Se jubiló el pasado mes de octubre y viene dispuesto a hablar sin tapujos y desmontar la "gran mentira" fraguada y cultivada por el Gobierno de Aznar tras el peor atentado terrorista de nuestra historia.
Pregunta. ¿A qué hora del 11 de marzo de 2004 estaba usted ya seguro de que se trataba de un atentado yihadista y que nada tenía que ver con ETA?
Respuesta. A las 15.00 horas del mismo día 11. En ese momento se inspeccionaba la furgoneta Kangoo, utilizada por los terroristas, y se incautaron restos de Goma 2 Eco y unos detonadores. Además se encontró una cinta cassette que contenía cánticos del Corán en árabe
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P. ¿Cómo y cuándo cree usted que comienza la mentira?
R. Según publicaron posteriormente los medios de comunicación, fue en Moncloa. El 11 de marzo era jueves y el domingo había elecciones generales. Al parecer, uno de los asesores del presidente Aznar le dijo: “Si ha sido ETA barremos, pero si son los yihadistas ganará el PSOE”. A partir de que en Moncloa se hablara en esos términos, empiezan los comunicados adjudicando la autoría a ETA.
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P. El día 12 (viernes) ya había personas identificadas, se detuvo a gente ya ese mismo sábado, mientras aumentaban las cifras de muertos (193 en total) y de heridos ¿Cómo podía el Gobierno mantener la mentira?
R. Pues no lo sé. Pero desde que los Tedax consiguen desactivar la bomba de Puente de Vallecas, en la madrugada del día 12 —un hecho de suma importancia—, se obtiene la tarjeta del móvil utilizado como sistema de activación de la bomba. Esa tarjeta llevó a los servicios de investigación directamente a Lavapiés. Por otro lado, los detonadores y el explosivo hallados en la furgoneta nos llevaron a una mina de Asturias, lo que permitió establecer las conexiones entre los autores del atentado. Pero es que, además, cualquiera que haya trabajado el terrorismo de ETA, sabe que una organización autóctona, que necesita el apoyo social para subsistir, no puede cometer un atentado con víctimas indiscriminadas, porque inmediatamente sería aniquilada por la colaboración de la propia gente de su organización.
P. ¿Quién diría que alimentó la mentira?
R. Lo ignoro. Si bien es cierto que....