Buenos días camastrones.
Hay diversas razones para abandonar un foro y todas y cada una de ellas es legítima y respetable.
Sin embargo, la que me quedo marcada a fuego fue la ausencia de un forero del que tiempo más tarde me enteré de que desgraciadamente había fallecido.
Ese primer shock no quedó huérfano y con el tiempo otras ausencias por diversos motivos casi igual de escalofriantes le siguieron, lógicamente por problemas graves de salud.
Por eso cuando alguien se va y lo hace por voluntad propia, tiene mi mayor respeto por mucho que eche de menos y note su ausencia.
A veces el detonante es un enfado, otras que sencillamente no soportas a alguno y su simple presencia te causa incluso ansiedad y malestar. Otras es tan simple como la pérdida de interés, la falta de tiempo o un cambio de vida.
Mientras no sea por una desgracia, no hay que convertir la ausencia en desgracia.
Y sí, sois insoportables, eso también, las cosas claras.