Yo creo que más que los directores jóvenes, lo peor de ahora es el sistema de producción, la degeneración ha llegado hasta tal punto que ni el director ni los técnicos (el requisito de acortar tiempo ha convertido en norma técnicas puramente televisivas) ya no son capaces de generar un sentido del espacio en la puesta en escena, ni de que respiren las escenas, ni de liberar a las películas de un fotorrealismo ridículo que se da de ostias con el tono de la película, ni de controlar los efectos especiales digitales, etc. Lo del montaje es especialmente trágico.
Entonces, en este contexto, los vicios del director cantan más. Todo esto deja al descubierto las dos cosas en las que se centran, primero meter ideas sin ninguna sutileza, y claro, esas ideas se comen a unos personajes que ya tienen poca entidad de por sí por la mierda de puesta en escena en la que se mueven y acaban exagerando y redundando las escenas IMPORTANTES. Y después meter supuestos gestos de autor que, por el mismo motivo, cantan la traviata, planos secuencia que no vienen a cuento de nada, encadenados musicales, cámara al hombro, etc.
Y al final quedan dos tipos de pelis, las de los que van sin ínfulas que, directamente, asumen que ruedan televisión, añado que es televisión mala. Y las peores, las de los directores que, rodando igual televisión mala, han oído o leído algo de la teoría de autor sin entender una mierda y se creen la reencarnación entre John Ford y Dreyer. Lo peor de este segundo pack no son sus películas de mierda, lo peor es que una marabunta de medios los ensalzan para que todo siga hacia adelante y la bola de lodo cada vez sea más grande, es muy fácil de detectar cuando esto ocurre, es cuando se empieza a leer OBRA MAESTRA incluso sin buscar críticas de la película ...