Anoche me estuve viendo un documental que hay en HBO sobre Theranos y Elizabeth Holmes... y la verdad es que estaba bastante interesante. Tenía ingenieros luchando contra la termodinámica en el analizador de sangre de tamaño contenido, pero con una cultura sectaria de empresa todo era posible. Una mujer fascinante. No se si incluso merece ir a prisión o darla una medalla por demostrar cuán tontos pueden ser los inversionistas apoyando una "historia". La nueva Steve Jobs, una mocosa que dejó la Universidad con 19 años y se puso a hacer cosas médicas, como si tuviese algún titulo y fuera una genio firmaba las patentes que desarrollaban otros en su empresa. Como si ella tuviera más conocimiento que el control sobre si misma y ser una excelente modelo para sus propósitos. Sí, la tía tenía todo calculado, se movía como un robot, no parpadeaba, impostaba una voz grave y se vestía como Jobs. Daba miedo, una psicópata, una arpía... Pero ahí estaba la niña bonita de Sillicon Valley, consiguiendo a Kissinger, el Secretario de Defensa de Trump Mad Dog y otros hijos de la Gran Bretaña en su consejo de Administración. Y todo con una idea estúpida, la gente tiene miedo a las agujas, y con una gota saco doscientos análisis clínicos. La idea peregrina era el miedo a las agujas, y hacer accesibles los análisis de sangre (en el contexto USA, claro) porque tuvo un tío con melanoma que se murió y lo quería mucho... Una psicópata. Pero como digo, no se si darla una medalla... Se espera su sentencia en septiembre.