"Es mala pero te ríes...": Nuestras críticas favoritas. (De aspirantes a cineastas)

Recuerdo que J.Palacios le dió tres estrellas a "Batman y Robin" no cinco. Para mi peor que eso fueron las cuatro que le soltó a "Plunket & McLane", o como se escriba aquella cosa y a la de "Dobermann", dos de la pocas ocasiones que me vi tentado a salir del cine.
Más friki y de críticas más enloquecidas que Palacios (que en el fondo es muy convencional, casi todo son siempre doses y treses en su cuadro crítico) es Fausto Fernandez.
 
Sin embargo, recuerdo que hicieron una crítica de La guerra de los mundos con la que coincidí punto por punto.
 
slausen dijo:
Recuerdo que J.Palacios le dió tres estrellas a "Batman y Robin" no cinco. Para mi peor que eso fueron las cuatro que le soltó a "Plunket & McLane", o como se escriba aquella cosa y a la de "Dobermann", dos de la pocas ocasiones que me vi tentado a salir del cine.
Más friki y de críticas más enloquecidas que Palacios (que en el fondo es muy convencional, casi todo son siempre doses y treses en su cuadro crítico) es Fausto Fernandez.

no pondría la mano en el fuego hasta que busque la revista, pero te juro que fueron por lo menos 4 estrellas, esa puntuacion no se olvida, ademas acaba haciendo un comentario de que la proxima seria como The Rocky Horror picture Show, con dos cojones, pero simpatico
 
Jesús Palacios hizo una crítica cojonudísima de Las dos torres.

Pero si, se le va la olla cosa mala a veces...

sus Goremanías que tal están ? leí el 2 hace tiempo, y no lo recuerdo muy bien...
 
Bueno, me estoy leyendo un libro recopilatorio de artículos y críticas del que para mi ha sido el mejor profesional de este país, Ángel Fernández Santos.

Ahora copio una suya para que veais lo que es de verdad analizar una película y hacerlo con un lenguaje elegante, comprensible y al mismo tiempo un estilo propio y una visón precisa y profunda del sentido del film.

"ED WOOD" LA PASIÓN DE CREAR

El director estadounidense Tim Burton, tras Eduardo Manostijeras , saltó a la fama de los círculos cinéfilos como prototipo de director fuera de norma , con pronunciada voz propia y un arsenal imaginario prometedor. Una apreciación justa.

Pero esta interesante película fue sobrevalorada (...) A Burton para destaparse, le hacía falta algo tan simple como bajarse de la reverencia beata a lo fantástico y a la mitología del cómic - cuyo signo está bien donde está: sobre un papel y no sobre una pantalla de, como apuntalan los ejemplos de Dick Tracy, Superman y otros negocios de cine mediocre montados sobre estupendos cómics - y salir del halago al capillismo. Es decir: poner pie en tierra firme , que es donde paradójicamente resulta más difícil mantener el equlibrio en una pantalla. Eso es lo que hace en Ed Wood .

El resultado es un espléndido poema fundido en un espléndido documento a su vez convertido en un espléndido relato, al mismo tiempo divertido y grave, cómico y trágico, empapado de la verdad que hay siempre debajo de toda ficción genuina. Es decir: una película imaginativa, no fantástica; directa, no retórica; serena, no retorcida; original, no originalista; clásica, no posmodernucha; ideada y elaborada a la altura de la mirada de la gente y no de los ojos de los que se proclaman, por encima de la gente, de exquisiteces de parroquia de iniciados.

La historia verídica - con sus verdad multiplicada por la sencillez y la pasión con que Burton pone con poderosas imágenes en blanco y negro un relato admirablemente compuesto en un guión que equilibra y dosifica con tacto y amor la delicada enormidad que narra- de la relación profesional y la amistad personal entre Ed Wood, un joven director del Hollywood marginal de los años cuarenta y cincuenta, entusiasmado con su oficio, pero inhábil ejerciéndolo, y Bela Lugosi, el formidable histrión húngaro, creador dos décadas antes de Drácula y por entonces leyenda viviente a la deriva, convertido en un despojo humano amargo, abandonado, mísero y sostenido por el orgullo y la morfina, es al mismo tiempo la oscura crónica de un mundo rastrero, prosaico y desquiciado; y la luminosa metáfora de la pasión de crear.

