro de un coche. En otro de los paralelismos vida real/peli/peli dentro de peli, con una sensual musa silenciosa de Orson que sale aquí como esa idea llevada al máximo... porque ese film falso es una implícita confesión gay, corte de mangas a la figura del director macho (recordemos: lo interpreta Huston) a la que dio muerte el Nuevo Hollywood.

Una pieza más del puzzle cae en su sitio.
 
es un coñazo sin mucho sentido, es cierto que lo mejor son esas escenas nocturnas ¿con una moto y un tono azulado creo recordar? si nadie sabía qué hacer con esta peli en 40 años los motivos eran obvios, al final la mejor decisión, como con el Quijote, es plantearlo como un documental de ficción donde tienes más libertad.

pero AY cuando sale Oja Kodar, vestida o desnuda, maravillosa.

por cierto, hay otro reciente por ahí:

 
Yo la llegaré a ver, pero me enfrió leer que esto es un Frankenstein que no se puede considerar ni de Welles ...
 
Eso de que no se puede considerar ni de Welles me parece muy exagerado, la peli es un Frankenstein como fueron todas sus pelis posteriores; llegó a dejar montado un tercio y el resto ha estado a cargo de alguien que se pateó todo el rodaje con él preguntándole sobre cómo pretendía terminarla... Evidentemente sigue sin ser del todo suya, pero cualquier fan debería verla.

Leo que a la Kodar no le hizo ni puñetera gracia ver JFK después de enseñarle un montaje de ésta a Oliver Stone, según ella el tío fusiló el estilo directamente de ahí.
 
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