He estado viendo un poco la entrevista de Pedro Sánchez (con guión de Iván Redondo) y Ferreras, y me resulta extraño como se cambia el cuento con naturalidad. Como diría el analista Coronel Kurtz en La Órbita de Endor, esta historia carece de cohesión y coherencia interna. Pero con pasmosa naturalidad parece que se cambia la idea del Gobierno de Solitario a hablar abiertamente de Gobierno con Podemos. Nos han cambiado los esquemas desde los medios en un segundo vendiendo ahora esa idea.
Ahora bien, y tal y como presumimos el "veto" de Pedro Sánchez a dar poder a Pablo Iglesias, es el problema. Según Pedro Sánchez, las conversaciones con Podemos han girado más que en programas en el reparto de sillones. Vamos, que esas conversaciones más que en mejorar la vida de la gente han girado en mejorar la vida de diversos dirigentes de Podemos. Y en esto hasta Pedro Sánchez por un momento ha parecido lúcido en el sentido de decir que él no puede tener a Pablo Iglesias en su equipo, y es que al final el Gobierno depende de él. Es responsable del mismo. Y no puede tener a un vicepresidente que diga que hay presos políticos en España, máxime cuando avisa de la importancia que tendrá en los próximos meses la sentencia de Cataluña.
En ese aspecto me ha parecido claro. Y hombre, todos sabemos todo lo que hay detrás de Pablo Iglesias, y la poca responsabilidad de Estado de la que presume.