Ingenio desatado

Ni el más mínimo vuelo retórico: ingenio desatado sin la menor caída en esa forma menor de imaginación que llamamos "fantasía". Cine integral, de infrecuente pureza en los tiempos que corren, en el que Burton se deshace de su hojarasca de fabricante de objetos de consumo audiovisual masivo y se queda consigo mismo, perplejo frente al gozoso y doloroso espejo de su tarea de director de películas. Y moviendo con pudor- para que, mientras actúa, sea y se sienta libre- los hilos de de una tremenda y maravillosa marioneta viviente: el brochazo de gran guiñol que Martin Landau - que ya dio un aviso de su talla en Delitos y faltas compone ahora al reconstruir la agonía de Bela Lugosi con una fuerza y una capacidad de arrastre que asombran.
Le dieron por hacer lo que hace aquí un Oscar: es poco. Si todo en este filme se mueve en el territorio de la inteligencia y la generosidad, Landau alcanza el de la alquimia.

Y una llamada de atención a una clave de esta hermosa humilde película: el encuentro del bondadoso y torpe Wood con otro cineasta loco, apasionado por su oficio, y considerado, al revés que él, el mejor del mundo, pero como él desterrado a los basureros de Hollywood: Orson Welles. Se resume casi todo, en esta leve, irónica y vigorosa escenita, que abre de par en par la conmovedora médula moral de un filme que, junto a otro norteamericano, Balas sobre Broadway , convierte a 1994 en fecha natal de dos obras con toda la pinta de imperecederas.

Ángel Fernández Santos , el país, 4 de junio de 1995




Un verdadero genio que sabe de lo que habla y que aporta algo más al camino que el espectador emprende a la hora de reflexionar sobre lo que ha visto y orientarle en la búsqueda del sentido oculto que toda obra encierra.

Puedes estar más o menos de acuerdo en su impresión ( yo por ejemplo, no comparto su desdén por La madre muerta pero entiendo muy bien los motivos por los que la acusa de efectista , tramposa y plana ) pero no puedes negar que tenía un ojo único para la disección.


El libro se llama LA MIRADA ENCENDIDA, y está editado por DEBATE.
 
lo de las dos torres pues sería poniendola a caer de un burro porque las odia a muerte, los Goremania no los lei, pero el de "Satan en Hollywood" estaba bastante bien
 
Valek dijo:
slausen dijo:
Recuerdo que J.Palacios le dió tres estrellas a "Batman y Robin" no cinco. Para mi peor que eso fueron las cuatro que le soltó a "Plunket & McLane", o como se escriba aquella cosa y a la de "Dobermann", dos de la pocas ocasiones que me vi tentado a salir del cine.
Más friki y de críticas más enloquecidas que Palacios (que en el fondo es muy convencional, casi todo son siempre doses y treses en su cuadro crítico) es Fausto Fernandez.

no pondría la mano en el fuego hasta que busque la revista, pero te juro que fueron por lo menos 4 estrellas, esa puntuacion no se olvida, ademas acaba haciendo un comentario de que la proxima seria como The Rocky Horror picture Show, con dos cojones, pero simpatico

Lo acabo de mirar y si, muy buena memoria con lo del final, habla de que la próxima debería ser un necesario Batman's Horror Picture Show jaja. Eso si, la puntuación son tres estrellas. De todos modos ponerle 3 estrellas a esa ya es de risa, que le pusiera 4 o 5 pues total ...
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Como lo prometido es deuda, aquí tenéis la crítica de Los chicos del maíz V: Campos de terror , pero resulta que era de Fausto Fernández, y no de Sergi Sánchez como dije
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Vi los chicos del maiz hará unos 16 años , rodeado de chillones amigotes en un cine que ya no existe. La mayoría de pelis terroríficas que han marcado mi vida fueron jaleadas interactivamente en locales hoy reciclados en supermercados o aparcamientos. Quedaba el vídeo, esas etílicas sesiones de madrugada en grupo salvaje, y en el susodicho, casero formato me he ido tragando las secuelas maizeras, exactamente igual a los tropecientos de Halloween y viernes 13.

Más de una década después, asisto a una solitaria sesión en unos lujosos multicines, peusto que han estrenado , con dos años de retraso ¡ y en V.O.! , la quinta entrega de esta sucesiva, repetitiva serie de remakes basados en el relato de Stephen King.
Los chicos del maíz: campos de terror no va de aggiornamiento Miramax/Dimension, como lo fue la fallida Halloween H20 , sino que es, al pie de la letra, con sus defectos y virtudes ceporras, una serie B qu podríamos datar casi 20 años atrás, la cual recomiendo, pero con las subjetivas reservas de un lunático fan desatado.

