No dejo de preguntarme ¿dónde se han dejado el criterio muchos de estos críticos "modernos"?
Me explico:
Cuando vi la primera, allá a principios de los ochenta, 1982 creo recordar, tuve el absoluto convencimiento de que me encontraba ante un clásico instantáneo. La fuerte personalidad de su director, el ritmo que alcanzaba su climax y su poderío visual la convertían en historia del cine.
Cuando vi la de Fede Alvarez, en 2013, comprobé como el paso de los años y las mejoras y facilidades técnicas ayudaban a conseguir un producto posiblemente mejor acabado. Pero pese a ello muy alejada de los grandes hallazgos visuales de Raimi en la primera. La aprobé, pero sin ninguna duda muy inferior a la original y totalmente deudora de esta.
Ahora tenemos este "renacer", que no solo no aporta absolutamente nada, sino que eleva a cliché todos los elementos explotados por Alvarez, pura fotocopia de ideas sin nada con lo que sorprender. Y por el camino olvidando el poderoso nervio de Raimi en la planificación.
No me ha parecido ni mala ni buena, sino un extraño producto sin personalidad propia que respira por inercia.
Tras verla en el cine, le puse a mi mujer el clásico de Raimi, película que no había visto, y se sorprendió muy gratamente. Le enganchó más, se agarró al sillón y disfrutó esa tensión que tiene a partir de su mitad a tope. Posiblemente se vean los maquillajes anticuados, los medios de rodaje muy ajustados, o la falta de presupuesto. Pero es en la NARRATIVA visual donde te atrapa. Ese uso del montaje, los tiempos, los planos (asfixiantes y claustrofóbicos) y hasta el creativo e inteligente uso del sonido. Te atrapa y no te suelta hasta el final.
Todo esto se ha olvidado por el camino. Y ahora tenemos este Evil Dead "El Renacer" que no destaca por absolutamente nada, salvo repetir sin gracia lo que ya experimentó Alvarez en el 2013.
Háganse un favor, y disfruten el Evil Dead original de la mejor manera que puedan. Verán como a pesar de no disponer de cámaras digitales de última generación ni sistemas informáticos de montaje, ese Bruce Campbell aterrorizado y sudoroso seguirá siendo la idea a batir.
Ah... y de homenaje a Carpenter o El Resplandor nada. Dos puñeteros planos quasi plagiados y nada más. Creo que el concepto homenaje está bastante desvirtuado.
Película que se olvidará en pocos días. Quedando a lo sumo como la sombra de la de Alvarez, siendo a su vez esta una mera actualización técnica, que no narrativa, del gran clásico de los ochenta.