"Un semental japonés le eyaculó dos lefazos al costado de la Coñoneta. Yo había vuelto de la isla de Lesbos, donde la Ostra Azul, donde habíamos insertado el dildo, el que había de ser para Geisha-shima. 1100 pipiolos fueron a parar al cuarto oscuro. La Coñoneta se corrió en 12 embestidas. No vi la primera shemale hasta media hora después, una loba de 30 centímetros. ¿Usted sabe cómo se mide esto estando mamando? Usted dirá que palpando desde la pechera hasta el culamen, nosotros ya teníamos con lo nuestro. Nuestro servicio del dildo se hizo tan en secreto que ni siquiera se lubricó en la primera enculada. No se nos empalmó de nuevo hasta una semana después. Con las primeras luces del día llegaron muchas shemales y nosotros fuimos formando orgías abiertas, algo así como aquellos antiguos vídeos de colegialas, igual que los que había visto en PornHub de My College Rules. La idea era que cuando la shemale se acercara a uno de nosotros éste empezara a jadear y a pajearse y a veces la shemale mordía, pero otras veces chupaba bien y otras se quedaba mirándole a uno fijamente a los ojos; una de sus características son sus ojos lascivos, de fulana, ojos negros y ausentes; cuando uno se acerca a ellas se diría que no se implican, hasta que te la enchufan al orto; esos pequeños ojos negros se vuelven blancos y entonces ooohhhhh... entonces se oye un grito tremendo y espantoso, el agujero se vuelve de color blanco, y a pesar del jadeo y del correrío ves como esas zorras te agarran y te van dando más y más. Supe luego que aquel primer amanecer desvirgaron a cien pipiolos, creo que las shemales serían un millar que se trajinaban pipiolos a un promedio de seis por hora. El jueves por la mañana me tropecé con un amigo mío de correrías, un tal Rocco de Clávala, fockador de travestis, bastante bueno; creí que estaba empalmado, me acerqué para pajearlo... Bombeaba de un lado a otro igual que si fuera un Satisfier. De pronto se dio la vuelta y vi que había sido enculado hasta el intestino. A mediodía del quinto día apareció un shemale de reconocimiento, nos vió y empezó a pasarnos revista por los bajos para empotrarnos; era un mandingo joven, quizá más joven que el señor Hooker, que como digo, nos mamó y tres horas después llegó un Fake Taxi de la Cumlouder que empezó a encularnos y ¿saben una cosa? Fueron los momentos en que pasé más miedo, esperando que me llegara el turno; nunca más me pondré el condón femenino. De aquellos 1100 pipiolos que cayeron al cuarto oscuro solo nos libramos 316. Al resto los encularon los shemales el 29 de julio de 1945. No obstante, entregamos el dildo ."