Un arranque misterioso y lovecraftiano pone al alelado Adam Wylie ( ya muy quemado tras los episodios de Picket Fences ) al frente de asesinatos catetos. Llegará un sexteto de jovenzuelos cernícalos, correrá alegremente sirope de fresa y maquillaje purulento, miraremos un poco el reloj cuando el diálogo mastuerzo lleno de tópicos familiares se adueñe del cotarro, pero respiraremos en el cacao final con gore cantón hecho con dos pesetas desmadre de herramientas y aperos agricolas, explosiones y el estrambote que nos recuerda que el mal siempre sobrevive. Directa y al grano , con abuso de angulaciones, picados y contrapicados... a mí ya me vale su rejuvenecedor anacronismo de subproducto, sus niños bordes que te gustaría visitaran a los sosainas de Gran Hermano, porque siempre habrá un rinconcito agradable para los Fritz Kiersch, Sean S. Cunningham o Ethan Wylie.


Para nosotros, irredenta ( y a mucha honra ) pandilla basura.

lo mejor: los magníficos momentazos del no menos magnífico David Carradine

lo peor: aguantar tanto actorcillo pésimo, que seguro, ya no volveremos a ver.


No me digais que no es cachonda
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igualita que la anterior que he puesto, eh? Simpaticona, si, pero que no se aleja demasiado de lo que podamos escribir cualquiera de nosotros con un poco de esmero, gracia y un par de clases de escritura periodística de urgencia para ajustar el número de palabras por crítica y ordenación de los párrafos.


eso si, prefiero esto a Herederos que se creen que están escribiendo la tesis doctoral que cambiará el curso del cine y se enseñará en Columbia y Nueva York a las nuevas generaciones. Gente que no entiende que para hablar de cine no hace falta emplear un lenguaje críptico que no entiende nadie, es más, lo complicado es decir algo sincero, original y hacerlo empleando un estilo sencillo y directo.
 
nogales dijo:
Eso si, prefiero esto a Herederos que se creen que están escribiendo la tesis doctoral que cambiará el curso del cine y se enseñará en Columbia y Nueva York a las nuevas generaciones. Gente que no entiende que para hablar de cine no hace falta emplear un lenguaje críptico que no entiende nadie, es más, lo complicado es decir algo sincero, original y hacerlo empleando un estilo sencillo y directo.

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hombre, tambien supongo que no es lo mismo hacer una critica sobre el ED WOOD de Burton que de LOS CHICOS DEL MAIZ 57... A cada uno lo suyo.
 
Hombre Elliott, Fernández Santos se vió films de todo tipo, ten en cuenta que estuvo 25 años de titular en EL PAÍS.

Mira, aquí tienes la que hizo de Rambo: Acorralado II

RAMBO: ACORRALADO II. EL HEDOR DE LA REVANCHA

(...) La guerra de Vietnam es, tras las guerras mundiales y la de Corea, el suceso histórico más filmado del cine norteamericano reciente. Y ante él la respuesta del cine es más o menos la de siempre: desde el optimismo genocida de Boinas verdes de Wayne, hasta las pesadillas antibelicistas de Ford Coppola- Apocalypse now- y Cimino- El cazador, hay enfoques ideológicos para todos los gustos. Hoy los vientos políticos en aquellas orillas del Atlántico soplan en la dirección dictada por el sórdido orgullo nacionalista de la era Reagan, y por lo tanto, sobran las reflexiones críticas de antaño. Rambo es un malhumorado desquite nacionalista a una derrota.

La primera parte de Rambo se tituló Acorralado. Era uno más entre los muchos filmes sobre el desarraigo de los veteranos de Vietnam, pero olía a otros perfumes que ahora, en esta segunda parte, apestan con el hedor de la revancha. Estados Unidos perdió la guerra de Vietnam, pero una derrota de esta envergadura no está hecha para ser digerida por estómagos que tienen como alimento cotidiano de su identidad la idea de pertenecer a la nación más poderosa y entienden este poder como capacidad para matar. De ahi que haya entre los grandes sectores conservadores e incluso reaccionarios de la población norteamericana, desde la derrota de Vietnam, un sentimiento bíblico de humillación, similar al que debió sentir Goliat después de la zurra que le dió David.

Rambo es una película consoladora para estos sectores de nacionalistas norteamericanos, que dormirán mejor desde que Cosmatos y Stallone les han servido en bandeja una ilusoria y balsámica revancha contra aquel revés histórico. Concebida inicialmente como una película de aventuras de estilo clásico, Rambo rompe este clasicismo a los veinte minutos de comenzar. Hasta entonces el film crea cierta expectación, pero de repente rompe una regla de oro de todo buen cine de acción: dilatar la espera de acción, aplazar las tracas de violencia con objeto de acumular tensión de expectativa en el receptor.

En lugar de esto, la violencia estalla prematuramente y la traca de muertes comienza al final de esos ligeros veinte minutos, con lo que el resto del metraje se deteriora hasta el total envilecimiento final. ¿Error inexplicable? Todo lo contrario: error perfectamente calculado, porque el destinatario del filme no es el que desea ver cine de acción, sino el que desea ver morir comunistas en todas las posturas imaginables.

No se ha pretendido, pues, hacer con Rambo una buena película de aventuras - y esto se ha conseguido, pues es abrumadoramente mediocre como tal- sino una película que, con apariencia de aventuras, encubra un desahogo de tipo ideológico. Ésta es la clave: Rambo es una película encubiertamente política. En este sentido, como tal película política, no puede decirse que sea mala. Es grosera y elemental, pero en esto sigue el estricto mandato de Joseph Goebbels: la eficacia política de un mensaje cultural es tanto mayor cuanto más grosero y elemental es este mensaje. Millones y millones de personas van a ver esta basura estética y moral llamada Rambo. Goebbels, sin necesidad de consultar a su jefe Hitler, hubiera contratado a Cosmatos y Stallone, porque su Rambo, desde la óptica del fascismo, es cine político perfecto, porque es soezmente eficaz.

El País, 12 de marzo de 1986
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La reclamada crítica de Jesús Palacios de Batman y Robin

Un año más se impone la cita con el Hombre Murciélago. Y un año más, es seguro que Batman no dejará insatisfechos a sus fans. La nueva entrega de esta saga, resucitada de entre las hojas de los cómics por Tim Burton para los góticos 90, contiene en cantidades casi exactas las dosis apropiadas de comedia, sentido de la maravilla, acción y fx, de su inmediata predecesora, Batman forever. Joel Schumacher, viejo diablo, sabe cómo hacer su trabajo.

Son las perversas bromas de Schumacher, su sempiterno fetichismo paródico, sus excesos erótico-festivos enmascarados, como George Clooney, bajo la apariencia de una película de acción, los elementos que convierten Batman y Robin en espectáculo que supera la vulgaridad anodina de la mayoría del cine actual. Desde la maravillosa fiesta ultrakistch en la que Uma Thurman aparece en convicta y confesa parodia de la simiesca Marlene Dietrich de La Venus rubia ( Hot Voodoo... Hot Voodoo... ), pasando por la revisión simpatética de toda la serie B ( la esposa congelada de Mr. Freeze, en la tradición de Dr. Phibes; el científico loco que pretende conseguir un ejército de zombis y consigue solo una especie de Santo el Enmascarado de Plata con toque de S/M... ) , la perpetuación del romance inconfeso entre Batman y Robin, al que se añade la sincera declaración de amor del Hombre Murciélago a su mayordomo Alfred; hasta llegar, sobre todo, a la patética Poison Ivy, encarnación perfecta de la visión cruel e insolente que Schumacher ( en la vena del dandismo decadente ) tiene de la Madre Naturaleza, ridiculizada sin pudor y condenada al fracaso desde el momento mismo en que se encarna en una drag queen de vodevil.

Lástima que esta sucesión de perversiones, chistes misóginos y misándricos, cueros y disfraces, números musicales a lo Studiio 54 y maquillajes de la era glam, se vea constantemente interrumpida ( y lo digo sin ironía ) por excelentes y espectaculares escenas de acción que, en este momento, carecen para el que suscribe del más mínimo interés. Al final de Batman y Robin , uno, no aburrido, sí algo agotado, se pregunta qué pasará el próximo año y se responde ( me respondo ) que lo único que pueden hacer ya con el Hombre Murciélago y su troupe es convertirlos en personajes de music-hall, en un justo y necesario Batman´s Horror Picture Show.

***
 
Este tío debe haber visto otra versión de Batman y Robin porque sinceramente no hay por donde cogerla. Es la peor entrega de toda la saga y una de las peores películas de superheroes de la historia.
 
nogales dijo:
La reclamada crítica de Jesús Palacios de Batman y Robin

Un año más se impone la cita con el Hombre Murciélago. Y un año más, es seguro que Batman no dejará insatisfechos a sus fans. La nueva entrega de esta saga, resucitada de entre las hojas de los cómics por Tim Burton para los góticos 90, contiene en cantidades casi exactas las dosis apropiadas de comedia, sentido de la maravilla, acción y fx, de su inmediata predecesora, Batman forever. Joel Schumacher, viejo diablo, sabe cómo hacer su trabajo.

Son las perversas bromas de Schumacher, su sempiterno fetichismo paródico, sus excesos erótico-festivos enmascarados, como George Clooney, bajo la apariencia de una película de acción, los elementos que convierten Batman y Robin en espectáculo que supera la vulgaridad anodina de la mayoría del cine actual. Desde la maravillosa fiesta ultrakistch en la que Uma Thurman aparece en convicta y confesa parodia de la simiesca Marlene Dietrich de La Venus rubia ( Hot Voodoo... Hot Voodoo... ), pasando por la revisión simpatética de toda la serie B ( la esposa congelada de Mr. Freeze, en la tradición de Dr. Phibes; el científico loco que pretende conseguir un ejército de zombis y consigue solo una especie de Santo el Enmascarado de Plata con toque de S/M... ) , la perpetuación del romance inconfeso entre Batman y Robin, al que se añade la sincera declaración de amor del Hombre Murciélago a su mayordomo Alfred; hasta llegar, sobre todo, a la patética Poison Ivy, encarnación perfecta de la visión cruel e insolente que Schumacher ( en la vena del dandismo decadente ) tiene de la Madre Naturaleza, ridiculizada sin pudor y condenada al fracaso desde el momento mismo en que se encarna en una drag queen de vodevil.

Lástima que esta sucesión de perversiones, chistes misóginos y misándricos, cueros y disfraces, números musicales a lo Studiio 54 y maquillajes de la era glam, se vea constantemente interrumpida ( y lo digo sin ironía ) por excelentes y espectaculares escenas de acción que, en este momento, carecen para el que suscribe del más mínimo interés. Al final de Batman y Robin , uno, no aburrido, sí algo agotado, se pregunta qué pasará el próximo año y se responde ( me respondo ) que lo único que pueden hacer ya con el Hombre Murciélago y su troupe es convertirlos en personajes de music-hall, en un justo y necesario Batman´s Horror Picture Show.

***

bueno, pues es un claro ejemplo de critica cojonudamente escrita de un tio que ha consumido cine basura por un tubo, aunque la pelicula no la salvaba ni un milagro de Fatima de la quema, asi que ni Rocky horror ni ostias, ese musical de serie B al lado de este engendro es un ejemplo de planificacion
 
Atreyub dijo:
Este tío debe haber visto otra versión de Batman y Robin porque sinceramente no hay por donde cogerla. Es la peor entrega de toda la saga y una de las peores películas de superheroes de la historia.

Pues lo que dice de ella me parece bastante coherente.
 
¿Habeís leído su crítica de 10.000? Le pone 4 estrellitas...
 
F_Elliott dijo:
Atreyub dijo:
Este tío debe haber visto otra versión de Batman y Robin porque sinceramente no hay por donde cogerla. Es la peor entrega de toda la saga y una de las peores películas de superheroes de la historia.

Pues lo que dice de ella me parece bastante coherente.
Seguramente se acordaba más de lo de las 3 estrellitas ( que creía que eran más ) que de la crítica en sí.


La de 10.000 fue de esas a las que le dedican la polémica ( artificial ) del mes:

10.000



A favor, por Jesús PALACIOS.

Algo distingue a Emmerich del modelo que fagocita y clona (el Hollywood de Spielberg), un toque eurotrash que solo puede proceder de un director alemán. El exceso, la falta de miedo al ridículo, los delirios de grandeza, la carencia absoluta de rigor histórico o cinematográfico, hacen que su última locura, 10.000, derive agradecidamente al kitsch. Si explota descaradamente Apocalypto (Mel Gibson, 2007), lo hace sin pretensiones: sus cuaternarios hablan inglés, son vecinos de tribus africanas como las de hoy y se enfrentan a villanos sofisticados, parientes atlantes de los de Stargate, que viven por delante de la Edad de Bronce¿ Emmerich plantea honradamente su film como puro entretenimiento matinal, heredero de Pal y Harryhausen, ingenuamente romántico, de cine mudo. Se centra en el espectáculo y la estética: actores guapos, monstruos, diseño de producción exótico y elefantiásico, envuelto todo en su criptonazismo esotérico, que pretende disfrazar con héroes peinados a lo rasta. Pero los mesiánicos protas de su fantasía prehistórica no dejan de ser un gran cazador blanco y una princesa de ojos azules, guiando a nobles guerreros de color (negro) a la victoria sobre villanos semitas de rasgos orientales (mezcla teosófica y dänikiana de sumerios, egipcios y tibetanos). O sea, pura delicia camp.


En contra, por Jordi COSTA.

Quizás 10.000 sea lo más cerca que Roland Emmerich nunca ha estado del cine autobiográfico: su héroe lidera una cacería de colosales mamuts, del mismo modo que el director parece empeñado en especializarse en la doma de mastodontes marcados por hipertrofias de producción. Como casi todo equilibrista del yo, Emmerich transforma su autobiografía enmascarada en una mentira que, si bien no es bella, por lo menos resulta ruidosa: su alter ego se convierte en héroe fundacional y levanta una cortina de humo sobre la naturaleza de su creador, que es un profesional de la redundancia. Si Independence Day y Godzilla apuntaron la posibilidad de que Emmerich podía convertirse en un Spielberg áspero y adusto, la evolución de ambas carreras (que ya no son paralelas) desmonta el espejismo: el director alemán no atiende a discursos ni a detalles y se abona a la poética del caballo grande, ande o no ande con esta epopeya que quiere distanciarse de las hermosas mentiras del cine cavernícola para caer en las nuevas falacias del manufacturero de blockbusters. Hay una pifia que condensa el espíritu de la película: las estampidas de mamuts resultan más o menos verosímiles, pero el cerco de las lentillas que usa su principal personaje femenino hiere la vista del espectador dispuesto a ser engañado, pero no tanto.

Lo mejor: la cacería de mamuts.
Lo peor: el doblaje del narrador, en original Omar Sharif
 
nogales dijo:
F_Elliott dijo:
Atreyub dijo:
Este tío debe haber visto otra versión de Batman y Robin porque sinceramente no hay por donde cogerla. Es la peor entrega de toda la saga y una de las peores películas de superheroes de la historia.

Pues lo que dice de ella me parece bastante coherente.
Seguramente se acordaba más de lo de las 3 estrellitas ( que creía que eran más ) que de la crítica en sí.




¿QUIEN?
 
Costa, bien ahi. Aunque resbala en lo de "Independence Day y Godzilla apuntaron la posibilidad de que Emmerich podía convertirse en un Spielberg áspero y adusto".
 
Re: Nuestras críticas favoritas. (De aspirantes a cineastas)

recupero el post para poner parte de la critica de Cahiers de El caballero oscuro

Precisamente la condición hiperactiva del Joker, contrapuesta a la languidez ralentizada de las criaturas de Costa o Gus Van Sant, es la que pone en crisis el carácter zombiático de cierto cine contemporáneo, y la que reivindica un materialismo radical que se enfrenta con su inmediatez a la trascendencia mística. Quedan así neutralizadas las acusaciones lanzadas contra la película de Nolan desde posiciones políticamente correctas: en ella no se reivindica el glamour del mal, sino que se deja constancia de su existencia , una especie de inesperada plusvalía de la cultura del placer inmediato.

tremendo, ¿en serio iba de eso?
 
Re: Nuestras críticas favoritas. (De aspirantes a cineastas)

Lo mismo si pones el resto de la critica se entiende mejor. O no? :pensativo
 
Re: Nuestras críticas favoritas. (De aspirantes a cineastas)

nogales dijo:
Precisamente la condición hiperactiva del Joker, contrapuesta a la languidez ralentizada de las criaturas de Costa o Gus Van Sant, es la que pone en crisis el carácter zombiático de cierto cine contemporáneo, y la que reivindica un materialismo radical que se enfrenta con su inmediatez a la trascendencia mística. Quedan así neutralizadas las acusaciones lanzadas contra la película de Nolan desde posiciones políticamente correctas: en ella no se reivindica el glamour del mal, sino que se deja constancia de su existencia , una especie de inesperada plusvalía de la cultura del placer inmediato.
¿Pero de que está hablando? ¿De una pelicula?
 
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